"Espa?a empeora sus posibilidades de competir"

"Espa?a es uno de los 20 pa¨ªses m¨¢s atractivos para el inversor extranjero, pero necesita dedicar m¨¢s dinero a recursos humanos y tecnolog¨ªa", seg¨²n el nuevo CEO (presidente ejecutivo) mundial de la consultora estrat¨¦gica A. T. Kearney, porque empieza a perder puestos en algunos de los principales indicadores adelantados de competitividad. Paul Laudicina, que accedi¨® al cargo por elecci¨®n de los 180 socios de su firma el 1 de septiembre, ha visitado Espa?a esta semana. Est¨¢ considerado como uno de los 25 consultores m¨¢s influyentes del mundo, ha asesorado al Gobierno de EE UU y a gobiernos de otros pa¨ªses (es, por citar un ejemplo, uno de los autores intelectuales de la r¨¢pida transformaci¨®n irlandesa de pa¨ªs agr¨ªcola en pa¨ªs tecnol¨®gicamente desarrollado), es ponente habitual en el World Economic Forum de Davos, miembro de la Academia de Ciencias Pol¨ªticas de EE UU y autor de numerosos libros (el ¨²ltimo, World out of balance, editado en McGraw-Hill) y estudios. Hasta su nombramiento ha dirigido dentro de la consultora el Global Business Policy Council, un gabinete estrat¨¦gico que asesora a los presidentes y consejeros delegados de las principales empresas sobre macro-tendencias pol¨ªticas y econ¨®micas.

"S¨®lo hay dos soluciones al desequilibrio demogr¨¢fico occidental: traer mano de obra desde pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo o exportarles puestos de trabajo"

"Necesitamos una nueva era con m¨¢s integraci¨®n entre los pa¨ªses y con pactos sociales que permitan distribuir mejor los frutos de la globalizaci¨®n"

"A pesar de la ret¨®rica de Lula, Ch¨¢vez o Morales, en el ¨²ltimo a?o aument¨® el grado de integraci¨®n de Am¨¦rica Latina en la econom¨ªa mundial"

Pregunta. ?Qu¨¦ es una consultor¨ªa de direcci¨®n o estrat¨¦gica?

Respuesta. En un mundo cada vez m¨¢s complejo, inmerso en procesos acelerados de globalizaci¨®n e integraci¨®n de las econom¨ªas, los empresarios y los gobiernos buscan a alguien que les ayude a identificar y perseguir con ¨¦xito las oportunidades de crecimiento que van surgiendo y que a veces no son f¨¢ciles de ver. ?se es nuestro papel y el de las consultor¨ªas de alto valor a?adido. Ayudamos al cliente a identificar oportunidades, a planificar c¨®mo abordarlas, a gestionar los riesgos y a asegurar en la medida de lo posible beneficios para todos los implicados.

P. Hace unos a?os se integraron en EDS y ahora se acaban de divorciar mediante la compra de la consultora por sus directivos. ?Qu¨¦ ha ocurrido?

R. Ha sido un interludio en la larga partitura de A. T. Kearny. En 2006 celebramos nuestro 80? aniversario, y siempre hemos sido independientes salvo en una d¨¦cada, entre 1995 y 2005, en la que formamos parte de EDS. Una decisi¨®n pactada hace 11 a?os, en plena efervescencia de las compa?¨ªas punto.com y los valores t¨¦cnol¨®gicos, porque cre¨ªamos que la uni¨®n nos beneficiaba. El transcurso del tiempo y de los acontecimientos nos hizo reconsiderar esas ideas. Hoy creemos que es mejor para nosotros y para nuestros clientes reunir en unas mismas manos todas las responsabilidades y la propiedad. Y desde ese convencimiento pactamos hace meses con EDS la recuperaci¨®n de la independencia.

P. ?Cu¨¢l es su facturaci¨®n?

R. En 2005, ejercicio en el que est¨¢bamos a¨²n en EDS, nuestras ventas superaron los 700 millones de d¨®lares. Este a?o, la facturaci¨®n est¨¢ creciendo mucho, a tasas de dos d¨ªgitos, y vamos a tener los mejores resultados desde hace una d¨¦cada. En A. T. Kearny Iberia tenemos oficinas en Madrid y Lisboa, y a expensas de lo que ocurra en el ¨²ltimo trimestre, podemos cerrar el a?o con una facturaci¨®n de 20 millones de euros y un incremento anual del 10% al 15%.

P. Usted es un experto en estrategia global en el ¨¢mbito de las corporaciones y los gobiernos. En su opini¨®n, y a grandes rasgos, ?cu¨¢les son los puntos fuertes y los puntos d¨¦biles de Espa?a en el nuevo marco global?

