Y despu¨¦s... a por la Casa Blanca
Los dem¨®cratas Hillary Clinton o Barack Obama y el republicano John McCain velan armas para la presidencia
El primer martes despu¨¦s del primer lunes de noviembre, legislativas. Acaba una etapa. Pero el mi¨¦rcoles, casi sin acabar de contar los votos, empezar¨¢ otra: la campa?a para las presidenciales de 2008, unas elecciones que prometen ser fascinantes. Por primera vez desde hace 54 a?os, ning¨²n candidato es presidente o vicepresidente, nadie juega con la ventaja de hacer campa?a desde la Casa Blanca. En enero, si no antes, empezar¨¢ el baile de candidatos: se espera que la dem¨®crata Hillary Clinton y John McCain, el republicano con aureola de independiente, declaren sus intenciones.
"Junto a su marido, Hillary lleva treinta a?os absorbida en c¨®mo ganar unas elecciones y qu¨¦ hacer una vez ganadas", dicen Mark Halperin y John Harris en La manera de ganar. Hillary tiene grandes ventajas -reconocimiento p¨²blico, dinero y equipo- y grandes inconvenientes. El 51% del electorado, seg¨²n Gallup, jam¨¢s la votar¨ªa. La reacci¨®n visceral es potente y no s¨®lo entre la derecha: el desplazamiento de la senadora hacia el centro -su dureza en pol¨ªtica exterior, la simpat¨ªa con las obras sociales de los centros religiosos, la visi¨®n del aborto como una tragedia m¨¢s que como un derecho- han predispuesto a la blogosfera izquierdista en su contra. Uno de los gur¨²s de este mundillo, Markos Moulitsas, dijo: "Hillary personifica los c¨ªrculos cercanos al poder; forma parte de la maquinaria de Clinton que diezm¨® al Partido Dem¨®crata, y est¨¢ rodeada de asesores que le recomiendan sumisi¨®n y prudencia".
Por primera vez desde hace 54 a?os, ning¨²n candidato es presidente ni vicepresidente
Movilizaci¨®n m¨¢xima de los dem¨®cratas contra todo lo que suene a republicano
Uno de los grandes atractivos de la campa?a, si se presenta Hillary, ser¨¢ el regreso de Clinton
?Qui¨¦n ser¨ªa su rival en las primarias? Hay vieja guardia y sangre nueva. El primero de la lista es Al Gore, que todos los d¨ªas se levanta pensando que deber¨ªa haber sido presidente en el a?o 2000. Gore no quiere descubrir sus cartas; lo har¨¢, como todos, en 2007. John Kerry, aunque parezca incre¨ªble (como ha vuelto a recordar esta semana, con su patinazo de los soldados), alimenta ganas de revancha y tiene dinero que no gast¨® -nadie sabe por qu¨¦- en la campa?a de 2004. El hombre que le acompa?aba en el ticket, John Edwards, est¨¢ tambi¨¦n en la lista. Entre la nueva sangre, Mark Warner, ex gobernador de Virginia, promet¨ªa, pero anuncia que no se presentar¨¢, lo que realza al hombre de moda, el senador negro Barack Obama. Si Obama es capaz de traducir el intenso furor medi¨¢tico que le rodea en apoyos econ¨®micos y pol¨ªticos, ser¨ªa el rival m¨¢s serio de Hillary en las primarias, y un buen candidato a la vicepresidencia si las pierde.
En el lado republicano, el hombre es John McCain. El senador por Arizona, que ya entr¨® en la pelea en 2000 con gran ¨¦xito hasta que fue aplastado por el t¨¢ndem Bush-Rove, tiene prestigio y popularidad. Seg¨²n una persona de su equipo, "en enero dir¨¢ lo que piensa hacer, pero ser¨ªa un candidato ideal y un presidente magn¨ªfico". Para lograr el apoyo de la base religiosa, que no lo ve con buenos ojos, McCain respalda a Bush. Todos los sondeos que le enfrentan a una posible candidata Hillary le dan ganador. "Si el candidato es McCain, ni Hillary, ni Obama tienen muchas posibilidades. No quiero ser pesimista y a¨²n queda mucho, pero no puedo imaginarme qu¨¦ dem¨®crata podr¨ªa ganar a McCain. Si se presenta, me temo incluso que los dem¨®cratas podr¨ªan perder la C¨¢mara, en caso de que, como parece, ganen el martes", pronostica Harvey Kaye, director del Centro de Historia y Cambio Social de la Universidad de Wisconsin.
Entre los republicanos hay otro popular: Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York. Pero sus preferencias pol¨ªticas son tan liberales en lo social que la Coalici¨®n Cristiana le tiene tachado. El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, est¨¢ al acecho. Condoleezza Rice se opondr¨ªa con ¨¦xito a un posible ticket Hillary-Obama, pero la secretaria de Estado ha dicho que no entra en sus planes. Si el candidato fuera McCain y Condi le acompa?ara, ser¨ªa una pareja dif¨ªcil de batir.
?Le da?ar¨ªan a Hillary los fantasmas de Monica Lewinsky o de su fracasado intento de reformar el sector sanitario? ?Ser¨ªa una losa para McCain el legado de Bush? "Es tan absurdo decir que Hillary nunca podr¨ªa ganar por su pasado como que cualquier candidato republicano estar¨ªa tocado por la impopularidad actual del presidente", aseguran Halperin y Harris. "2008 es una competici¨®n abierta".
Uno de los grandes atractivos de la campa?a, si se cumplen estas expectativas, ser¨¢ el regreso de Clinton. El ex presidente, en misi¨®n personal de reparaci¨®n del da?o causado a su mujer en el asunto de Monica Lewinsky, est¨¢ en plena forma. Este oto?o ha sido el orador m¨¢s codiciado, junto a Barack Obama. Cuando Clinton sube a un escenario, la electricidad inunda a todos los presentes. Desborda energ¨ªa y tiene ganas de pelea en los m¨ªtines: "Hay un grupito del Partido Republicano controlando la Casa Blanca y el Capitolio, el sector m¨¢s derechista del partido. Ya nos han ense?ado de qu¨¦ son capaces, as¨ª que ?vamos a decirles d¨®nde est¨¢ la puerta!".
Clinton pondr¨¢ a disposici¨®n de Hillary la red de influyentes y adinerados l¨ªderes que le profesa fidelidad y adoraci¨®n. Pero no todo ser¨¢ positivo: la imagen del hombre que utiliz¨® el Despacho Oval para actividades no necesariamente relacionadas con el cargo de presidente ser¨¢ sin duda utilizada por sus adversarios, y es f¨¢cil anticipar las im¨¢genes y la voz de fondo de los anuncios: "?Quiere usted que este hombre vuelva a la Casa Blanca?".
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