China forja una alianza estrat¨¦gica con ?frica

Con miles de farolillos rojos en las principales avenidas y grandes pancartas con esl¨®ganes como ?frica, la tierra de los mitos y los milagros, Pek¨ªn celebra este fin de semana la mayor cumbre de l¨ªderes africanos. Los jefes de Estado o de Gobierno de m¨¢s de 40 pa¨ªses de los 53 que tiene el continente debatir¨¢n durante dos d¨ªas con los dirigentes chinos la forma de incrementar sus relaciones econ¨®micas y pol¨ªticas. Para China, el objetivo es asegurarse las materias primas que necesita su pujante econom¨ªa, abrir nuevos mercados e incrementar su peso como gran potencia emergente en la esfera internacional. Para ?frica se trata de lograr inversiones y contar con una alternativa a sus socios tradicionales, las antiguas potencias coloniales de Occidente.

La conferencia supone la culminaci¨®n del gran despliegue diplom¨¢tico chino en ?frica

El comercio de China con los pa¨ªses africanos se ha multiplicado por 10 en la ¨²ltima d¨¦cada

La cumbre -que fue precedida ayer por una conferencia ministerial y que concluir¨¢ con una declaraci¨®n conjunta- ha sido calificada por Pek¨ªn como la reuni¨®n internacional de m¨¢s alto nivel desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular China, en 1949. El Gobierno prev¨¦ anunciar en el c¨®nclave, cuyo lema es Amistad, cooperaci¨®n, desarrollo y paz, un conjunto de medidas de ayuda, inversi¨®n, comercio y desarrollo a ?frica, seg¨²n ha afirmado Wei Jianguo, viceministro de Comercio. Entre 2000 y 2005, China ha cancelado deuda a 31 pa¨ªses africanos por valor de 1.380 millones de d¨®lares.

La conferencia supone la culminaci¨®n de un a?o en el que Pek¨ªn ha desplegado un intenso esfuerzo diplom¨¢tico en el continente africano. La ofensiva comenz¨® en enero con la publicaci¨®n de un Libro Blanco sobre ?frica -China s¨®lo lo tiene tambi¨¦n con Europa- en el que por primera vez re¨²ne los principios que deben regir las relaciones mutuas, y fija los objetivos y las acciones a emprender para incrementar la cooperaci¨®n, bajo la premisa de la sinceridad, la igualdad y el beneficio mutuo.

Sigui¨® el mismo enero con la visita del ministro de Asuntos Exteriores, Li Zhaoxing, a seis pa¨ªses africanos, cumpliendo la tradici¨®n de que la primera salida al extranjero del jefe de la diplomacia cada a?o sea a este continente. Continu¨® en abril con el viaje del presidente, Hu Jintao, a tres naciones africanas. Y fue m¨¢s all¨¢ en junio con el periplo a siete pa¨ªses en ocho d¨ªas por parte del primer ministro, Wen Jiabao. Por el camino fueron rubricados docenas de acuerdos en campos que van de la energ¨ªa a las telecomunicaciones, pasando por las infraestructuras, la educaci¨®n o el turismo.

En todos los pa¨ªses, los mandatarios chinos fueron recibidos con alfombra roja. Y ahora Pek¨ªn ha hecho otro tanto. Las autoridades municipales han engalanado la ciudad con luces y carteles con im¨¢genes de cebras, jirafas y la sabana africana, y han tomado medidas excepcionales -como modificar los horarios de los colegios, dejar casi medio mill¨®n de coches oficiales en el garaje e impedir a los taxis circular por la autopista que va al aeropuerto- para evitar que los habituales atascos de la capital interfieran el desarrollo de la cumbre, en un claro ensayo de lo que prepara Pek¨ªn con vistas a los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008.

Para el Gobierno de Hu Jintao, la reuni¨®n es tambi¨¦n una ocasi¨®n para incrementar el aislamiento diplom¨¢tico de Taiwan y recordar su pol¨ªtica de que s¨®lo hay una China y la isla es parte de ella. Pek¨ªn ha invitado a participar en el encuentro como observadores a los cinco pa¨ªses de ?frica con los que no tiene relaciones diplom¨¢ticas porque las tienen con Taiwan -Gambia, Malaui, Burkina Faso, Suazilandia y Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe-, pero ninguno ha acudido.

