A 25 mil¨¦simas del bronce
Deferr, cuarto, vuelve a quedarse,como en Atenas 2004, sin medalla en suelo
Gervasio Deferr tiene piernas como columnas, capaces de impulsarle a lo m¨¢s alto; una coordinaci¨®n innata para saber d¨®nde est¨¢ su cuerpo en todo momento y un temperamento de hielo para mantener la calma en los instantes de mayor tensi¨®n. Lo que no tiene ¨²ltimamente es suerte. A pesar de su buen ejercicio en la final de suelo de ayer, el doble campe¨®n ol¨ªmpico se qued¨® a un suspiro del bronce, exactamente lo mismo que le pas¨® en esta prueba en los Juegos de Atenas 2004, y dej¨® al equipo espa?ol sin metales en los Campeonatos del Mundo de gimnasia, que terminan hoy en Aarhus (Dinamarca).
La mayor¨ªa de los gimnastas tienen que entrenarse todo el a?o, en doble sesi¨®n diaria, para mantener sus cuerpos en forma. Se resienten si paran unas semanas y tienen que trabajar el doble para volver al principio. Gervi, no. Sabe que sus condiciones f¨ªsicas, a pesar de las graves lesiones que ha sufrido en ambos hombros y en la espalda, le permiten sacar el mayor partido a cada minuto de entrenamiento. Ni siquiera se prepara todo el curso.
Su ejercicio fue siete d¨¦cimas m¨¢s f¨¢cil que el del campe¨®n, Dragulescu, su clon rumano
Eso no impide que el gimnasta, de 25 a?os, casi diez de ellos en la ¨¦lite, se canse en ocasiones de la dura disciplina de este deporte, de sus estrictos horarios y, sobre todo, de los largos meses fuera de casa. El mi¨¦rcoles pasado reconoc¨ªa en un ascensor del hotel, en Aarhus, donde lleva dos semanas metido, que est¨¢ cansado de estar lejos de Barcelona. Antes estuvo casi un mes concentrado en Madrid.
El problema es que Deferr ha marcado en su agenda los Juegos de Pek¨ªn 2008. Ser¨ªan los terceros de su vida. Por eso est¨¢ en Dinamarca y por eso ha vuelto a ponerse en las manos de su entrenador de toda la vida, Alfredo Hueto, el mismo que le descubri¨® cuando apenas ten¨ªa cinco a?os y que ayer parec¨ªa m¨¢s nervioso que el gimnasta mientras ¨¦ste esperaba su turno.
Deferr tuvo fortuna en el sorteo, pues sal¨ªa el pen¨²ltimo y ya se sabe que los jueces se van calentando seg¨²n avanza la competici¨®n. Desde una esquina del pabell¨®n vio c¨®mo fallaba su compa?ero, Isaac Botella, que sali¨® desolado de su primera gran final; c¨®mo arrancaba los gritos del p¨²blico el brasile?o Hyp¨®lito con un ejercicio dificil¨ªsimo y original que le vali¨® la plata; c¨®mo defraudaba el campe¨®n ol¨ªmpico, el canadiense Shewfelt (bronce), y como evitaba en el ¨²ltimo momento el fallo el clon del espa?ol, el rumano Dragulescu, con el que comparte caracter¨ªsticas f¨ªsicas, muchos podios y que ayer se llev¨® la gloria suprema (oro).
"?Venga, Gervi!", le gritaron desde la grada mientras empapaba sus pies en magnesia para aumentar la fijaci¨®n. Sali¨® del tapiz con una sonrisa y recibi¨® un enorme abrazo de su entrenador. La nota fue silbada, pero lo cierto es que el ejercicio del espa?ol fue siete d¨¦cimas m¨¢s f¨¢cil que el del campe¨®n y estuvo medio punto por debajo del realizado por el brasile?o. Con el nuevo c¨®digo, que suma el valor del ejercicio a la nota de ejecuci¨®n, una diferencia de partida tan grande hace dificil¨ªsima la lucha. Aun as¨ª, Deferr se qued¨® a tan s¨®lo 0,025 puntos, algo insignificante ahora que, eliminado el 10,000, las notas rondan los 16,000.
La suerte que parece acompa?ar al gimnasta en el salto parece haberle abandonado en el suelo. Medallista de plata en esta ¨²ltima prueba en los Mundiales de 1999, tuvo que devolver la que consigui¨® en los de 2002 tras dar positivo en un control antidopaje por fumarse un porro. En Atenas fue relegado a la cuarta posici¨®n, la misma que repiti¨® ayer. Eso s¨ª, en la capital griega se resarci¨® con creces con su segundo oro ol¨ªmpico en salto. En Dinamarca no tendr¨¢ otra oportunidad.
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