El c¨®digo Capello

Napole¨®n universaliz¨® el C¨®digo Civil y Fabio Capello promulg¨® los c¨®digos del Madrid. El t¨¦cnico italiano ha labrado su mito a fuerza de dar ¨®rdenes. Al repasarlas, se observan normas de toda ¨ªndole: de gastronom¨ªa, de etiqueta, de convivencia y de t¨¢ctica. Muy pocas son originales -de hecho, hay jugadores que no se explican qu¨¦ hay de especial en ¨¦l que le da tanta fama-, pero suelen hacer efecto. Ma?ana contra el Bar?a el ordenamiento capellista se desplegar¨¢ en todo su esplendor a trav¨¦s los c¨®digos siguientes.

- Para entrenarse. Mej¨ªa explica que Capello fiscaliza cada detalle de los entrenamientos. "Est¨¢ tan encima del jugador", dice, "que, si en un momento ve algo que no le gusta, interrumpe todo con un grito. '?Esto es una puta mierda!'. Nos ha llegado a mandar al vestuario porque no est¨¢bamos trabajando fuerte. Este tipo de reacciones hacen que todo el grupo apriete". Seg¨²n Mej¨ªa, para el t¨¦cnico es muy importante entrenar la velocidad y el mantenimiento del bal¨®n a un toque. "Para conseguirlo hacemos muchas sesiones en campo reducido", dice el jugador; "es donde m¨¢s se corre porque el bal¨®n nunca est¨¢ fuera. Se presiona siempre y nunca se para. Al final, la hora y media se hace muy intensa".

- Para jugadores sin bal¨®n. Es la norma fundamental del r¨¦gimen de Capello y afecta tanto a los desmarques como a la colocaci¨®n cada vez que el equipo pierde la pelota. Fuentes de la c¨²pula del club aseguran que el capit¨¢n, Ra¨²l, es para el t¨¦cnico "la pieza clave del equipo porque es el ¨²nico que hace movimientos sin la pelota". Ra¨²l ha jugado 391 minutos, m¨¢s del triple que Robinho. El brasile?o, seg¨²n las mismas fuentes, "no crea los espacios, sino que s¨®lo se mueve cuando tiene el bal¨®n en los pies", mientras que Beckham "corre por correr; es un jugador para disputar un par de partidos, no para ser titular del Madrid". Mientras que Beckham sigue mostr¨¢ndose incapaz de jugar sin la pelota, Robinho y Cicinho han invertido la opini¨®n de Capello. Contra el Steaua, el italiano se sinti¨® reconfortado al comprobar que Robinho "cog¨ªa los movimientos". Esto incluy¨® los desmarques en el ataque y los repliegues en la defensa. En Bucarest, Robinho, que es extremo, recuper¨® seis balones. Y en el ataque hizo lo que le mand¨® Capello. Seg¨²n el jugador: "Me pidi¨® que me abriera a la banda para recibir bien por fuera, ampliar el campo y desde ah¨ª intentar desbordar o tirar la diagonal".

- Para delanteros con bal¨®n. "Conmigo, los delanteros tienen libertad total con el bal¨®n", asegura Capello, que no presta mucha atenci¨®n al juego con la pelota. El goleador del equipo, Van Nistelrooy, asiente: "Los cuatro de arriba podemos hacer los movimientos que queramos porque se supone que los seis de atr¨¢s guardan la posici¨®n".

- Para sacar el bal¨®n jugado. Cannavaro tiene un axioma que delata la poca importancia que da Capello al ataque con la pelota: "Cualquiera puede iniciar las jugadas. ?Hasta el portero con un pelotazo!". Alkorta, central muy apreciado por Capello en su primera etapa madridista, tipifica los distintos casos: "La clave es la movilidad. En nuestra ¨¦poca, los defensas no pod¨ªamos jugar a m¨¢s de dos toques. Para eso necesit¨¢bamos que los cuatro centrocampistas y los dos puntas se movieran, todos, buscando el desmarque. Si no se mov¨ªan, ten¨ªamos demasiado la pelota y permit¨ªamos al equipo contrario que nos presionara. Si hab¨ªa problemas, hab¨ªa que recurrir al bal¨®n en largo. Si no, se lo d¨¢bamos a los laterales o a Redondo. ??sa es la diferencia que hay con el Madrid actual! ?Que no tiene a Redondo! Redondo y Seedorf ten¨ªan libertad para trasladar la pelota o pasarla a quien quisieran. Adem¨¢s de defender, eran creativos. Ahora, Emerson y Diarra son s¨®lo defensivos".

- Para defensas. "Lo fundamental es la concentraci¨®n", dice Alkorta; "debes estar al ciento por ciento pendiente del partido y no complicarte con la pelota en los pies. Capello quiere que los delanteros no se giren nunca. Le gustan los centrales r¨¢pidos y agresivos".

- Para defenderse a bal¨®n parado. Defienden los diez jugadores de campo m¨¢s el portero.

- Para trepidaciones, horarios y trato con la prensa. Queda terminantemente prohibido llevar el tel¨¦fono m¨®vil encendido en el vestuario, en las comidas y en los traslados. Asimismo, los jugadores deben presentarse a los entrenamientos media hora antes, bajo pena de multa. Seg¨²n el departamento de comunicaci¨®n del club, las entrevistas de los jugadores con la prensa, por orden del entrenador, no pueden traspasar los diez minutos.

- Para la comida. "La comida, en las concentraciones, suele ser la misma para todos. Incluso hay quien bebe vino o cerveza", dice un colaborador de Capello. "Fuera de ellas, cada uno se gestiona s¨®lo. No podemos estar controlando a todos". El t¨¦cnico ha decidido llevarse a un cocinero en los desplazamientos porque "conoce m¨¢s que nadie la alimentaci¨®n que precisa la plantilla". El jam¨®n y el aceite de oliva no faltan nunca.