China obtiene en ?frica el 30% del petr¨®leo que importa. Y por ello, entre los pa¨ªses visitados por Wen Jiabao en su gira estuvo Angola, su primer suministrador de crudo despu¨¦s de superar a Arabia Saud¨ª. Pero el petr¨®leo y las materias primas -como madera de Liberia o cobre de Congo-, cada vez m¨¢s necesarias para la pujante econom¨ªa china, son s¨®lo uno de los aspectos de su actividad en el continente.

El Gobierno concede, adem¨¢s, cr¨¦ditos que han financiado carreteras, hospitales, estadios de f¨²tbol, puertos o la exploraci¨®n de minas y campos petrol¨ªferos, ayudando a crecer las econom¨ªas locales. Los dirigentes africanos sellan as¨ª alianzas que les permiten mirar hacia Oriente y distanciarse de un mundo que consideran demasiado dominado por Estados Unidos y Europa.

Las empresas chinas est¨¢n envueltas en un gran n¨²mero de obras de infraestructuras como la construcci¨®n de una presa hidroel¨¦ctrica en Gab¨®n, cifrada en 2.500 millones de euros, dentro de un proyecto para acceder a mineral de hierro en una remota regi¨®n. Y este fin de semana podr¨ªa ser concluido un acuerdo para financiar la reconstrucci¨®n del puerto Buchanan, en Liberia.

Adem¨¢s, China exporta cada vez m¨¢s productos a ?frica, donde los tel¨¦fonos m¨®viles, las bicicletas o los aparatos electr¨®nicos asi¨¢ticos se han convertido en una alternativa, porque, aunque no sean los de mejor calidad, son asequibles para la poblaci¨®n. Los intercambios comerciales entre China y ?frica se han multiplicado casi por 10 entre 1995 y 2005, cuando fueron de 40.000 millones de d¨®lares (31.300 millones de euros). Este a?o se prev¨¦ que superen 50.000 millones. A finales de 2005, Pek¨ªn hab¨ªa establecido m¨¢s de 800 empresas en ?frica, con una inversi¨®n conjunta de 6.270 millones de d¨®lares.

El creciente peso del pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo m¨¢s poblado del mundo en el continente con m¨¢s pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo est¨¢ provocando un cambio geopol¨ªtico que, seg¨²n los dirigentes de ambos lados, obligar¨¢ a EE UU y a Europa a prestar m¨¢s atenci¨®n y modificar sus pol¨ªticas con ?frica.

Pero la presencia china no est¨¢ exenta de tensiones. Trabajadores africanos han protestado contra lo que consideran maltrato y bajos salarios por parte de las compa?¨ªas asi¨¢ticas y por la llegada de chinos que les quitan los empleos. Sur¨¢frica ha asegurado que la entrada masiva de textiles chinos podr¨ªa hundir la industria local. Y en Zambia, aliado pol¨ªtico desde hace d¨¦cadas, China se convirti¨® en uno de los temas centrales de las elecciones presidenciales del pasado septiembre, cuando el candidato de la oposici¨®n, Michel Sata, gan¨® un gran apoyo -aunque al final no gan¨®- al criticar los supuestos beneficios de las inversiones de Pek¨ªn.

Al mismo tiempo, Gobiernos occidentales y organizaciones de derechos humanos acusan a Pek¨ªn de respaldar con sus negocios a pa¨ªses como Sud¨¢n y Zimbabue, donde existen graves violaciones. La semana pasada, el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, dijo que la b¨²squeda de materias primas en ?frica hab¨ªa llevado a China a ignorar estas cuestiones y los problemas medioambientales.

Pek¨ªn replica que su pol¨ªtica es no interferir en los asuntos internos de los dem¨¢s y que su presencia en ?frica ha mejorado la vida de mucha gente de la calle. "Nuestro principio en las relaciones con otros pa¨ªses es nunca tratar de imponer nuestro sistema social, modo de desarrollo, valores e ideolog¨ªa", ha dicho Liu Jianchao, portavoz de Exteriores.