"Cuando los ni?os no tienen cole, la empresa se encarga de los m¨ªos"
Con cuatro hijos, Beatriz Fern¨¢ndez ve dif¨ªcil que, si no fuera por el horario del que dispone en su empresa, la editorial Francis Lefebvre, hubiera podido trabajar. Tiene un contrato fijo discontinuo: media jornada (de nueve a dos de la tarde) de septiembre a junio y se toma vacaciones sin sueldo durante dos meses. Por una jornada de cinco horas, gana unos 1.300 euros. "En la ¨¦poca de menor producci¨®n, puedo ocuparme de mi familia", explica, satisfecha tambi¨¦n de las medidas de conciliaci¨®n que le ofrecen.
"Cuando los ni?os no tienen cole, la empresa se encarga de los m¨ªos", explica. Eso es posible, porque esta compa?¨ªa, de unos 92 empleados, contrata desde enero pasado un servicio que se lleva de excursi¨®n a los hijos de los trabajadores de ocho a tres de la tarde. Tambi¨¦n tienen servicio m¨¦dico en la propia oficina, una amplia flexibilidad en la jornada laboral, oste¨®pata, clases gratuitas de franc¨¦s y hasta un sistema de gesti¨®n de compra de los libros de texto -para eso son una editorial, explican-. Los encargan conjuntamente, los compran a precio reducido y la compa?¨ªa descuenta directamente el precio a sus empleados de la n¨®mina. "Si lo piden, se hace en dos y tres veces para que no sea tanta carga", precisa M¨®nica Lurguie, responsable de Recursos Humanos.
Todas estas medidas han llevado a que Francis Lefebvre haya conseguido el premio Madrid Empresa Flexible en la categor¨ªa de mediana empresa. Es la segunda vez que se presenta y ya el a?o pasado consigui¨® un premio acc¨¦sit. "Conciliar es rentable", explic¨® su director, Juan Pujol. "Lo hemos constatado en t¨¦rminos de cuenta de explotaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay que cre¨¦rselo. No se improvisa".
Lurguie agrega una reflexi¨®n. "Las mujeres suelen estar m¨¢s estresadas por las cargas familiares", explica. "Pero no se trata de hacer una conciliaci¨®n familiar, sino personal. Si no tengo vida fuera de la oficina, mi cabeza no va a estar bien. No es una cuesti¨®n de mujeres. Los hombres deben empezar a apagar el ordenador a las ocho e irse a casa".
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