"Quiero una inyecci¨®n que me pare el coraz¨®n"
Una mujer de 51 a?os que vive conectada a un respirador en un hospital de Granada pide ayuda para morir
Inmaculada Echevarr¨ªa sufre desde los 11 a?os una distrofia muscular progresiva que la mantiene en cama y conectada a un hospital de Granada. Ahora, con 51 a?os, Inmaculada ha solicitado por carta a la asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente ayuda para acabar con su vida. "Quiero una inyecci¨®n que me pare el coraz¨®n, una muerte digna y sin dolor. La de Ram¨®n Sampedro me pareci¨® cruel", afirma. "No es exactamente eutanasia lo que se necesitar¨ªa, pero ella no lo sabe", explican en la citada asociaci¨®n. Bastar¨ªa, dicen, con sedarla y desconectar el respirador, "un procedimiento muy cotidiano que se llama limitaci¨®n del esfuerzo terap¨¦utico".
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