Los pozos de la discordia en Sajal¨ªn
El Kremlin y las multinacionales chocan por los enormes yacimientos rusos del Extremo Oriente
Las relaciones entre Rusia, embarcada en una pol¨ªtica de control nacional de sus recursos, y las grandes petroleras, apoyadas por los Gobiernos occidentales, se est¨¢n definiendo en Sajal¨ªn, una isla de 76.400 kil¨®metros cuadrados (un poco m¨¢s peque?a que Castilla-La Mancha, que tiene 79.463 kil¨®metros cuadrados) sometida a la influencia del ?rtico y poblada por medio mill¨®n de habitantes. Aqu¨ª, a casi 10.500 kil¨®metros de Mosc¨² y orient¨¢ndose hacia el Pac¨ªfico, avanzan los m¨¢s ambiciosos proyectos de hidrocarburos del mundo y la construcci¨®n de la primera planta de gas licuado (GNL) de Rusia.
Al sobrevolar el noreste de Sajal¨ªn, la reflexi¨®n sobre el precio del futuro es inevitable. Desde el helic¨®ptero se aprecia mejor el contraste entre los ocres oto?ales de los bosques, que flanquean lagunas, r¨ªos sinuosos y playas desiertas, y los brillos met¨¢licos de la ingenier¨ªa de vanguardia, representada por plataformas, tubos, dep¨®sitos y andamios de colores chillones.
Las reservas de gas y petr¨®leo de Sajal¨ªn representan el 11% de las exploradas en Rusia
La planta de gas licuado exportar¨¢ el equivalente a la mitad del consumo de Espa?a
Una comisi¨®n de Mosc¨² eval¨²a las denuncias ecologistas sobre el impacto ambiental
Las reservas de gas y petr¨®leo probadas de Sajal¨ªn son de 45.000 millones de barriles equivalentes (m¨¢s que las de Libia y cerca del 11% de las reservas exploradas de Rusia, que, a su vez, son las primeras del mundo). La isla est¨¢ rodeada de dep¨®sitos submarinos de hidrocarburos que pueden convertirla en una nueva Klondike para Asia y Estados Unidos.
La anglo-holandesa Shell y la norteamericana ExxonMobil, respectivamente, son responsables de los proyectos Sajal¨ªn-2 y Sajal¨ªn-1 para obtener, transportar y comercializar hidrocarburos de acuerdo con la f¨®rmula de reparto de producci¨®n (PSA). Sus contratos con el Estado, confeccionados a medida y firmados en 1994 y 1995, respectivamente, contemplan un trato fiscal de favor y garant¨ªas a prueba de conmociones pol¨ªticas, a cambio de grandes inversiones, transferencias tecnol¨®gicas y el papel de locomotora del desarrollo y la industria local.
Sajal¨ªn-1 y Sajal¨ªn-2 comenzaron a extraer petr¨®leo en los a?os noventa, pero el salto cualitativo hoy es el GNL, gas natural licuado, que Sajal¨ªn-2 exportar¨¢ a partir de 2008 desde la planta de licuefacci¨®n de la bah¨ªa de Aniva, con una capacidad de m¨¢s de 9,6 millones de toneladas anuales (la mitad del consumo de Espa?a). El gas se llevar¨¢ a Jap¨®n, a Corea y EE UU en metaneros de nueva generaci¨®n, que iniciar¨¢n a la industria naval rusa en un campo inexplorado. "El 98% del gas est¨¢ vendido", dice Ian Craig, el director ejecutivo de Sajal¨ªn-2.
Las petroleras han desarrollado la infraestructura de la isla, donde, en escala menor, se extra¨ªa petr¨®leo desde los a?os veinte del siglo pasado. Sajal¨ªn-2 est¨¢ finalizando las obras del gasoducto y oleoducto conjunto, que discurriendo en paralelo en una franja de 43 metros de anchura y m¨¢s de 800 kil¨®metros de longitud, unen las plataformas de producci¨®n en la costa del noroeste con la planta de licuefacci¨®n en Aniva. Sajal¨ªn-1 ha modernizado y ampliado las conducciones (225 kil¨®metros) desde la bah¨ªa de Cha¨ªvo al puerto de De Kastri, en la Rusia continental.
En Sajal¨ªn-2, Shell controla un 55% y est¨¢ asociada a las japonesas Mitsui y Mitsubishi, que tienen el 45% restante. En Sajal¨ªn-1, el operador es Exxon Mobile (30%) con la japonesa Sodeco (30%), la rusa Rosneft (20%) y la india ONGC Videsh ( 20%) como socios. Los consorcios deben amortizar costes antes de pagar impuestos sobre el beneficio y compartir la producci¨®n con el Estado ruso.
Los costes se han desbordado en los dos proyectos. Sajal¨ªn-1 ha pasado de 12.000 millones de d¨®lares (9.500 millones de euros) a 17.000 millones (13.500 millones de euros), pero el consorcio considera incorrectos estos c¨¢lculos. En Sajal¨ªn-2, el presupuesto de 12.000 millones de d¨®lares se ha convertido en 20.000 millones (15.800 millones de euros). Seg¨²n Craig, "se subestimaron las dificultades" y tambi¨¦n la subida de los precios, desde el acero a los billetes de avi¨®n. El Estado ruso no acepta el aumento de costes de Sajal¨ªn-2, que retrasan la percepci¨®n de su beneficio. Una comisi¨®n supervisa las cuentas en Mosc¨².
