"No queremos tener una nacionalidad de segunda clase"
Neisser Trujillo present¨® el pasado viernes en Bilbao junto a otros tres inmigrantes una nueva ONG dedicada a ese colectivo, llamada Nuevo Ciudadano, de la que ¨¦l es vicepresidente. La idea de la asociaci¨®n naci¨® hace cerca de un a?o tras constatar que, "a pesar de llevar a?os residiendo aqu¨ª y tener la nacionalidad", a¨²n son considerados inmigrantes y no ven realizados los derechos que les corresponden.
Su intenci¨®n es aglutinar a todos esos extranjeros, "de distintos or¨ªgenes, pero con la misma nacionalidad", para constituirse en un grupo de presi¨®n en la pol¨ªtica local. Quieren lograr muchas cosas, una de ellas, que sus titulaciones acad¨¦micas en sus pa¨ªses de origen les sean homologadas o reconocidas en el menor tiempo posible.
"Cre¨ªamos que con nuestros estudios podr¨ªamos trabajar en lo nuestro y no es as¨ª"
De eso sabe bastante Neisser. "Soy administrador de empresas y tengo homologados mis estudios. Adem¨¢s, he hecho un m¨¢ster en finanzas en la UPV y estoy matriculado en el doctorado de econom¨ªa de empresa. Pero eso no me basta, porque aqu¨ª hay un gran proteccionismo en lo laboral. No es mi nacionalidad ni los papeles, que los tengo; es que siempre se prefiere a uno de aqu¨ª que a un extranjero", asegura. En la actualidad trabaja formando equipos comerciales en una empresa de seguros. "Es curioso que las empresas que me han contratado aqu¨ª son todas de fuera del Pa¨ªs Vasco".
Trujillo es el peque?o de 10 hermanos, cuyos progenitores se preocuparon de que todos estudiasen una carrera. En su pa¨ªs, trabaj¨® 14 a?os para la empresa Pepsico como jefe de recursos laborales. Despu¨¦s dej¨® el trabajo para montar una empresa de seguridad que vigilaba el caf¨¦ de exportaci¨®n. "Ese caf¨¦ es tan valioso como el oro. En cambio, el que es para consumo nacional no vale nada, tanto como una naranja seca", indica.
Su empresa creci¨® y su situaci¨®n econ¨®mica tambi¨¦n. Eso le puso en el punto de mira de la guerrilla. "La violencia en mi pa¨ªs se radicaliz¨®. All¨ª ser empresario es sin¨®nimo de dinero y ellos quieren chantajearte y sac¨¢rtelo. Varias veces trataron de secuestrar a mi hijo mayor", confiesa. ?l y su esposa, quien trabajaba para un departamento gubernamental como secretaria de direcci¨®n, decidieron que ten¨ªan que marcharse. "Para buscar un futuro mejor para mis tres hijos", asegura.
Su destino fue desde el principio Bilbao por dos razones: "Una de mis hermanas ya llevaba varios a?os viviendo aqu¨ª y est¨¢ casada con un vasco. Y la otra raz¨®n es que mis bisabuelos eran de Castro Urdiales", comenta. A Trujillo ni se le pas¨® por la cabeza que aqu¨ª se convertir¨ªa en un inmigrante
"Vinimos buscando un futuro para nuestros hijos, pensando que con nuestras titulaciones y experiencia encontrar¨ªamos un trabajo en lo nuestro". Sin embargo, su cu?ado vasco s¨ª le advirti¨®: "Nos dijo que no pens¨¢ramos s¨®lo en nuestros hijos, que mi mujer y yo a¨²n ¨¦ramos j¨®venes y ten¨ªamos que vivir nuestra vida".
Incluso hubo quien en su pa¨ªs, informados de la existencia de ETA, les advirti¨® de que lo que iban a hacer era "salir de una violencia para meterse en otra". As¨ª que Trujillo viaj¨® primero a Bilbao ¨¦l s¨®lo. "Cuando llegu¨¦ era el a?o de la tregua. Un a?o antes hab¨ªan matado a Miguel ?ngel Blanco", recuerda. Le gust¨® Bilbao y el Pa¨ªs Vasco. "Sent¨ª que la violencia no estaba generalizada y v¨ª que la gente viv¨ªa bien y no hab¨ªa pobreza. Soy economista; siempre miro las oportunidades de negocio y aqu¨ª las hab¨ªa", destaca.
Lo primero que mont¨® en la capital vizca¨ªna fue una franquicia para env¨ªo de dinero internacional, pero la vendi¨® a los dos a?os cuando el negocio empez¨® a flaquear por el aumento de la competencia. No pens¨® que iba a tener problemas para trabajar como economista. "Seguimos siendo inmigrantes. Nos miran como si no tuvi¨¦semos documentaci¨®n. Siempre se nos pregunta por ella. No queremos tener una nacionalidad de segunda clase. Comprendo un poco a la gente, pero no a las instituciones p¨²blicas. Con respecto a la inmigraci¨®n, las instituciones vascas hacen m¨¢s publicidad que lo que realmente est¨¢n realizando", recrimina. Eso es lo que pretenden romper con la asociaci¨®n Nuevo Ciudadano: lograr una "verdadera integraci¨®n".
Sus intenciones van m¨¢s all¨¢ del campo cultural y social. La asociaci¨®n quiere promover la participaci¨®n de los inmigrantes en la vida pol¨ªtica. "El inmigrante no puede estar ajeno a la pol¨ªtica. Somos ciudadanos y tenemos derecho a votar y a elegir. Y si con nuestro voto podemos condicionar unas elecciones, bienvenido sea", zanja.
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