El Celta castiga al Valencia

La mejor defensa del campeonato naufrag¨® en Vigo, de donde sali¨® retratada por un Celta que arrastraba su anemia por la Liga. Por ah¨ª cay¨® un mito. S¨®lo hab¨ªan encajado dos goles los de Quique Flores en cinco encuentros. Se llevaron tres de Bala¨ªdos, un campo en el que Ayala, Navarro y Ca?izares derrocharon frivolidad. Canobbio, inspirado ante su ex equipo, se hart¨® de filtrar balones en el ¨¢rea, con los centrales at¨®nitos. Cerr¨® el castigo el uruguayo con un disparo desde fuera del ¨¢rea que sirvi¨® de almuerzo al portero valencianista, con el que la afici¨®n celeste a¨²n tiene cuentas pendientes. El equipo de Fernando V¨¢zquez, que no hab¨ªa saboreado victoria este curso en Bala¨ªdos, se deshizo de paso de otra leyenda negra: la de su incapacidad para remontar partidos. Desde que lo logr¨® en Chamart¨ªn en septiembre de 2005 no lo hab¨ªa vuelto a conseguir. V¨¢zquez, expulsado como de costumbre, se despoj¨® del molesto sambenito.

Pese a los variados complejos que le acechan, el Celta se dot¨® de las mejores intenciones para tumbar a un rival plet¨®rico. La escuadra de Fernando V¨¢zquez ech¨® el bal¨®n al piso y encontr¨® para su sorpresa una defensa en absoluto rocosa. Como es rutina, el eterno Gustavo L¨®pez lider¨® la b¨²squeda de agujeros. Asociado con Canobbio, y a pesar del lastre de un perfil impropio para un zurdo cerrado, el extremo argentino fustig¨® a Moretti. As¨ª se abri¨® un partido de ¨¢rea a ¨¢rea, que decay¨® desde el mismo momento en que las fibras de Gustavo dijeron basta. Poco despu¨¦s encallaba Vicente, y el tedio amenaz¨® con truncar el partido. No llegaba el reloj a la media hora y N¨²?ez y Morientes ya hab¨ªan saltado del banquillo. El Celta sali¨® del trueque m¨¢s musculoso, pero radicalmente empobrecido. Lo que gan¨® el Valencia en presencia en el ¨¢rea lo derroch¨® por el lado de Silva, que perdi¨® cuota al arrimarse a la banda. Su equipo lo acus¨®.

Dos zurriagazos antes del descanso resucitaron el choque. El primero fue de Navarro, que remat¨® una falta lateral que nadie hab¨ªa cometido. Sin Gustavo y con el marcador en contra, el Celta era carne de tragedia, pero la defensa valencianista no se fue al intermedio sin probar la conexi¨®n de Canobbio con Baiano. El primero invent¨® una asistencia sutil y el segundo solt¨® el l¨¢tigo, para que Ca?izares comenzara la recogida de balones de su porter¨ªa.

Y as¨ª fue como el Celta se vio de nuevo en el partido, que recuper¨® en la segunda mitad lo mejor de la primera. El intercambio de golpes que despidi¨® el primer tramo dio paso a un segundo repleto de sensaciones, aciertos y errores, que estren¨® Iriney con un gol que dej¨® moribundo al equipo de Mestalla. Su volea pod¨ªa haber salido hacia cualquier parte, pero como andaba el ¨¢rea de Ca?izares de bote en bote, un rechace permiti¨® que se alojara d¨®cilmente en la red. Cuatro minutos despu¨¦s, el regalo de Ca?izares ten¨ªa pinta de finiquito.

La reacci¨®n inmediata del Valencia pas¨® por ensanchar el grupo, con Gavil¨¢n y Joaqu¨ªn en los costados y Edu descolgado hacia el ¨¢rea. La temida asociaci¨®n de Villa y Morientes se mostraba esta vez inofensiva, si no fuera porque Lequi se solidariz¨® con Ca?izares en el festival burlesco. Le lleg¨® un bal¨®n manso tras una carrera poco inquietante de Gavil¨¢n hasta la l¨ªnea de fondo, pero un mal control donde no se debe dej¨® el bal¨®n a Morientes. Faltaba casi media hora, que se esfum¨® entre ataques desesperados del Valencia y contras de los de casa, en medio de un festival de goles y balones al palo favorable a los de casa. Bala¨ªdos temi¨® que la mano negra que imped¨ªa al Celta remontar echara por tierra el trabajo hecho, pero ese mito se hundi¨® ayer con la mejor defensa del campeonato.