"En el cine juego a enga?arme a m¨ª mismo"

El lunes pr¨®ximo ser¨¢ la primera jornada de rodaje de Oviedo Express. Ese d¨ªa, su director, Gonzalo Su¨¢rez (Oviedo, 1934), aparecer¨¢ en el set y preguntar¨¢ c¨®mo se titula la pel¨ªcula y de qu¨¦ va. No es s¨®lo una coqueter¨ªa, es tambi¨¦n la necesidad de este creador de enfrentarse a ese momento de esplendor y tambi¨¦n de angustia que considera imprescindible como motor de su cine. "Juego a enga?arme a m¨ª mismo como si yo no hubiera escrito el gui¨®n", asegura. De hecho, no ha preparado la pel¨ªcula, nunca lo hace, se pone en manos de su ayudante de direcci¨®n, Javier Balaguer, y de su operador, Carlos Su¨¢rez, sin conocer siquiera el plan de rodaje. "As¨ª siento el asombro y la excitaci¨®n de afrontar cada d¨ªa algo que parece que pasa por primera vez. Es as¨ª como me gusta enfrentarme a un rodaje; en caso contrario, si supiera de antemano la planificaci¨®n, tender¨ªa a aburrirme". Le gusta llegar y hacer ver como si fuera la primera vez. "Es entonces cuando empiezo a trabajar con los actores y no paro de rodar hasta tener por lo menos tres tomas buenas. A m¨ª me gustar¨ªa vivir rodando y escribir rodando". A veces acaba rodando pero en la calle, como el martes pasado, cuando meti¨® el pie "en esa obra que es Madrid" y sali¨® disparado, bajo la lluvia. "Menos mal que todav¨ªa tengo costumbre de caer bien. Me gust¨® aterrizar bien, me dio mucha moral de cara a este rodaje de Oviedo Express", cuenta divertido.

Oviedo Express es una pel¨ªcula con gui¨®n, al contrario que su ¨²ltimo experimento, El genio tranquilo, un filme rodado en la primavera pasada en digital para formato DVD, sin gui¨®n y con actores no profesionales, como ya intent¨® en los a?os sesenta con diferente fortuna. "Fue muy gratificante echarme al monte, en cuanto pueda lo volver¨¦ a hacer", recuerda. Ahora, ha elegido un formato algo m¨¢s ortodoxo desde un punto de vista industrial. Protagonizada, entre otros, por Carmelo G¨®mez, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Maribel Verd¨², Jorge Sanz y Najwa Nimri, Oviedo Express narra la llegada a Oviedo de un grupo de actores para representar la adaptaci¨®n teatral de La Regenta. La irrupci¨®n de estos c¨®micos ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de las tablas del escenario alterando el devenir cotidiano de la ciudad. Situada en la actualidad, Su¨¢rez ha introducido la presencia de un tren anacr¨®nico, echando humo, que abre y cierra el filme. "Quiero que sea un tren como el Oriente Express, es muy cinematogr¨¢fico y tambi¨¦n muy metaf¨ªsico. Es una met¨¢fora de la vida que, dicho sea de paso, cada vez es m¨¢s vertiginosa".

Es aventurero y jugador. Le gusta tenderse trampas a s¨ª mismo -"mi juego consiste en ir a descubrir qu¨¦ hay de ese gui¨®n que yo he escrito", "no me interesa ninguna pel¨ªcula que no fuera para m¨ª una aventura que luego pueda compartir con el espectador"- y vive el cine como una defensa, como un intento de inventarse la vida. Siempre a la b¨²squeda del l¨ªmite. "De buenos prop¨®sitos est¨¢ la vida llena y m¨¢s antes de rodar una pel¨ªcula. Me planteo conseguir lo que consegu¨ªa Hitchcock, que detr¨¢s de una imagen ortodoxa siempre hab¨ªa un contenido que daba v¨¦rtigo, esa sensaci¨®n de que algo pasa detr¨¢s, esa intensidad y especie de tensi¨®n interior de lo que no ves". Y por ello luchar¨¢ hasta no ceder.

Novelista, periodista, cineasta, dramaturgo, a Su¨¢rez no le gusta estar comprometido con una sola disciplina. "Ando con cautela a la hora de decir si el cine es mayor aventura creadora que una obra literaria. La literatura es un viaje que puede resultar m¨¢s profundo e incluso m¨¢s peligrosamente profundo. El cine tiene de saludable que siempre hay una contenci¨®n por esos elementos reales que se plantan ante la c¨¢mara y que te obliga a una convivencia", asegura antes de proclamar el arte del cine como el gran privilegio, no s¨®lo para el que lo hace, sino tambi¨¦n para el que lo ve. "No hay que olvidar que en muchas partes del mundo esa opci¨®n de ir al cine ya no existe".

De sus t¨ªtulos en el cine hay algunos que quiere olvidar, como La Regenta (1974) -"no representa el cine que yo quiero hacer"- y otros a los que directamente odia, como Morbo -"es un filme donde estoy muy inhibido"-, que sin embargo tuvo ¨¦xito comercial y le salv¨® para seguir en los derroteros tan personales de su cine. De los t¨ªtulos de los que s¨ª se siente part¨ªcipe y tambi¨¦n orgulloso cita Ditirambo, El extra?o caso del doctor Fausto, Aoom, que ni siquiera se distribuy¨®, Ep¨ªlogo o Remando al viento. "Conf¨ªo en poder ir por esos derroteros m¨¢s lejos. Cada vez s¨¦ menos lo que me queda pendiente. Con la vida siempre tengo la sensaci¨®n de que algo nos ha quedado pendiente, pero creo que ese tipo de frustraci¨®n es lo que te hace seguir adelante. El motor es la angustia. Eso es lo que te hace seguir. No s¨¦ si en el cine o la literatura es una huida o una b¨²squeda. Lo que s¨ª s¨¦ es que si es una b¨²squeda todav¨ªa no he encontrado nada, y si es una huida tampoco he encontrado refugio".

Gonzalo Su¨¢rez, contrariamente a lo que se podr¨ªa suponer por el tipo de cine que hace, tiene muy presente al espectador, pero de uno en uno. "Es degradante hablar de p¨²blico. Mi relaci¨®n con ¨¦l me la planteo como si hablara con una persona a la que le doy todos los atributos que le supongo de inteligencia, de sensibilidad. Eso no quiere decir que s¨®lo a las personas inteligentes y sensibles les guste mi cine. Pretendo devolverles la dignidad de ser una persona. No tengo inconveniente en llenar cines y que haya colas, pero siempre me dirigir¨¦ a una sola persona".

Su¨¢rez recurre al cine para sentirse vivo, para encontrarse con adversidades y superarlas. Delante le quedan nueve semanas para probarlo, pero con una advertencia previa: "Voy a intentar que Oviedo Express sea mi mejor pel¨ªcula... hasta la pr¨®xima".