En virtud de los acuerdos PSA, los consorcios pueden exportar gas directamente, un derecho del que han sido privados los productores independientes, en beneficio del monopolio del consorcio Gazprom, controlado por el Estado. Rusia no quiere nuevos contratos PSA, pero ha asegurado que respetar¨¢ los vigentes, es decir, los dos de Sajal¨ªn y un tercero con la francesa Total en la regi¨®n de los Nenets. Con todo, las ambiciones de Mosc¨² de protagonizar una pol¨ªtica global basada en la energ¨ªa apuntan hacia una redefinici¨®n de las reglas de juego tambi¨¦n en Sajal¨ªn. Muchos sospechan que los argumentos medioambientales de Mosc¨² esconden intereses econ¨®micos. Gazprom, el monopolio estatal de gas, no ha llegado a un acuerdo con Shell para el intercambio de participaciones que desea.
Desde hace a?os los ecologistas advierten del impacto de Sajal¨ªn-1 y Sajal¨ªn-2. Dicen que en los bosques se talan m¨¢s ¨¢rboles de los que se debiera, que los peces no pueden remontar la corriente en los r¨ªos, cuyos cauces han sido distorsionados por las conducciones y que las ballenas grises son molestadas con el ruido de los petroleros. La flora de la bah¨ªa de Aniva, a su vez, se resiente del vertido de escombros.
Tras a?os de indiferencia, el Ministerio de la Naturaleza de Rusia asumi¨® los argumentos de los ec¨®logos en el caso de Sajal¨ªn-2 y en agosto acus¨® al consorcio de una larga lista de infracciones. Ahora, en Iuzhno-Sajalinsk trabaja una comisi¨®n llegada de Mosc¨², que ha relevado a los funcionarios locales responsables del medio ambiente, tras dar a entender que ¨¦stos eran demasiado complacientes y ten¨ªan escasas competencias para afrontar la magnitud de las infracciones.
El jefe de la comisi¨®n moscovita, Dimitri Belan¨®vich, acusa a Sajal¨ªn-2 de no entregar los documentos que solicita en el plazo indicado. "Esto puede retrasar el resultado de la inspecci¨®n", se?ala. Andreas van den Dries, responsable de la calidad en la planta de GNL, considera imposible obtener en dos d¨ªas los certificados medioambientales de varios centenares de buques que recalaron en la bah¨ªa de Aniva. "Es irracional. Lo hacen adrede para que no podamos cumplir sus exigencias", dice. David Greer, vicedirector ejecutivo de Sajal¨ªn-2, afirma que la mayor¨ªa de las deficiencias detectadas se han eliminado y que la empresa no volver¨¢ a cambiar el trazado de las conducciones, ya alteradas para no molestar a las ballenas. Las obras s¨®lo pueden interrumpirse por decisi¨®n judicial y Greer advierte que paralizarlas ser¨ªa m¨¢s caro y m¨¢s gravoso para la naturaleza que acabar lo empezado.
Para ecologistas como Dmitri Lisitsyn, de la Vigilancia Ecol¨®gica de Sajal¨ªn, "el control estatal es una oportunidad de salvar nuestro futuro, as¨ª que no nos importa si hay razones ocultas". Mientras tanto, la comisi¨®n moscovita ha retrasado la inspecci¨®n de las denuncias contra Sajal¨ªn-1.
Es dif¨ªcil evaluar si el impacto ecol¨®gico de las gigantescas construcciones podr¨ªa ser otro. El ingeniero nigeriano Joshua Ogunyannwo, de Sajal¨ªn-2, nos muestra c¨®mo las conducciones de hidrocarburos se deslizan pulcramente bajo un r¨ªo limpio con una barrera de sedimentaci¨®n. V¨ªctor Afan¨¢siev, del Comit¨¦ de la Naturaleza de la regi¨®n, un r¨ªo bloqueado y un gasoducto cubierto por un terreno erosionado y mezclado con los girones no biodegradables de las barreras de sedimentaci¨®n. Lisitsyn y Afan¨¢siev comparten la misma opini¨®n respecto a Sajal¨ªn-2: "S¨®lo act¨²an si se les presiona". En cualquier caso, el terreno desarbolado que cubre el gasoducto y el oleoducto no es un campo de golf.
A diferencia de Sajal¨ªn-2, Sajal¨ªn-1 suministrar¨¢ gas al Lejano Oriente ruso, adem¨¢s de exportarlo. Exxon negocia con Pek¨ªn para construir un gasoducto hasta China, pero ese proyecto s¨®lo puede prosperar en consonancia con el Kremlin. La presencia de un socio ruso como Rosneft ayuda. "No podr¨ªamos haber avanzado sin buenas relaciones con el Gobierno ruso a todos los niveles", se?ala Michael Allen, de Sajal¨ªn-1. Con todo, el Estado ha denegado a Exxon el permiso para ampliar los l¨ªmites del yacimiento de Cha¨ªvo y en 2004 le anul¨® una licencia para otro proyecto en la isla. Las multinacionales est¨¢n preocupadas por el cambio de clima en Mosc¨², pero no parecen dispuestas a tirar la toalla, al menos mientras haya algo que ganar en estos parajes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Gas natural
- Oleoductos
- Exxon Mobil
- Plataformas petroleras
- Shell
- Refiner¨ªas
- Producci¨®n petr¨®leo
- Gasoductos
- Suministro gas
- Suministro petroleo
- Gas
- Petroleras
- Rusia
- Europa este
- Suministro energ¨ªa
- Petr¨®leo
- Golf
- Provincia Sevilla
- Distribuci¨®n
- Combustibles f¨®siles
- Vivienda
- Andaluc¨ªa
- Instalaciones deportivas
- Ayuntamientos
- Pol¨ªtica exterior