Agentes entre grietas
Las familias de un cuartel de la Guardia Civil declarado en ruina econ¨®mica piden que se garantice su seguridad
El techo de las oficinas de la Guardia Civil de Alhama (Granada, 6.000 habitantes), se vino abajo hace algo m¨¢s de un mes, en plena madrugada. Hoy esas dependencias ya no existen porque el Ayuntamiento orden¨® la demolici¨®n inmediata. As¨ª que las oficinas del cuartel son ahora unas casetas port¨¢tiles ubicadas en el solar donde se levantaba el edificio. Un terreno vac¨ªo enmarcado por dos torres de tres pisos, con la pintura blanca levantada en alg¨²n tramo y un andamio en el que desde hace semanas trabajan varios obreros. All¨ª viven tres familias de guardias civiles con hijos y ocho agentes sin sus familias. "Si han tirado las oficinas es por algo. No puedes evitar acostarte todos los d¨ªas con la mosca detr¨¢s de la oreja", dice uno de ellos.
"Hay bastantes rajas entre la acera y la pared en las que cabe una mano"
"Son viejas, pero no hay peligro y es m¨¢s caro rehabilitarlas que hacer otras"
Las familias piden que les garanticen "por escrito" la habitabilidad de sus casas. "Hace unas semanas vino un arquitecto de la Guardia Civil y nos dijo que no parec¨ªa que se fueran a caer, pero que no pon¨ªa la mano en el fuego", cuenta este agente, que prefiere no dar su nombre. ?l tiene una grieta de extremo a extremo en el sal¨®n, causada, seg¨²n le han explicado, por una viga que ha cedido. "Pero me han dicho que no parece que sea peligroso".
El arquitecto les aconsej¨® dar la voz de alarma inmediata si observaban "una grieta oblicua", pero, por ahora, no hay ninguna de ¨¦stas. Aunque, desde fuera, se aprecia que el terreno arcilloso sobre el que se asienta el cuartel ha sufrido m¨¢s de un desplazamiento. "Hay bastantes rajas entre la acera y la pared en las que cabe una mano", dice el agente.
"Nos hemos tranquilizado un poco con el arquitecto, pero a nadie le gusta vivir as¨ª", afirma este vecino. Las casas de los agentes miden 48 metros cuadrados, repartidos entre tres habitaciones, una cocina y un ba?o. El agua, cuentan, llega con poca presi¨®n y en la parte trasera del edificio sobresale una monta?a de c¨¢scaras de almendras tapadas con un pl¨¢stico. "Todos tenemos una estufa que se alimenta con c¨¢scaras porque si no, en invierno, es imposible vivir ah¨ª. Con un brasero el¨¦ctrico o un calentador de los de aire es como si no tuvieras nada".
Pero aunque las condiciones no sean las mejores, a las familias les preocupa sobre todo la seguridad. El informe elaborado por los t¨¦cnicos tras el derrumbe de parte de las oficinas recomendaba "un estudio en profundidad del modo en que est¨¢n afectados los dos bloques laterales de mayor altura y ocupados por las viviendas".
Un portavoz de la Guardia Civil de Granada reconoce que el cuartel est¨¢ declarado en "ruina econ¨®mica". Es decir, que es m¨¢s caro arreglarlo que construir uno nuevo. "Se ha echado abajo lo que corr¨ªa m¨¢s peligro y se est¨¢ rehabilitando el resto", explica. ?Pero es habitable? "Evidentemente. Si no, no estar¨ªan viviendo all¨ª". Este portavoz sugiere que a los agentes les compensa vivir en la casa cuartel y no tener que buscarse otra vivienda fuera y tener que pagar de su propio bolsillo. "A lo mejor prefieren guardarse ese dinerito para otra cosa", advierte.
Este portavoz garantiza que si hubiera habido "el m¨¢s m¨ªnimo peligro" para la casa cuartel, la comandancia de Granada habr¨ªa sido la primera "en decirles a los guardias civiles que sacaran a sus familias de all¨ª y se fueran". "No dejan de ser viejas, pero no hay ning¨²n peligro y es m¨¢s caro rehabilitarlas que hacer otras", insiste. Tampoco hay un proyecto de nuevo cuartel, aunque a las familias les han asegurado que tendr¨¢n que salir de sus casas dentro de aproximadamente un a?o y medio. Hasta entonces, seg¨²n este portavoz, las casas "no se van a tocar". "Est¨¢n bien, no hay peligro", insiste.
Sin embargo, una cuadrilla de obreros trabajaba hace unos d¨ªas encofrando uno de los dos bloques de viviendas. "El edificio que se ha tirado estaba pegado a esto y ha afectado un poco", explica uno de ellos. Los mismo obreros tienen tambi¨¦n previsto arreglar el techo de las casas. Este alba?il reconoce, no obstante, que el edificio "est¨¢ sano". "Para nada que se va a hacer aqu¨ª y la que se est¨¢ montando...", dice.
Ellos mismos trabajaron hace dos a?os en reformar el interior de las casas de los agentes y sus familias. Cambiaron la instalaci¨®n el¨¦ctrica, los suelos, las ventanas y algunos ba?os. "Ni siquiera tuvimos que hacer tanta obra en todas las casas porque algunos ya la hab¨ªan ido haciendo ellos mismos". Para los vecinos, aquellas obras s¨®lo fueron "un lavado de cara". Esos trabajos se realizaron tambi¨¦n en las oficinas que finalmente hubo que demoler hace tres semanas. "No entiendo que estuvieran tan mal ahora" cuenta el alba?il, que estuvo presente en la demolici¨®n del inmueble. "A la m¨¢quina le cost¨® trabajo tirarla. No se ca¨ªa tan f¨¢cil", dice.
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