De Burgos a Bucarest
Campofr¨ªo utilizar¨¢ el ingreso de Rumania en la UE para convertirla en centro de suministro para los mercados europeos
Enfrentada a la madurez y competitividad de los mercados europeos, entre ellos el espa?ol, la empresa de los Ballv¨¦ ha decidido volver a reimpulsar la actividad internacional, en descenso los ¨²ltimos a?os. Las apuestas de futuro de Campofr¨ªo son Rusia, Estados Unidos y Jap¨®n, y especialmente Rumania, considerada la joya de la corona y que se convertir¨¢ tras el a?o 2008 en uno de los dos motores del grupo c¨¢rnico, junto con Espa?a, para el mercado comunitario.
La cifra de los negocios internacionales del grupo ha ca¨ªdo desde 492 millones de euros en 2000 a 267 millones en el ejercicio 2005
Dadas las crecientes dificultades en Europa, con las materias primas disparadas y la dificultad en repercutir los costes sobre el consumidor, Campofr¨ªo utilizar¨¢ su filial rumana como punta de lanza hac¨ªa los pa¨ªses del este y centro de Europa. El grupo, que construye una segunda planta en el pa¨ªs balc¨¢nico, en Bucarest, que elevar¨¢ su capacidad de producci¨®n local de 12.000 a 34.000 toneladas, levantar¨¢ ah¨ª una plataforma log¨ªstica, con tecnolog¨ªa similar a la espa?ola, para suministrar a partir de 2008 (tras el ingreso de Rumania en la UE) a pa¨ªses como Ucrania, Bulgaria o Hungr¨ªa, pero tambi¨¦n a Austria y Alemania.
"Tomamos esa decisi¨®n", explica Jos¨¦ Miguel Garrido, director de internacional del grupo c¨¢rnico fundado en Burgos en 1952, "porque podremos suministrar a esos mercados en la mitad de tiempo que desde Espa?a y a costes m¨¢s competitivos". "La planta que tenemos en Tulcea", comenta Garrido, "produce ya la pr¨¢ctica totalidad del cat¨¢logo de Campofr¨ªo, incluidas las pizzas y los loncheados, adem¨¢s de algunos otros productos muy al gusto local, como los salamis. Naturalmente, los jamones y algunos productos curados se producen s¨®lo en Espa?a".
Rumania es ahora mismo la operaci¨®n internacional m¨¢s exitosa de Campofr¨ªo. Su filial Tabco es l¨ªder, con el 11% del mercado, y crece a cifras de dos d¨ªgitos (de 33 a 40 millones de euros entre 2005 y 2006). Inaugur¨® este a?o una granja capaz de producir hasta 55.000 cabezas de porcino e iniciar¨¢ su propia internacionalizaci¨®n con el env¨ªo de materia prima a Grecia para ser convertida en producto final (loncheado), en una planta que Campofr¨ªo est¨¢ construyendo cerca de Atenas. La apuesta por Rumania, considerada la joya de la corona, as¨ª como otros proyectos en Rusia, Estados Unidos y Jap¨®n, buscan reavivar la alica¨ªda estrategia internacional del grupo. El l¨ªder c¨¢rnico espa?ol, pionero en la internacionalizaci¨®n con su entrada en Rusia en 1990, se vio obligado a vender su filial polaca, Morliny, a su accionista Smithfields, as¨ª como algunas operaciones en Argentina. Tampoco le est¨¢ yendo bien en los mercados franc¨¦s y ruso. En Francia (Montagne Noire), se ha visto presionado por la fuerte competencia, sobre todo en precios. Y en Rusia, por la falta de materia prima y el fuerte incremento de sus precios.
"Estas dificultades y las reestructuraciones derivadas de la adquisici¨®n y absorci¨®n de empresas como Oscar Mayer o Navidul explican", seg¨²n Garrido, "el par¨®n internacional". Par¨®n que ha llevado a un descenso de la cifra de negocios internacional desde los 492 millones de 2000 a los 267 millones de 2005. Rusia, donde la empresa se instal¨® en 1990 con Campomos, es su principal mercado exterior, con una facturaci¨®n de 160 millones de d¨®lares y una planta que produce 45.000 toneladas. "Somos la tercera marca en la zona de Mosc¨² (32 millones de habitantes)", aclara Garrido
Sin embargo, la filial, que antes era rentable, atraviesa dificultades desde hace un a?o debido a la falta de materia prima, lo que la ha provocado el aumento de su precio en m¨¢s del 100% en los ¨²ltimos tres a?os. El resultado es que la filial acab¨® 2005 con un Ebitda negativo de 5 millones de euros. "La causa de todo ello", explica Garrido, "fue la aprobaci¨®n por el Gobierno ruso, en 2003, de una ley que s¨®lo permite importar a los traders, y del cierre de las importaciones de Argentina, Brasil o Ucrania".
"Dado que lo importante para mantener la planta en actividad y rentable", prosigue, "es conseguir materia prima a buenos precios, decidimos invertir 20 millones de d¨®lares en una granja porcina a 100 kil¨®metros de Mosc¨², que estar¨¢ operativa a finales de 2007". La inversi¨®n, que se ampliar¨¢ a los 35 millones, permitir¨¢ criar 65.000 cabezas. Pero los planes no acaban aqu¨ª. Campofr¨ªo, tambi¨¦n presente en San Petersburgo, ultima su expansi¨®n a otras ciudades. "Tenemos ya redes de distribuci¨®n en otras ciudades, entre ellas, Krasnodar", explica Garrido. "Adem¨¢s de Europa, el gran mercado del grupo (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, donde acaba de entrar...), Estados Unidos ser¨¢", dice, "otro puntal estrat¨¦gico". El objetivo ah¨ª es lograr "que el jam¨®n y los productos curados como el lomo pasen de las tiendas ¨¦tnicas o de delicatessen a las grandes cadenas de distribuci¨®n". La empresa, que ha logrado hace un mes un acuerdo con Wal Mart, negocia acuerdos con algunos de los principales grupos de distribuci¨®n, como Kroger, Safeway o Costco. "Para eso hemos logrado homologar nuestra planta de Torrijos", explica Garrido. La empresa prev¨¦ elevar su facturaci¨®n en Estados Unidos desde los 4,5 millones de euros del a?o pasado a 15 millones en 2008.
Con un mercado dom¨¦stico cada vez m¨¢s re?ido, en el que los ingresos bajaron el 5,7% el a?o pasado, las grandes oportunidades est¨¢n en el exterior. Unas oportunidades que el grupo tendr¨¢ que aprovechar con decisi¨®n si quiere recuperar dimensi¨®n y volver a animar a los accionistas e inversores. Tras las adquisiciones de los primeros a?os de la d¨¦cada, los ingresos han bajado y el valor en Bolsa ha evolucionado muy por debajo del Ibex. Quiz¨¢ Rumania (y los dem¨¢s proyectos) sean la respuesta que le permita a Campofr¨ªo volver a correr.
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