R. Son dos caras de una misma moneda. Entre los puntos fuertes hay que citar los recursos humanos, la innovaci¨®n y el esp¨ªritu emprendedor que han permitido a este pa¨ªs ser l¨ªder europeo tanto en el proceso de integraci¨®n en la UE como en el proceso de integraci¨®n en la econom¨ªa global, temas que tambi¨¦n figuran en la otra cara de la moneda, en la de los puntos d¨¦biles. Espa?a necesita una mayor inversi¨®n en recursos humanos y en tecnolog¨ªa para no quedar descolgada en competitividad respecto a otros pa¨ªses. Algunos de los principales indicadores adelantados, como el ?ndice Pisa, que mide el alfabetismo de los ciudadanos en conceptos matem¨¢ticos y cient¨ªficos, muestran un retroceso significativo en el caso espa?ol. Tambi¨¦n se est¨¢ registrando, en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, cierta ralentizaci¨®n en el crecimiento de conexiones a Internet.

P. Ustedes tienen entre sus clientes a empresas, algunas espa?olas, con intereses en Am¨¦rica Latina. ?C¨®mo ve la situaci¨®n en estos pa¨ªses? ?Qu¨¦ opina del resurgimiento del populismo y de la inseguridad jur¨ªdica en los mismos?

R. A pesar de la ret¨®rica de Lula, Ch¨¢vez, Morales y de otros pol¨ªticos populistas, como Obrador en M¨¦xico, en el ¨²ltimo a?o se ha incrementado el grado de integraci¨®n de Am¨¦rica Latina en la econom¨ªa mundial. La regi¨®n ha aumentado en un 8% su peso en el comercio mundial. Y los flujos de inversi¨®n directa han crecido. Las clases consumidoras, medidas por su definici¨®n cl¨¢sica -renta de 10.000 d¨®lares per c¨¢pita, ajustada para asegurar la equivalencia del poder adquisitivo-, tambi¨¦n se han incrementado.

P. ?Y entonces?

R. Hay, en realidad, una contradicci¨®n entre la ret¨®rica de algunos pol¨ªticos, que parece hostil a los negocios, y un entorno actual de crecimiento en la regi¨®n que es mucho m¨¢s robusto que el que se registr¨® en los a?os noventa. Salvo en Bolivia y en Venezuela no se ha incrementado la inseguridad jur¨ªdica.

P. ?C¨®mo ve la irrupci¨®n de China e India como inversores?

R. Tienen varias multinacionales que muestran un gran apetito a la hora de adquirir empresas. China busca sobre todo hacerse con commodities

en Am¨¦rica Latina. Y empresas indias de servicios est¨¢n protagonizando grandes inversiones en el exterior. Pero el fen¨®meno hay que verlo en su contexto. Los flujos de inversi¨®n directa en China alcanzan los 80.000 millones de d¨®lares y en India entre 8.000 y 9.000 millones. Es decir, que en cifras netas esos pa¨ªses siguen siendo receptores de inversi¨®n directa.

P. ?EE UU y Europa est¨¢n a la altura de estos cambios?

R. Se est¨¢n beneficiando del crecimiento de China e India, sobre todo del crecimiento de sus colectivos de consumidores. Nuestras sociedades en EE UU y Europa se est¨¢n encogiendo y por ello sus empresas buscan mercados en los que haya gente que consuma o pueda consumir. Hoy en el mundo hay 6.000 millones de habitantes, y de ellos 1.000 integran el colectivo de consumidores. En 2015 este colectivo se habr¨¢ duplicado y de los mil millones de consumidores adicionales, 900 corresponder¨¢n a pa¨ªses emergentes, y de ¨¦stos, 626 millones a China.

P. ?Qu¨¦ es eso de que se est¨¢n encogiendo las sociedades?

R. La poblaci¨®n decrece y envejece en Europa y Estados Unidos. Hay una reducci¨®n importante en la franja de edad comprendida entre 15 y 39 a?os. En las ¨²ltimas d¨¦cadas la poblaci¨®n ha ca¨ªdo en torno a un 14% en los pa¨ªses industriales y se ha incrementado un 18% en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y sobre todo en China e India. Para resolver el desequilibrio s¨®lo hay dos soluciones: importar mano de obra desde los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo o exportarles puestos de trabajo.

P. Esa mayor colaboraci¨®n entre unos y otros pa¨ªses genera riqueza en Europa y EE UU , pero no para todos sus ciudadanos. La deslocalizaci¨®n produce paro. Adem¨¢s, muchos de estos cambios conllevan, junto a mayores tasas de beneficio para las empresas, una degradaci¨®n respecto a las condiciones laborales, salariales o medioambientales vigentes en Europa y EE UU.

R. Los beneficios de la globalizaci¨®n, en efecto, no se reparten de forma equitativa. En los pa¨ªses desarrollados cada vez hay m¨¢s grupos movilizados en defensa de la salud, el medioambiente o las condiciones laborales. Estas preocupaciones, en un mundo global y relacionado a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, van a acabar extendi¨¦ndose a ciudadanos de India y China. Va a ser imposible mantener dos listones de calidad de vida, y por tanto las diferencias son transitorias. Necesitamos una nueva era de globalizaci¨®n con m¨¢s integraci¨®n entre los distintos pa¨ªses y con unos pactos sociales que permitan distribuir mejor los frutos de la globalizaci¨®n.