Aborto, el medioevo portugu¨¦s
Un millar de mujeres ingresan al mes en urgencias tras una interrupci¨®n clandestina del embarazo
Portugal aprob¨® en 1984 una ley del aborto que permite interrumpir el embarazo en caso de riesgo ps¨ªquico o f¨ªsico para la madre antes de las 12 semanas con el consentimiento del m¨¦dico. Poco despu¨¦s, el Colegio de M¨¦dicos se situ¨® fuera de la ley y prohibi¨® a sus afiliados realizar abortos. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, entre 20.000 y 40.000 mujeres cada a?o se ven forzadas a abortar en la clandestinidad y s¨®lo un millar logra hacerlo legalmente en la sanidad p¨²blica.
Las m¨¢s pudientes visitan las caras cl¨ªnicas clandestinas (hasta 1.000 euros por intervenci¨®n). Unas 9.000 mujeres viajan a Espa?a cada a?o. Las de menor poder adquisitivo recurren a unas peligrosas pastillas (Cytotec), o a parteras habilidosas. Cerca de mil acaban en urgencias cada mes por diversas complicaciones. Desde 2002, 40 mujeres han sido condenadas por abortos. Seg¨²n ha dicho esta semana en Lisboa la diputada socialista danesa Britta Thomsen, Portugal vive una "situaci¨®n digna de la Edad Media".
M¨¦dicos que objetan en la sanidad p¨²blica realizan intervenciones en cl¨ªnicas privadas
A iniciativa del Gobierno socialista de Jos¨¦ S¨®crates, el Parlamento aprob¨® ayer la convocatoria de un nuevo refer¨¦ndum para despenalizar el aborto en las diez primeras semanas. La propuesta ser¨¢ enviada al Presidente de la Rep¨²blica, que consultar¨¢ al Tribunal Constitucional antes de convocarlo, presumiblemente, para finales de enero. El Ejecutivo, que gobierna con mayor¨ªa absoluta, quiere que el refer¨¦ndum acabe con "la llaga del aborto clandestino" que "sit¨²a a Portugal entre los pa¨ªses m¨¢s atrasados de Europa".
Aunque la ley vigente es muy similar a la espa?ola, la pr¨¢ctica es un infierno para las mujeres. Seg¨²n el ginec¨®logo Miguel Oliveira, "los m¨¦dicos se niegan a firmar el supuesto psicol¨®gico apelando a que su c¨®digo deontol¨®gico proh¨ªbe el aborto. Eso, unido al miedo a que los jueces procesen a mujeres y profesionales, ha evitado la normalizaci¨®n".
"La ley de muchos m¨¦dicos es todav¨ªa la misoginia, la doble moral y la hipocres¨ªa", afirma Maria Jos¨¦ Magalhaes, presidenta de la Uni¨®n de Mujeres Alternativa y Respuesta. "Muchos objetan en las cl¨ªnicas p¨²blicas por la ma?ana y hacen abortos clandestinos en privadas por la tarde. Por eso es tan importante el refer¨¦ndum. Si se gana, la mujer decide y dar¨¢ igual lo que digan los m¨¦dicos". La pregunta ser¨¢ la misma que se plante¨® en 1988: "?Est¨¢ de acuerdo con la despenalizaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, si se realiza por opci¨®n de la mujer en las primeras 10 semanas, en un establecimiento de salud legalmente autorizado?". Aquella vez, gan¨® el s¨ª por un margen estrecho (50,5%) aunque no fue vinculante porque s¨®lo vot¨® un 31% del censo (se requiere el 50%).
Ayer, la votaci¨®n en el Parlamento reflej¨® la enrevesada divisi¨®n de opiniones que vive el pa¨ªs. Socialistas, Bloque de Izquierda y los socialdem¨®cratas del PSD votaron a favor; comunistas y verdes en contra (quieren reformar la ley directamente), y los conservadores del CDS/PP se abstuvieron.
Oliveira es pesimista sobre los efectos del refer¨¦ndum: "Probablemente no ser¨¢ vinculante. Y aunque lo sea, la ley no servir¨¢ de nada si no cambia la mentalidad de los ginec¨®logos". Seg¨²n los expertos, muchos de los 800 obstetras portugueses siguen poniendo trabas en la sanidad p¨²blica incluso a las mujeres que se acogen al supuesto legal de violaci¨®n (16 semanas) o malformaci¨®n (24). ?se es el caso de Teresa Sales, que se qued¨® embarazada despu¨¦s de un tratamiento para la soriasis: "Empezaron a marearme con ecograf¨ªas y m¨¢s ecograf¨ªas, y tuve que o¨ªr disparates como que los ni?os mongoloides son una bendici¨®n. Hasta que mi propio m¨¦dico me dijo que lo que quer¨ªan era dilatar el proceso para dejarme fuera de plazo".
Desde 2001, un grupo de ginec¨®logos agrupados en la Asociaci¨®n M¨¦dicos a Escolha lucha contra el poder de la Ordem dos M¨¦dicos. Yolanda Hern¨¢ndez, directora de la cl¨ªnica espa?ola Los Arcos, a la que acuden a abortar 4.000 portuguesas al a?o -lo que supone el 60% de su negocio-, explica que 218 ginec¨®logos portugueses derivan mujeres a Badajoz y colaboran despu¨¦s en el seguimiento. Los Arcos ya ha iniciado contactos con el ministro de Sanidad luso y el pr¨®ximo a?o abrir¨¢ una cl¨ªnica abortiva en el centro de Lisboa. "Abriremos gane o pierda el refer¨¦ndum", afirma Hern¨¢ndez. La batalla no ser¨¢ f¨¢cil. El ginec¨®logo Oliveira, cree que, aunque el Gobierno gane, "tendr¨¢ que privatizar el aborto porque los m¨¦dicos seguir¨¢n neg¨¢ndose a realizarlo".
El ministro de Sanidad, Correia de Campos, ha prometido que el Gobierno har¨¢ cumplir la ley. Las excepciones legales ser¨¢n realizadas "dentro o fuera del Servicio Nacional de Salud", ha dicho Correia, quien cree que el s¨ª pondr¨¢ fin "a la persecuci¨®n judicial" y animar¨¢ a los m¨¦dicos a caminar por la senda "de la legalidad y la democracia".
Al director del Colegio de M¨¦dicos, Pedro Nunes, no le han gustado esas palabras: "Ya que es tan dem¨®crata, en vez de defender el aborto deber¨ªa comenzar por repartir anticonceptivos gratis a la poblaci¨®n".
Mientras, la Iglesia cat¨®lica ya ha advertido que guiar¨¢ a sus feligreses en el refer¨¦ndum. "No dejaremos de orientar a los fieles con toda claridad. No se trata de una campa?a pol¨ªtica ni de una cuesti¨®n religiosa, sino de una cuesti¨®n de conciencia. Ayudaremos a tomar conciencia", ha dicho Carlos Acevedo, portavoz de la Conferencia Episcopal.
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