Tres claves para el fin de la violencia

El proceso de final dialogado de la violencia en Euskadi ha sufrido un brusco frenazo, tras el robo de armas en Francia el 22 de octubre. Mientras el Gobierno verifica el alto el fuego de ETA, alterado desde el rebrote de la kale borroka en agosto, la banda ha reiterado en su ¨®rgano interno Zutabe, este fin de semana, su exigencia al Gobierno de que cumpla sus "compromisos", b¨¢sicamente el preacuerdo para la formaci¨®n de la mesa de partidos. El Ejecutivo a¨²n no ha iniciado el di¨¢logo formal con ETA, tras siete meses de alto el fuego.

EL PA?S ha preguntado a cuatro expertos sobre la marcha del proceso. Los cuatro participaban en la pol¨ªtica de Euskadi cuando los partidos vascos formularon, por vez primera, las condiciones para un fin dialogado de la violencia, en enero de 1988: el Pacto de Ajuria Enea. Se trata de Jos¨¦ Luis Zubizarreta, asesor del lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza, en la etapa del Pacto de Ajuria Enea y del di¨¢logo de Argel entre el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y ETA (1989); Joseba Arregi, ex portavoz de los Gobiernos de Carlos Garaikoetxea y Ardanza, ex dirigente del PNV, en esa etapa, y hoy impulsor de la plataforma Aldaketa (Cambio); Xabier Gurrutxaga, ex dirigente de Euskadiko Ezkerra, impulsor del Pacto de Ajuria Enea, y Ram¨®n J¨¢uregui, vicelehendakari del Gobierno vasco entonces, dirigente del PSOE en la tregua de ETA (1998-99) y hoy portavoz de la Comisi¨®n Constitucional del Congreso. Todos animan al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, a que siga el proceso, pero tambi¨¦n le piden que exija a ETA que no lo tutele.

LA INICIATIVA DE ZAPATERO

Zubizarreta parte de que la iniciativa de paz de Zapatero est¨¢ avalada y limitada por la resoluci¨®n de mayo de 2005, inspirada en el Pacto de Ajuria Enea, que el Congreso aprob¨®. La resoluci¨®n apoyaba un di¨¢logo "entre los poderes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia", con dos condiciones. La primera, que ETA muestre, con "actitudes inequ¨ªvocas", una "clara voluntad" de finalizar el terrorismo. La segunda, que no se traten, en el di¨¢logo con la banda, temas que compete a los "representantes de la voluntad popular".

Seg¨²n Zubizarreta, el Gobierno no ha traspasado esos l¨ªmites, aunque "ya ha hecho todo lo que la resoluci¨®n le permite". Destaca como hitos de la iniciativa de Zapatero: El anuncio de di¨¢logo con ETA; la asunci¨®n de la reuni¨®n p¨²blica de su partido con l¨ªderes de Batasuna y la orientaci¨®n de la Fiscal¨ªa del Estado acorde con la nueva situaci¨®n.

Zubizarreta concluye: "No creo, por tanto, que en estas circunstancias corresponda al Gobierno dar otro paso que no sea esperar a la respuesta positiva de ETA y de la izquierda abertzale".

J¨¢uregui cree que "Zapatero debe seguir buscando la paz y tener el apoyo a lo que hace". A?ade: "Tiene una informaci¨®n de la que no disponemos y debemos confiar en su gesti¨®n". Apoya su estrategia de "alentar las expectativas de paz" pues "cada d¨ªa que pasa, la paz se asienta".

Arregi se muestra a favor de que el presidente del Gobierno intente un fin dialogado de la violencia, pero le pide "claridad". Gurrutxaga cree que Zapatero, antes de abrir el di¨¢logo formal con ETA, debe asegurarse de que va a abandonar la violencia porque "¨¦ste es el asunto esencial".

EL COMPORTAMIENTO DE ETA

El mantenimiento de cierto grado de violencia por parte de ETA desde agosto para condicionar el proceso es otro elemento clave introducido. Zubizarreta lo atribuye a "la resistencia que la izquierda abertzale y ETA est¨¢n mostrando para aceptar los l¨ªmites que impuso la resoluci¨®n del Congreso, que no pueden ser rebasados por el Gobierno al que someten a un continuo pulso para que lo haga. Por lo que vemos desde agosto esa voluntad de cese de la violencia no es a¨²n un¨ªvoca en su seno y requiere un per¨ªodo de maduraci¨®n para manifestarse de modo definitivo".

