Las mafias europeas eligen Espa?a para lavar su dinero
Medio millar de grupos criminales han importado una violencia salvaje y la corrupci¨®n derivada de su poder¨ªo econ¨®mico
De acuerdo con el ¨²ltimo informe elaborado por los servicios de informaci¨®n policiales, durante el pasado a?o se detect¨® en suelo espa?ol la presencia de 480 grupos que cumplen con los requisitos de jerarqu¨ªa, disciplina interna, recursos propios y continuidad en la comisi¨®n de graves delitos, caracter¨ªsticos de la criminalidad organizada. Es una constelaci¨®n delictiva, repartida geogr¨¢ficamente de manera desigual, de la que forman parte no menos de 8.600 delincuentes. Aunque la mayor¨ªa de estos individuos son extranjeros: rumanos, colombianos, marroqu¨ªes, franceses, nigerianos, rusos, brit¨¢nicos, b¨²lgaros e italianos, preferentemente, los espa?oles (3.802 se contabilizaron en 2004) est¨¢n presentes en el 80% de estas organizaciones.
Su agresividad insusitada est¨¢ disparando las alarmas sociales
El fiscal Anticorrupci¨®n: "El problema tiene m¨¢s calado de lo que pens¨¢bamos hace a?os"
Ning¨²n punto de la geograf¨ªa espa?ola est¨¢ libre de su huella delictiva
La justicia y la polic¨ªa han optado por reorientar su estrategia
Desde que las multinacionales del delito pusieron sus ojos en Espa?a, el crimen organizado en este pa¨ªs es casi siempre la conjunci¨®n entre delincuentes venidos de fuera y espa?oles que les prestan cobertura y el conocimiento del terreno. Extranjeros son ya, de hecho, la mitad de los 400 reclusos clasificados con la m¨¢xima peligrosidad. Se trata de una delincuencia nueva, poderosa, sofisticada y desalmada que cuenta con amplias conexiones internacionales. Son las multinacionales del crimen, grandes pulpos mafiosos que han desplegado sus tent¨¢culos en suelo espa?ol. Muchos de ellos proceden de los pa¨ªses del Este, como si la ca¨ªda del muro hubiera dado paso a la eclosi¨®n de una multitud de peque?os ej¨¦rcitos criminales que se han desparramado por Europa hasta llegar a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
El peligro no viene de las pateras, ni de los cayucos. El peligro viaja normalmente en avi¨®n y con pasaporte falso, tiene dinero y contactos, maneja las ¨²ltimas tecnolog¨ªas, cuenta con infraestructura y camuflajes, a menudo, empresariales, y est¨¢ animado por la voluntad fr¨ªa del criminal profesional, del delincuente por convicci¨®n. Poco que ver, tampoco, con los inmigrantes que sobreviven como peque?os camellos o que llegan a Espa?a con una peque?a partida de droga por capital.
"Los grupos criminales organizados han copiado los m¨¦todos de la organizaci¨®n empresarial; calculan los riesgos, costes y beneficios y analizan las zonas de asentamiento m¨¢s favorables para sus actividades", se indica en el informe policial correspondiente al pasado a?o. Madrid, M¨¢laga, Barcelona, Alicante, Valencia, Sevilla, La Coru?a, Murcia y C¨¢diz, son sus principales zonas de asentamiento, aunque ning¨²n punto de la geograf¨ªa est¨¦ libre de su huella delictiva. La mitad de estas organizaciones, formadas por una media de 31 individuos -una docena disponen de m¨¢s de un centenar de miembros- utilizan estructuras comerciales legales o ficticias; se sirven de abogados, contables, financieros, transportistas, suministradores, y la cuarta parte blanquean por s¨ª mismas los beneficios il¨ªcitos que obtienen.
Ochenta de estos grupos est¨¢n catalogados en los niveles alto y muy alto de peligrosidad a causa de su potencialidad delictiva y de los medios econ¨®micos y t¨¦cnicos de que disponen. El a?o pasado, se les incautaron 44 armas largas y 188 cortas, 1.025 veh¨ªculos, 25 embarcaciones, 5 avionetas, un helic¨®ptero, 24 millones de euros en efectivo y varios millones m¨¢s de euros en billetes falsificados, adem¨¢s de fincas, viviendas, locales y gran cantidad de joyas. Las polic¨ªas espa?olas llevan ya a?os volcadas sobre los colectivos m¨¢s poderosos y sofisticados, pero en esta pelea en la que unos tejen y otros destejen permanentemente -el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa detuvo el pasado a?o a 2.615 de estos individuos, de los cuales 985 son espa?oles- los resultados est¨¢n lejos de ser tranquilizadores.
