El viejo h¨¦roe del Jefe
Pete Seeger inspira el ¨²ltimo disco y la gira de Springsteen
Cuando Springsteen iba a cantar We shall overcome en su concierto de mayo en Badalona alguien le grit¨® "?Comunista!". Dicen que el Boss se ri¨®. Probablemente, aquel espectador sab¨ªa que Pete Seeger, uno de los grandes del folk estadounidense y la canci¨®n de protesta, grab¨® en los a?os cuarenta El quinto Regimiento o Viva la Quince Brigada: el cancionero antifascista de la Guerra Civil espa?ola.
El 18 de agosto de 1955, el bueno de Seeger tuvo que comparecer en Nueva York ante el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas, la temida herramienta para la caza de brujas -comunistas, por supuesto- del senador McCarthy. Fue de los pocos que no quiso acogerse a la Quinta Enmienda -derecho a no autoincriminarse- y que invoc¨® la Primera -derecho a la libre asociaci¨®n-. "No voy a responder a ninguna pregunta sobre mis creencias filos¨®ficas y religiosas, mis opiniones pol¨ªticas o lo que vot¨¦ en las elecciones", dijo a los inquisidores. Condenado a un a?o de c¨¢rcel, recurri¨® hasta quedar libre de cargos.
We shall overcome: The Seeger sessions ha logrado que su nombre vuelva a los medios de comunicaci¨®n. Al viejo luchador le resulta divertido ser tratado ahora con tanto respeto.
Pete Seeger (Nueva York, 1919) descubri¨® el banjo en 1936. En la piel de su Vega de cinco cuerdas y m¨¢stil largo a¨²n puede leerse una vieja consigna: "Este instrumento atrapa el odio y le obliga a doblegarse". Nunca pens¨® convertirse en m¨²sico: quer¨ªa ser periodista. Viaj¨® por todo el pa¨ªs aloj¨¢ndose en casas de mineros y granjeros... y recogi¨® canciones de condados remotos. Hoy se siente feliz de haber cantado para norteamericanos de cualquier credo, color de piel, ideolog¨ªa o condici¨®n.
Con Woody Guthrie form¨® The Almanac Singers -el nombre se les ocurri¨® porque en muchas granjas s¨®lo hab¨ªa dos libros: la Biblia y un almanaque-, que se presentaban en actos de apoyo a los trabajadores. Fund¨® The Weavers y su versi¨®n de Goodnight Irene fue el disco m¨¢s vendido durante meses. Pero el FBI les segu¨ªa los pasos -era la guerra fr¨ªa- y llegaban las listas negras.
Seeger es autor o coautor de cl¨¢sicos como Where have all the flowers gone?, If I had a Hammer -que popularizaron Peter, Paul & Mary y Trini L¨®pez en los sesenta- o Turn, turn, turn -¨¦xito para The Byrds-. We shall overcome, su adaptaci¨®n de un espiritual, se convirti¨® en el himno de las marchas por los derechos civiles en el sur de Estados Unidos. Cant¨® mucho para los ni?os. Y medio mundo conoce gracias a ¨¦l aquella antigua canci¨®n cubana que empieza diciendo "Guantanamera, guajira guantanamera...", con versos de Jos¨¦ Mart¨ª.
Vive con Toshi -con la que se cas¨® en 1943 y ha tenido tres hijos- en una casa rodeada de bosques, a orillas del r¨ªo Hudson. A sus 87 a?os -los cumpli¨® en mayo-, Seeger dedica sus mejores esfuerzos en salvar el Hudson de la contaminaci¨®n. Aunque pr¨¢cticamente ya no canta, Alec Wilkinson escribe en The New Yorker que ha grabado en su casa algunas canciones con Ry Cooder. A Wilkinson le contaron que, cuando la invasi¨®n de Irak, se hab¨ªa visto a Seeger, al borde de una carretera, bajo la lluvia, mostrando a los automovilistas un cartel con la palabra "Paz".
En el repertorio de este hombre que ha luchado por la libertad y los derechos civiles est¨¢ la historia de un pa¨ªs. Lo mejor de esos Estados Unidos que forjaron los padres de la patria y que algunos de sus actuales gobernantes se empe?an en enfangar.
El concierto prohibido
Pete Seeger cant¨® por primera vez en Espa?a en 1971: el 7 de febrero, en un abarrotado polideportivo de Terrassa. Tambi¨¦n estuvo en Sevilla y en San Sebasti¨¢n. Pero, cosas del r¨¦gimen franquista, su presentaci¨®n del s¨¢bado 14 de febrero en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Barcelona, en la Diagonal -entonces oficialmente avenida del General¨ªsimo Francisco Franco-, fue prohibida a ¨²ltima hora por el gobernador civil. Hubo despliegue de grises a caballo y duras cargas policiales. Aunque Seeger s¨ª cant¨® en Barcelona: al d¨ªa siguiente, y sin anunciar, en el bar Llopart, del barrio de Sants. Lo hizo -como recuerda Joaquim Vilarnau en el n¨²mero de julio/agosto de este a?o de la revista catalana de Folc- ante poco m¨¢s de 30 personas y los habituales parroquianos, que segu¨ªan jugando sus partidas de cartas o parch¨ªs en las mesas de m¨¢rmol. Poco despu¨¦s le invitaron amablemente a abandonar el pa¨ªs.
Fue Raimon quien le convenci¨® para venir por fin a Espa?a: Seeger, que en 1943 hab¨ªa grabado siete canciones de la Brigada Lincoln -El valle del Jarama, Si me quieres escribir...-, no ten¨ªa pensado pisar el pa¨ªs mientras Franco viviera. Volvi¨® cuando el dictador ya no estaba. En varias ocasiones. El 10 de marzo de 1978 ofreci¨® un recital, grabado por TVE, en el Palacio Municipal de los Deportes de Barcelona -al d¨ªa siguiente Pete Seeger debutar¨ªa en Madrid con una actuaci¨®n en el Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid-, en el que luc¨ªa una pegatina en defensa de la libertad de expresi¨®n en solidaridad con Els Joglars, que estaban procesados por un tribunal militar por su obra de teatro La torna. El 23 de abril de 1993, el neoyorquino particip¨® en Barcelona en el concierto de los 30 a?os de la canci¨®n de su amigo Raimon Al vent.
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