?D¨®nde est¨¢n los empleadores?

Hasta ahora, la sociedad espa?ola ha percibido la presencia de los trabajadores inmigrantes como necesaria y ¨²til para ambas sociedades, la de acogida y la de origen. Esta percepci¨®n est¨¢ cambiando sobre todo porque la inmigraci¨®n, en estos momentos, parece fuera del control administrativo e institucional. Ninguna de las tres administraciones: central, auton¨®mica y local, saben exactamente lo que tienen que hacer, excepto tirarse mutuamente los trastos a la cabeza. Los partidos pol¨ªticos todav¨ªa no identifican el asunto como una tarea de Estado. Los sindicatos capean el temporal reivindicando igualdad de derechos y obligaciones. La UE se re¨²ne s¨®lo para discutir y contradecirse.

Los grandes ausentes en este debate son, precisamente, los m¨¢s beneficiados por lo que est¨¢ ocurriendo, es decir, los "empleadores" de la m¨¢s diversa laya y condici¨®n. En Espa?a, casi el 23% del PIB procede de la econom¨ªa sumergida, se ha tolerado la contrataci¨®n fraudulenta de trabajadores aut¨®ctonos y for¨¢neos, como pr¨¢ctica habitual en peque?as y medianas empresas de la construcci¨®n, la hosteler¨ªa, el comercio y la agricultura, para hacerlas competitivas; y tambi¨¦n en el trabajo dom¨¦stico, para facilitar la incorporaci¨®n de la mujer nacional al mercado laboral. Esta oportunidad para el empleo ilegal se ha convertido en el gran efecto llamada, durante muchos a?os, y en el reclamo determinante para el crecimiento de la inmigraci¨®n irregular.

La Inspecci¨®n de Trabajo y la Agencia Tributaria, con la ayuda de los agentes sociales (patronal-sindicatos) y de los propios trabajadores afectados, deber¨ªan identificar a estos falsos "empresarios" defraudadores y sancionarles, dar a conocer sus actividades, imponerles limitaciones en la contrataci¨®n p¨²blica, que asumieran los costes de retorno del trabajador inmigrante, incluso reclamarles responsabilidad penal cuando sea necesario. S¨®lo cuando controlemos sus actividades tendremos una de las herramientas m¨¢s necesarias para gobernar la inmigraci¨®n.