Bien asesorados en el plano legal, algunas de estas organizaciones operan h¨¢bilmente en los intersticios legales del sistema y aprovechan las lagunas de la cooperaci¨®n policial-judicial. Su dominio de las nuevas tecnolog¨ªas obstaculiza, adem¨¢s, el rastreo de sus actividades, a menudo, complejas y transnacionales. El caso es que los investigadores policiales dif¨ªcilmente consiguen penetrar en los n¨²cleos organizativos y reunir pruebas suficientes como para obtener su ingreso en prisi¨®n. De hecho, el a?o pasado, el 26% de estos grupos resistieron casi sin da?os las ofensivas policiales. Los informes reservados de la polic¨ªa contienen a esa altura del relato un punto de desaliento y varios m¨¢s de inquietud: "Son muy peligrosos y dif¨ªciles de abortar" (...) "Cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil su desarticulaci¨®n" (...) "La amenaza y el riesgo que representan va en aumento".
As¨ª que la pelea ser¨¢ larga y el ¨¦xito no est¨¢ asegurado de antemano, aunque el sistema est¨¦ desplegando fiscales anticorrupci¨®n por media Espa?a y el Ministerio del Interior haya reforzado con 200 nuevos agentes la Comisar¨ªa General de la Polic¨ªa Judicial, ampliado las plantillas de polic¨ªas y guardias civiles, creado equipos especializados (GRECO, para la Polic¨ªa Nacional; ECO, para la Guardia Civil) y recompuesto unidades de investigaci¨®n deshechas a?os atr¨¢s. "Espa?a no ha reaccionado con suficiente energ¨ªa frente a la instalaci¨®n de organizaciones criminales transnacionales. No puede ser que nos sorprendan con la guardia baja", ha declarado el Fiscal General del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido. "Las mafias acaban por corromper al Estado y al poder p¨²blico al instalarse en una sociedad d¨¦bil", ha alertado, a su vez, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.
Espa?a tiene, pues, un serio problema con este nuevo ciclo del crimen organizado, un problema de alcance que se superpone a la violencia nueva y salvaje importada por los grupos que practican el secuestro expr¨¦s y el asalto a viviendas habitadas con secuestro de sus moradores. El problema se llama mafia y su principal efecto es la corrupci¨®n que, seg¨²n el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, "ya ha empezado a asomar en algunos ayuntamientos".
Pese a que menos de la tercera parte de estos colectivos hacen uso expreso de la violencia o de la intimidaci¨®n -el delito econ¨®mico es m¨¢s rentable y est¨¢ menos penado- y aunque tampoco puede decirse que el n¨²mero de secuestros expr¨¦s (60 el pasado a?o) sea enorme para una poblaci¨®n como la espa?ola, cada uno de estos casos pone un nudo en la garganta de los ciudadanos. Esa violencia inusitada, ejercida, a veces, de forma gratuita, que caracteriza a estas modalidades delictivas desconocidas hasta ahora en Espa?a, est¨¢ disparando las alarmas sociales y provocando que la sensaci¨®n de inseguridad y el miedo a ser v¨ªctima de un ataque ganen cuerpo en la sociedad.
La situaci¨®n es parad¨®jica, porque las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales dan cuenta del descenso global del n¨²mero de delitos y certifican que, pese al aumento de la criminalidad experimentado en la ¨²ltima d¨¦cada, Espa?a sigue por debajo de la media delictiva europea, excepto en los casos de robo con fuerza o intimidaci¨®n donde tradicionalmente nos situamos a la cabeza de Europa.
En la actualidad, Espa?a es ya el pa¨ªs del continente con m¨¢s presos por n¨²mero de habitantes, -estamos equipar¨¢ndonos a los EE UU y a los pa¨ªses subdesarrollados-, pero en los comentarios de la calle y en buena parte de la opini¨®n p¨²blica late la impresi¨®n de que el sistema es poco eficaz y excesivamente permisivo con los delincuentes. Es una percepci¨®n que se manifiesta en la frase t¨®pica: "Entran en la c¨¢rcel por una puerta y salen por la otra" y que alimenta una demanda de "m¨¢s detenciones, m¨¢s penas severas", a la que el Gobierno trata ahora de responder con la nueva reforma del C¨®digo Penal. La alarma social provocada por los delitos violentos se suma as¨ª a la inquietud del asentamiento, m¨¢s discreto, de los grandes grupos mafiosos.
El Fiscal Anticorrupci¨®n, Antonio Salinas, subraya que, por encima de todo, Espa?a es un pa¨ªs elegido por las grandes organizaciones internacionales para el blanqueo del dinero. "Con el concurso de testaferros y hombres de confianza espa?oles, los blanqueadores de las mafias han abierto aqu¨ª sus sucursales y creado amplias redes de sociedades pantalla, a veces con 30 ¨® 40 firmas, que les permiten ocultar a los verdaderos propietarios de las urbanizaciones, terrenos o empresas adquiridas en este pa¨ªs. "Tenemos que reconocer que el problema tiene un calado m¨¢s hondo que el que pod¨ªamos pensar hace algunos a?os", a?ade el Fiscal Anticorrupci¨®n. "Puede que estas mafias tengan comprados a miembros de las instituciones de sus pa¨ªses de origen, pero no parece que aqu¨ª hayan alcanzado todav¨ªa ese nivel. Si no les frenamos, estas organizaciones que poseen estructuras estables y tienden a establecer contactos en los ayuntamientos acabar¨¢n por corromper a las instituciones", afirma Antonio Salinas.
