El cine entra en el cuadril¨¢tero

Acci¨®n. Comienza "el rodaje" de la futura ley del cine y el gui¨®n est¨¢ sin escribir. La base de la nueva norma, que tiene convulsionado al mundo del cine espa?ol, es defender al cine independiente de la voracidad del cine americano en el libre mercado, sin dejar de atender a los cambios que han provocado las nuevas tecnolog¨ªas en el panorama audiovisual. Algunas sugerencias para este nuevo gui¨®n est¨¢n ya sobre la mesa, pero el acuerdo no parece f¨¢cil: todos los actores quieren un papel protagonista.

Unos abogan por definir muy bien lo que son los productores y los distribuidores independientes, para que no se proteja o ayude a posibles "infiltrados" como las televisiones que ahora tambi¨¦n producen cine y que, l¨®gicamente, no est¨¢n de acuerdo. Tambi¨¦n se propone crear incentivos fiscales para que la empresa privada se atreva a invertir en el car¨ªsimo y arriesgado mundo del cine, pero resulta complicado con el sistema fiscal espa?ol. Y sobre todo, se habla de que en este combate desigual, las pel¨ªculas independientes est¨¦n mejor equipadas (con m¨¢s medios y mejor comercializaci¨®n) y sean m¨¢s aparentes y atractivas para que tengan al menos la oportunidad de defenderse. Sin embargo, los due?os de los cines dicen que su p¨²blico prefiere ver las pel¨ªculas "ganadoras" norteamericanas.

La TDT lo digitalizar¨¢ todo, y pronto veremos pel¨ªculas rodadas en el nuevo soporte digital

Internet, los m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n y la pirater¨ªa lo han cambiado todo

El director de esta compleja "pel¨ªcula" que acabar¨¢ teniendo forma de ley es Fernando Lara, un veterano del mundo del cine, que fue director del Festival de Valladolid y que desde hace poco m¨¢s de un a?o, dirige el ICAA (Instituto de Cine y Artes Audiovisuales), dependiente del Ministerio de Cultura. Desde all¨ª, como ocurre con todas las pel¨ªculas espa?olas, se subvenciona inicialmente y se impulsa este nuevo proyecto (sustituto de la Ley de 2001) cuyo objetivo es: "Defender los sectores independientes y equilibrar la industria. El desaf¨ªo del cine espa?ol est¨¢ en la comercializaci¨®n", en palabras de Lara.

Los actores principales de este "filme", que pretende ser revolucionario del mundo audiovisual, no son muy conocidos. Se trata de representantes de los tres sectores de la industria: productores, distribuidores y exhibidores. Los primeros: encargados de poner en marcha las pel¨ªculas consiguiendo financiaci¨®n. Los segundos: busc¨¢ndoles un hueco en el mercado. Y los terceros: haciendo que lleguen al gran p¨²blico en la gran pantalla.

"La ley no es necesaria sino indispensable. Porque los acontecimientos han ido en progresi¨®n geom¨¦trica y las leyes en aritm¨¦tica. No debe s¨®lo modificar lo ya existente porque el cambio ha sido estructural. Tiene que ser una ley "revolucionaria", comenta Enrique Gonz¨¢lez Macho, otro veterano del cine que dirige la productora Alta Films, y que es adem¨¢s distribuidor y propietario de la cadena de cines Renoir.

La industria cinematogr¨¢fica anda muy revuelta porque el rodaje de esta "pel¨ªcula" tiene que acabar a finales de a?o, cuando ser¨¢ presentado el proyecto de ley en Consejo de Ministros, seg¨²n adelant¨® la ministra Carmen Calvo. El tiempo apremia y convencer a todo el mundo de que el gui¨®n es bueno es complicado. Todos quieren el mejor papel. Y hay actores secundarios ambiciosos, como las televisiones, que ¨²ltimamente han pasado de ser difusoras de las pel¨ªculas en la peque?a pantalla a ser tambi¨¦n productoras de las mismas (caso de Tele 5 con Alatriste o de Los Borgia, con Antena 3).

El caso es que, como toda buena pel¨ªcula que se precie, ¨¦sta tambi¨¦n requiere una enorme inversi¨®n y una buena coordinaci¨®n entre todas sus partes. Y es que el cine si tiene algo, aparte de servir para dar a conocer un pa¨ªs entero, es que es caro y arriesgado. Por eso en casi todos los pa¨ªses del mundo las obras cinematogr¨¢ficas parten de una financiaci¨®n estatal. Si no, apenas se har¨ªa cine, porque ninguna compa?¨ªa privada -a no ser que existieran incentivos fiscales, que es lo que algunos piden ahora- se mete en una industria que requiere, aparte de conocimientos, enormes inversiones y que puede funcionar o no. En la actualidad, el presupuesto total del ICAA es de 82 millones de euros, de los que invierte en ayudas a la producci¨®n cinematogr¨¢fica unos 58,5 (ver gr¨¢fico). Pero con este "nuevo gui¨®n" pretenden incrementar su presupuesto en tres millones. El coste medio de una pel¨ªcula modesta en Espa?a es de unos dos millones de euros. En Francia, un modelo en la industria del cine para Espa?a, puede rondar los cinco.

