La memoria mira al futuro
Yerbabuena ha querido mirar al pasado deshilvanando los recuerdos y mirando tambi¨¦n al futuro. Lo ha hecho con alg¨²n apreciable cambio en el registro formal -la reconquista del color en el vestuario junto a la cuidada iluminaci¨®n apuntan en ese sentido-, pero no as¨ª en la concepci¨®n global, que lleva impregnada la huella de su car¨¢cter creativo.
No es Eva una artista que deje indiferente. En las sucesivas creaciones que nos ha ido presentando, siempre ha jugado un papel determinante su fuerte personalidad y su resuelta actitud para plasmar en los espect¨¢culos el mundo interior que le inquieta. En la dif¨ªcil labor de trasladar a la escena esa ¨ªntima complejidad, residen los valores de su obra.
El huso de la memoria. Compa?¨ªa Eva Yerbabuena
Baile: Eva Yerbabuena y cuerpo de baile. Guitarras: Paco Jarana, Manuel de Luz. Cante: Enrique Soto, Pepe de Pura, Rafael de Utrera, Jer¨®nimo Segura. Percusi¨®n: Efra¨ªn Toro, Manuel L. Mu?oz. Saxo-flauta: Ignacio Vidaechea. Artistas invitados: Patrick de Bana, A¨ªda Bad¨ªa, Eduardo Lozano. Sevilla. Teatro Lope de Vega, 6 de octubre de 2006
En El huso de la memoria, su quinto trabajo con compa?¨ªa propia, la bailaora nos muestra una nueva entrega de su universo creativo en un formato que supone un paso m¨¢s en su evoluci¨®n est¨¦tica y coreogr¨¢fica. En ella sigue vigente, y puede que m¨¢s definida, su querencia para incorporar al baile flamenco elementos de otras danzas que han prendido en su interior, tal es el caso de la contempor¨¢nea, a la que igualmente dedica espacios propios. Libre es de hacerlo, y aunque sea ostensible la orientaci¨®n, tambi¨¦n es cierto que sus estudios para el grupo son, en el fondo y en algunas cosas m¨¢s, flamencos. Pero para flamenca est¨¢ ella con un baile maduro y jugoso que transmite emociones en cada movimiento. Y sus bailes est¨¢n repletos de ellos.
Gracejo y desparpajo
Cuatro momentos del espect¨¢culo se reserv¨® para s¨ª. El baile por canti?as y mirabr¨¢s, por su ubicaci¨®n, puede que fuera el m¨¢s impactante. Una lecci¨®n con el mant¨®n y una holgada bata de cola a la que imprimi¨® vida a base de insuflarle todo el movimiento que demanda el estilo, m¨¢s ese car¨¢cter a?adido que incluye picard¨ªa, gracejo y desparpajo. Como contraposici¨®n, el paso a dos con Patrick de Bana, el sutil di¨¢logo de dos cuerpos tan distintos que se unen en un mismo sentimiento. Ya al final, esa sole¨¢ suya que no por vista deja de impresionar. S¨ªntesis y compendio de un baile can¨®nico con elementos personales que ya son un cl¨¢sico. Y de nuevo, para terminar, otro contrapunto: la interpretaci¨®n dolida de la saeta de Enrique Soto. Un broche que se queda en la retina con toda su carga de expresividad.
La saeta hab¨ªa sido una constante a lo largo de la obra. Gotas sonoras, fluir de agua en el delicado movimiento de A¨ªda Bad¨ªa y el cante de Pepe de Pura. Ese tiempo que se escapa tras una pared que absorbe su representaci¨®n. En las coreograf¨ªas para grupo destac¨® la que comand¨® Eduardo Lozano. Pero su exposici¨®n se extendi¨® en demas¨ªa y termin¨® afectando al ritmo de una obra que tuvo una duraci¨®n m¨¢s larga de lo acostumbrado. La atenci¨®n que requer¨ªa la danza no impidi¨® que, en muchos momentos, se gozara de la m¨²sica, del cante y del toque que, comandado por Paco Jarana, compuso un todo cohesionado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.