Tambi¨¦n Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, asesor del secretario de Estado de Seguridad, cree que el problema est¨¢ siendo combatido oportunamente. "En Espa?a acostumbramos a relativizar demasiado algunos fen¨®menos y luego tenemos que reaccionar a toda prisa. Nos pas¨® con la hero¨ªna y los atracos a los bancos en los a?os 80, con el asentamiento de mafiosos en la Costa del Sol - 'bah, total, vienen a descansar y dejan un dinero'- y nos ha pasado con el terrorismo islamista. Somos muy reactivos y muy poco preactivos, pero creo que en este asunto hemos cogido el fen¨®meno a tiempo", sostiene.
A la vista del panorama, la justicia y la polic¨ªa han optado por reorientar su estrategia y modificar sus m¨¦todos. Ahora, toda investigaci¨®n sobre un grupo organizado activa sistem¨¢ticamente otra dirigida a averiguar el patrimonio de la banda y a determinar sus m¨¦todos de blanqueo. "Hay un cambio en la investigaci¨®n, estamos aplicando una metodolog¨ªa con expertos contables, grupos de inteligencia y cooperaci¨®n internacional", confirma el responsable de la Comisar¨ªa Judicial, Jos¨¦ Luis Olivera. "A estos grupos", dice, "no se les ataca incaut¨¢ndoles la mercanc¨ªa porque pueden rehacer toda la red contratando a nuevos lacayos y financiado nuevos env¨ªos. S¨®lo se les combate eficazmente si arruinas a sus capos", subraya.
?Y por qu¨¦ las multinacionales del crimen han decidido instalarse en Espa?a? Aunque las razones de este asentamiento son m¨²ltiples, -una sociedad ya rica, un sistema democr¨¢tico y garantista-, el elemento determinante original lo constituye el hecho de que Espa?a est¨¦ siendo utilizada desde hace bastantes a?os como el primer hipermercado mundial del hach¨ªs y uno de los primeros de la coca¨ªna. La proximidad geogr¨¢fica con Marruecos y la lengua com¨²n con Am¨¦rica Latina le convierten en la plataforma preferente continental de la distribuci¨®n de hach¨ªs y en el primer destino europeo de la coca¨ªna, preferentemente, colombiana.
Una hip¨®tesis razonable, sostenida tambi¨¦n por el comisario Jos¨¦ Luis Olivera, es que el asentamiento de estas organizaciones responde, en origen, a la l¨®gica de situarse de forma estable en el mercado del hach¨ªs y de la coca. Lo que empez¨® como ocasionales viajes de abastecimiento para nutrir a las redes de distribuci¨®n de droga de los respectivos grupos criminales europeos ha derivado en estructuras m¨¢s amplias y estables, a medida en que la represi¨®n del tr¨¢fico ha exigido infraestructuras m¨¢s sofisticadas y de mayor envergadura.
Una vez establecidas aqu¨ª, las organizaciones criminales han descubierto en nuestro pa¨ªs una tierra de oportunidades: una sociedad con posibilidades para el enriquecimiento r¨¢pido y sin control social, particularmente en las ¨¢reas del Sur y el Levante espa?ol donde las urbanizaciones que proliferan como hongos albergan a una poblaci¨®n residencial, en gran medida extranjera, que se confunde con los 40 millones de turistas. Y como apunta el comisario de M¨¢laga, Alfredo Mariju¨¢n, "tambi¨¦n los delincuentes aprecian el buen clima, la buena vida y este ambiente relajado, festivo y tur¨ªstico".
Pero por encima de todo, las mafias internacionales han descubierto en Espa?a un territorio ideal para el blanqueo del dinero procedente de los tr¨¢ficos de drogas, de armas y de personas. Es ideal porque la ingente cantidad de dinero negro que circula en este pa¨ªs -unos 130.000 millones de euros- da la medida de la escasa efectividad de los controles administrativos, judiciales y pol¨ªticos, as¨ª como de las facilidades c¨®mplices que les presta un entramado de oficinas bancarias, notarios, registradores de la propiedad y bufetes lavaderos de abogados.
Tambi¨¦n ellos, los del crimen organizado, han encontrado en el ladrillo al gran t¨®tem del enriquecimiento s¨²bito, con la interesante particularidad, en su caso, de que adem¨¢s de ahorrarles el porcentaje habitual de merma econ¨®mica que acarrea habitualmente el blanqueo de dinero negro, el negocio de la construcci¨®n les est¨¢ proporcionado unos beneficios descomunales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.