Zubizarreta sugiere al Gobierno que sea "firme". "Ni di¨¢logo con violencia ni contrapartida pol¨ªtica por su abandono. Tampoco debe acceder a que se forme la mesa de partidos sin que ETA haya expresado su voluntad de acabar para siempre". Cree que ni siquiera ante el riesgo de ruptura de la tregua debe alterar su firmeza.

Seg¨²n Gurrutxaga, son ETA y Batasuna las que tienen que dar el paso del cese definitivo de la violencia. Batasuna se comprometi¨® en Anoeta, en noviembre de 2004, a separar la negociaci¨®n pol¨ªtica, que corresponde a los partidos, de la del fin de la violencia, "paz por presos", que competen al Gobierno y ETA, y no la terminan de cumplir, a?ade.

"El binomio ETA-Batasuna debe asumir que la decisi¨®n de terminar con la violencia como instrumento pol¨ªtico es una cuesti¨®n de ellos. Esa pelota est¨¢ en su tejado desde hace ya muchos a?os y, por tanto, el ¨²nico modelo de negociaci¨®n pol¨ªtica para el cese de la violencia es el que debe darse en el seno de la propia izquierda abertzale". Por ello, cree que Zapatero, antes de abrir el di¨¢logo con ETA, debe asegurarse de que la violencia desaparecer¨¢, aunque con ello arriesgue el bloqueo del proceso. "Deber¨ªa obligarle, si es necesario, a reconsiderar su calendario".

J¨¢uregui propone al Gobierno una "discreta firmeza" con ETA a la que "debe exigirse, sin alardes p¨²blicos, que respete sus compromisos": abandono de la violencia, aceptaci¨®n de la legalidad y di¨¢logo. "No se puede avanzar en el proceso con amenazas o violencia contenida". "Tampoco podemos admitir que ETA trate de tutelar y, con ello, tergiversar el proceso. Se trataba de que aflorase pol¨ªticamente la izquierda abertzale, mientras la violencia desaparec¨ªa". Su conclusi¨®n es que el Gobierno debe tomarse tiempo para confirmar que ETA ha cesado la violencia, antes de abrir el di¨¢logo.

Arregi defiende el principio de "primero la paz, despu¨¦s, la pol¨ªtica". De modo que antes de que los partidos vascos debatan una reforma del Estatuto, con la izquierda abertzale dentro, ETA tiene que abandonar la violencia.

APOYO DE LA OPINI?N P?BLICA

Los cuatro especialistas coinciden en que en un proceso de paz la batalla de la opini¨®n es clave. J¨¢uregui, ante la negativa reiterada del PP a apoyar el proceso, considera que la "ausencia de un consenso democr¨¢tico lo limita hasta el punto de que puede resultar altamente improbable acabarlo en estas condiciones". Plantea que el Gobierno "debe cargarse de razones en la b¨²squeda del consenso y construir un discurso que permita al ciudadano comprender el proceso".

Zubizarreta cree que "si algo cabe reprochar al Gobierno es su reticencia a asumir que este proceso se desarrolla ante la opini¨®n p¨²blica". "Esta se ve bombardeada por continuas declaraciones que tratan de distorsionarlo. El Gobierno no puede permitirse el lujo de dejar desorientada a la opini¨®n que le apoya, que necesita un referente autorizado, que s¨®lo pueden ser el Gobierno y su presidente a la cabeza".

Gurrutxaga cree que el Gobierno no ha logrado que se instale en la calle el clima de confianza sobre el fin del terrorismo. "Y se debe no s¨®lo a la utilizaci¨®n que el PP hace del proceso. Tambi¨¦n a la improvisaci¨®n con que ha actuado el Gobierno y al descontrol en la izquierda abertzale, donde hay una involuci¨®n desde agosto".

Arregi plantea para salir de la situaci¨®n que el PP apoye al Gobierno con el compromiso de que ¨¦ste le garantice los l¨ªmites del proceso, incluido lo que aborde la mesa de partidos. "No basta con que el Gobierno diga que los acuerdos de la futura mesa se ajustar¨¢n a la ley. Tiene que aclarar que cuando ETA abandone la violencia, no se aceptar¨¢n las f¨®rmulas que ha propuesto hist¨®ricamente porque quitar¨ªa el valor ¨¦tico a la democracia".