La Bolsa cumple 175 a?os
El mercado de valores madrile?o, que celebr¨® su primera sesi¨®n el 20 de octubre de 1831, ha sido testigo de la transformaci¨®n de la econom¨ªa
Tal d¨ªa como hoy, hace 175 a?os, a las doce del mediod¨ªa, en el Consulado de la plazuela del ?ngel, la Bolsa de Madrid celebr¨® su primera sesi¨®n oficial. El parqu¨¦ celebra este aniversario en plena racha alcista y en m¨¢ximos hist¨®ricos (el Ibex 35 lo alcanz¨® el pasado lunes, al cerrar en 13.476,6 puntos).
Pero el nacimiento del primer mercado de valores espa?ol estuvo rodeado de unas circunstancias bien diferentes. El pa¨ªs, entonces eminentemente rural, estaba lejos de albergar una econom¨ªa capitalista de cierta entidad. Si a todo ello se une un Estado fuertemente deficitario durante la segunda mitad del siglo XIX, no debe extra?ar que las primeras cuatro d¨¦cadas de la Bolsa estuvieran marcadas por la negociaci¨®n de deuda p¨²blica y no de acciones de compa?¨ªas privadas, industriales y financieras. Poco antes de 1850, s¨®lo seis compa?¨ªas cotizaban, aunque a finales de siglo el n¨²mero lleg¨® a 60. Madrid aprovech¨® para consolidarse como plaza financiera el hecho de que la competencia de otras plazas tardar¨ªa en llegar: la Bolsa de Bilbao naci¨® en 1890 y la de Barcelona no lo har¨ªa hasta 1914.
En 1989 se produjo el 'Big Bang', la mayor transformaci¨®n de la historia del mercado
Las primeras cuatro d¨¦cadas de la Bolsa estuvieron dominadas por la deuda p¨²blica
Los dos primeros decenios del siglo XX fueron cruciales para la Bolsa de Madrid. Gracias, en parte, a la repatriaci¨®n de capitales despu¨¦s de 1898, en esta ¨¦poca nacieron sociedades que habr¨ªan de perdurar, de una u otra manera, hasta la actualidad. Banco Hispano, Banco Espa?ol de Cr¨¦dito, Banco Central, Uni¨®n Espa?ola de Explosivos, Duro-Felguera, Azucarera o Altos Hornos contribuyeron a cambiar la fisonom¨ªa de la Bolsa. En 1928 empez¨® a cotizar la Compa?¨ªa Arrendataria del Monopolio de Petr¨®leos, Sociedad An¨®nima (Campsa), germen de la actual Repsol YPF, y, un a?o despu¨¦s, la Compa?¨ªa Telef¨®nica.
El crash burs¨¢til que a finales de 1929 provoc¨® el desastre m¨¢s famoso de Wall Street apenas tuvo repercusi¨®n en la Bolsa de Madrid, que, poco a poco, fue albergando cada vez m¨¢s negociaci¨®n de renta variable: el volumen de contrataci¨®n se situ¨® en torno al 70% del total al final de este periodo.
La proclamaci¨®n de la Segunda Rep¨²blica tras las elecciones de abril de 1931 provoc¨® un desplome de las cotizaciones del que no se recuperar¨ªan, para llegar, renqueantes, al 17 de julio de 1936. Ese d¨ªa, la Bolsa cerr¨® sus puertas y as¨ª permaneci¨® durante toda la Guerra Civil, hasta su reapertura el 1 de marzo de 1940.
La devastaci¨®n econ¨®mica y social de la posguerra se refleja en un dram¨¢tico dato: la renta per c¨¢pita de 1935 no se recuperar¨ªa hasta 1953. El aislamiento internacional desemboc¨® en una insostenible autarqu¨ªa econ¨®mica. Pero a comienzos de los cincuenta, la guerra fr¨ªa cambi¨® la percepci¨®n de los aliados occidentales respecto al r¨¦gimen de Franco. El Concordato con la Santa Sede y los acuerdos econ¨®micos y militares con EE UU celebrados en 1953 marcaron el comienzo de una apertura exterior del r¨¦gimen que culminar¨ªa con el Plan de Estabilizaci¨®n de 1959. Si durante los a?os cuarenta la desconfianza en la renta variable devolvi¨® protagonismo a la deuda p¨²blica, que volvi¨® a suponer el 60% de la contrataci¨®n, la segunda mitad de los cincuenta se sald¨® con notables subidas de las acciones.
El crecimiento econ¨®mico se aceler¨® en la d¨¦cada de los sesenta: en 1975, la renta per c¨¢pita de los espa?oles m¨¢s que duplicaba la de 1960. El ¨ªndice general de la Bolsa de Madrid no dej¨® de subir entre 1960 y 1970 y la deuda p¨²blica, alrededor del 25% de la contrataci¨®n en 1959, se redujo hasta el 10% al final del periodo.
La restauraci¨®n de la democracia en 1975 coincidi¨® con un periodo de fuertes ajustes en la econom¨ªa espa?ola. Entre 1974 y 1980, la Bolsa de Madrid cay¨® un 57%, en una de sus peores crisis. La devaluaci¨®n de la peseta en 1983 permiti¨® una reactivaci¨®n que se aceler¨® a partir de 1986, tras la incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE).
A finales de los ochenta, la Bolsa espa?ola hab¨ªa adquirido ya la madurez necesaria para afrontar la mayor transformaci¨®n de su historia. La Ley del Mercado de Valores de 1988 dio fin a la estructura centenaria de la Bolsa y 1989 fue el a?o del big bang burs¨¢til: se adopt¨® un sistema de contrataci¨®n electr¨®nica, los agentes de Cambio y Bolsa fueron sustituidos por sociedades y agencias de valores, se liberalizaron las comisiones de intermediaci¨®n, desaparecieron las juntas sindicales y nacieron las sociedades rectoras (una por cada Bolsa) y la Sociedad de Bolsas. En 1989 se cre¨® el Ibex 35, referencia burs¨¢til del mercado espa?ol, que agrupa las 35 mayores empresas cotizadas.
Hoy, las acciones representan la tercera parte de los activos financieros de las familias espa?olas. Si en 1990 la capitalizaci¨®n del mercado espa?ol era de 70,5 millones de euros, hoy ronda ya el bill¨®n de euros.
Pero el futuro de la Bolsa espa?ola es hoy, m¨¢s que nunca, incierto. En febrero de 2002 naci¨® Bolsas y Mercados Espa?oles (BME), fruto de la integraci¨®n de las cuatro bolsas, los mercados de derivados, de renta fija y los sistemas de liquidaci¨®n. El pasado 14 de julio, BME se lanz¨® ella misma al parqu¨¦ y empez¨® a cotizar, justo en el momento en que los mercados de valores mundiales se hallan inmersos en una ola de consolidaci¨®n. Euronext (que agrupa las bolsas de Par¨ªs, Amsterdam, Lisboa y Bruselas) y la Bolsa de Nueva York negocian una fusi¨®n. Al mismo tiempo, Deutsche Boerse (que gestiona la Bolsa de Francfort) no oculta su inter¨¦s por Euronext.BME y la Bolsa de Mil¨¢n quedan en este contexto como los jugadores m¨¢s vulnerables y proclives a incorporarse a otra alianza.
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