La mayor parte del presupuesto del instituto (unos 45,5 millones) se invierte en pel¨ªculas (hechas) que las productoras presentan a las subvenciones estatales para llegar a cubrir hasta una tercera parte de su coste. El resto, y los posibles beneficios, tienen que provenir de los porcentajes de la venta de los derechos de explotaci¨®n a los distribuidores, a la venta de DVD, a las televisiones y de los porcentajes de las taquillas. Y en ese periplo, cada intermediario gana su beneficio, hasta que llega a los ¨²ltimos emisores, las televisiones, que se nutren de los ¨ªndices de audiencia y la publicidad.

Sin embargo, esta din¨¢mica concatenada se ha visto alterada con la llegada de las nuevas tecnolog¨ªas y con las nuevas formas de consumir cine: Internet, los m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n, la pirater¨ªa... Y tambi¨¦n con la entrada de las televisiones en la producci¨®n de pel¨ªculas. Desde que hace un par de a?os una directiva europea impel¨ªa a las televisiones a invertir un 5% de sus ingresos en la producci¨®n de pel¨ªculas europeas, lo que han hecho las televisiones para rentabilizar esa inversi¨®n es producirlas ellas mismas, ya sea creando sus propias productoras o bien participando en ellas. El resultado es que los beneficios revierten en las propias televisiones y adem¨¢s, en tanto productoras, pueden contar con ayudas estatales. A los productores independientes les parece "el colmo", en palabras del presidente de su federaci¨®n (FAPAE), Pedro P¨¦rez. "Una cosa es emitir y otra producir. Las televisiones son ya concesiones p¨²blicas. Est¨¢ bien que produzcan pero tendr¨¢n que hacerlo de manera que no provoquen una competencia desleal en el resto del sector. Si no, al tener m¨¢s poder en el mercado, se acabar¨ªa haciendo s¨®lo el cine que quisieran ellas y no ser¨ªa precisamente el independiente, por eso hay que regularlo. Tiene que haber de todo", dice P¨¦rez.

"No s¨®lo quieren que invirtamos sino que tambi¨¦n quieren decirnos cu¨¢nto, en qu¨¦ y c¨®mo. Como empresa privada tenemos derecho a rentabilizar nuestras inversiones", comentan fuentes de Antena 3, en consonancia con las opiniones de este sector.

Por si fuera poco, la llegada del TDT, que lo digitalizar¨¢ todo y pronto veremos pel¨ªculas que ya no estar¨¢n rodadas en 35mm sino en el nuevo soporte digital, exigir¨¢ una reconversi¨®n. Los exhibidores, a trav¨¦s del presidente de su federaci¨®n (FECE), Rafael Alvero, piden m¨¢s apoyo para afrontarla y, adem¨¢s. en contra de lo que defienden los productores, quieren acabar con la cuota de pantalla que les obliga a que el 25% de sus proyecciones sean de cine europeo. Adem¨¢s, el libre mercado sin regulaci¨®n ha vuelto a demostrar que el pez grande se come al chico. Las grandes distribuidoras norteamericanas, conocidas como majors (Warner, UIP, Sony...), con una capacidad de negocio astron¨®mica al lado de las peque?as, se hacen con el mercado estrenando pel¨ªculas con m¨¢s de 800 copias como El C¨®digo da Vinci por las que se pelean las 4.000 salas espa?olas -una pel¨ªcula espa?ola media puede estrenarse con unas 120 copias y otra grande como Volver con 228-. Una reciente sentencia del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) las conden¨® a multas millonarias (2,4 millones de euros por barba) por "un grave delito" contra la libre competencia. La sentencia fue recurrida ante la Audiencia Nacional y est¨¢ por ver el resultado del litigio.

"Tendr¨¢ que haber un control de la situaci¨®n casi monopol¨ªstica de las grandes compa?¨ªas norteamericanas en las salas de exhibici¨®n. Lo que tiene que haber es una igualdad de oportunidades en la parte comercial y luego, por supuesto, el consumidor es libre de elegir. Pero no es un mercado libre, si no hay igualdad de oportunidades", comentaba Gonz¨¢lez Macho.

El "rodaje" de la que ser¨¢ la nueva ley se hace as¨ª, a la vez que se desarrolla su gui¨®n. Y la "pel¨ªcula" que surja de ah¨ª, buena o mala, se estrenar¨¢ en diciembre.