Aqu¨ª no se admiten bodas gays
Un restaurante de Chamber¨ª vinculado a la Fundaci¨®n Oper¨ªstica de Navarra se niega a celebrar un enlace homosexual
Imagine que usted, coleccionista de sellos de toda la vida, decide casarse. Lo anuncia a su entorno, hace su peque?a lista de invitados y pide un presupuesto para el convite. Algo peque?o, ¨ªntimo. En el restaurante no ponen ninguna traba y quedan en mandarle el presupuesto. Pasan los d¨ªas y se acerca la boda, pero no recibe noticias. Usted les llama en varias ocasiones interes¨¢ndose por la situaci¨®n, pero las excusas se suceden una tras otra. Harto ya, decide plantarse en el restaurante: "El lunes le decimos algo", le prometen. Y ese d¨ªa le llaman y le dicen que lo sienten, pero que en ese restaurante -y ah¨ª usted ya se lo ve venir- no celebran bodas de gente que, en su vida privada, es aficionada a los sellos.
"Me dijeron que esperaban que no me ofendiera", recuerda ?lvaro Garc¨ªa
"Es extra?o que un lugar relacionado con la ¨®pera act¨²e as¨ª", dice uno de los novios
?lvaro Garc¨ªa, de 47 a?os, es gay y amante de la m¨²sica; aunque ambas cosas pertenecen al ¨¢mbito de su intimidad. El pr¨®ximo 19 de octubre se casa con el hombre con el que lleva conviviendo 12 a?os, as¨ª que pens¨® que en la celebraci¨®n de su boda podr¨ªa regalar a los invitados peque?os fragmentos de ¨®pera. El pasado 15 de septiembre se dirigieron al restaurante Favorita, un palacete situado en el n¨²mero 2 de la calle de Covarrubias, en Chamber¨ª. El local est¨¢ vinculado a la Fundaci¨®n Oper¨ªstica de Navarra y tiene el encanto de que los camareros, que son estudiantes de ¨®pera, interpretan pedazos de algunas obras mientras sirven la comida. Los novios pidieron presupuesto, y "tras ser tratados amable y educadamente", quedaron en recibir noticias en pocos d¨ªas. El final de la historia ya se lo imagina: "Lo siento, en la fundaci¨®n ha habido ciertas discrepancias y preferir¨ªamos que celebrase su boda en otro sitio".
"Me dijeron que esperaban que no me ofendiera", recuerda ?lvaro Garc¨ªa en el despacho de la asesor¨ªa fiscal que dirige. Todav¨ªa no da cr¨¦dito de que el restaurante haya podido vetar la celebraci¨®n s¨®lo por tratarse de dos personas del mismo sexo. "Mientras con todo tipo de pre¨¢mbulos intentaban decirme que no quer¨ªan que celebr¨¢ramos la boda ah¨ª, yo pensaba que eso no pod¨ªa estar sucediendo. Como si nuestro amor fuera de segunda clase o algo as¨ª. Supongo que debe haber muchos negros en Sur¨¢frica que se sintieron as¨ª", relata.
En la Fundaci¨®n Oper¨ªstica de Navarra, en cuya web se hace referencia a los or¨ªgenes cristianos que la inspiran, aseguran que siempre han tratado bien a sus clientes homosexuales y que no tienen ning¨²n problema con este tema. Pero cuando se les pregunta sobre el trato dispensado a esta pareja en cuesti¨®n, reh¨²san hacer ning¨²n comentario. "No vamos a hablar sobre ese tema", dice un portavoz de la fundaci¨®n.
"Nos parece muy extra?o que un lugar tan relacionado con el arte y la m¨²sica pueda actuar as¨ª, sin ning¨²n tapujo ni excusa", comenta extra?ado ?lvaro. Su novio y ¨¦l escribieron una carta de denuncia al Defensor del Pueblo y varias cartas a la prensa. "S¨¦ que con esto renuncio a mi intimidad... Preferir¨ªa que la gente me conociera por mi trabajo y no por este tipo de historias. Yo no soy militante ni quiero hacer apolog¨ªa de nada, pero me parece que esto es un atentado contra los derechos fundamentales", a?ade. La pareja ya ha encontrado otro lugar para celebrar su enlace. Al convite acudir¨¢n unas 50 personas. "Es curioso, porque ¨ªbamos a ser los dos ¨²nicos gays de la celebraci¨®n", desvela el novio con una sonrisa.
?lvaro nunca hab¨ªa sufrido una experiencia de este tipo. "Supongo que tampoco debe ser muy habitual que pase esto. En el lugar que hemos elegido finalmente para celebrar la boda no nos han puesto ning¨²n problema", revela. "Estamos en un per¨ªodo de cambio. Supongo que dentro de 30 a?os miraremos atr¨¢s y estas cosas nos parecer¨¢n una brutalidad", reflexiona tratando de liberarse de cualquier resentimiento. Y eso que a ?lvaro nunca le dio por coleccionar sellos.
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