La censura arremete contra los documentales anti-Bush
La televisi¨®n boicotea un anuncio de la pel¨ªcula sobre las Dixie Chicks
Cuando Natalie Maines, cantante del grupo country Dixie Chicks, dijo hace tres a?os en un escenario de Londres que estaba "avergonzada de que el presidente de Estados Unidos sea de Tejas", como ella, su carrera musical se hundi¨®. Los seguidores de ese g¨¦nero tan genuinamente estadounidense, tan volcado en la defensa de valores morales simples y patri¨®ticos, se neg¨® a consentir semejante cr¨ªtica al comandante en jefe en tiempos de guerra. Las emisoras de radio prometieron no emitir nunca m¨¢s la m¨²sica de las Dixie Chicks y muchos de sus seguidores destruyeron discos en actos p¨²blicos de repulsa organizada.
Ahora, varias cadenas de televisi¨®n de EE UU han rechazado emitir los anuncios de un documental cinematogr¨¢fico que narra este incidente. Es la segunda vez que ocurre en poco tiempo: muchos medios tambi¨¦n se niegan a aceptar anuncios del documental que especula sobre el futuro del mundo si Bush fuera asesinado.
'C¨¢llate y canta' revela el declive inmediato del grupo de 'country' m¨¢s famoso de EE UU
La m¨²sica de las artistas se silenci¨® en las emisoras y se destruyeron sus discos
El documental Shut up and sing (C¨¢llate y canta) muestra el declive inmediato del que era hasta ese momento el grupo de country m¨¢s famoso y rentable de Estados Unidos, las Dixie Chicks. Que la cantante, Natalie Maines, tuviera la osad¨ªa de criticar a su presidente, George Bush, era un atrevimiento ya de por s¨ª arriesgado; que lo hiciera en el extranjero result¨® inaceptable para los seguidores de ese g¨¦nero.
Cientos de emisoras de radio anunciaron no s¨®lo la decisi¨®n de no programar nunca m¨¢s m¨²sica de las Dixie Chicks, sino que organizaron destrucciones p¨²blicas de sus discos, aplastados por apisonadoras o quemados en hogueras rodeadas de seguidores con pancartas en las que acusaban a las Dixie Chicks de ser "amigas de Sadam Husein" o se le¨ªan frases como "insultar a tu presidente es insultar a tu pa¨ªs".
El documental estrenado la semana pasada recoge todos los incidentes que desencaden¨® el comentario de Natalie Maines. Muestra con detalle los insultos y las amenazas que sufrieron a su regreso a Estados Unidos y el declive repentino y contundente de su carrera musical. Recoge tambi¨¦n un comentario del presidente George Bush, a quien preguntaron su opini¨®n por el boicot a la m¨²sica de las Dixie Chicks. Bush, claramente complacido con ese rechazo, dijo: "No deber¨ªan ofenderse porque la gente no quiera comprar sus discos".
El tr¨¢iler de la pel¨ªcula incluye tambi¨¦n la reacci¨®n de Maines a ese comentario: "?Qu¨¦ no nos ofendamos porque la gente no quiera comprar nuestros discos? ?Es tonto?".
Sea por esta ¨²ltima palabra o por el contenido claramente cr¨ªtico del documental, varias cadenas de televisi¨®n, incluida la NBC, se han negado a emitir el anuncio. "Tristemente, eso dice mucho sobre el nivel de miedo que hay en nuestra sociedad: ponen en la lista negra una pel¨ªcula sobre un grupo de artistas valientes que fue puesto en una lista negra por ejercer su derecho a la libertad de expresi¨®n", ha dicho Harvey Weinstein, el todopoderoso magnate cinematogr¨¢fico copropietario de la productora de la pel¨ªcula, Weinstein Company.
Tanto la NBC como la cadena CW (propiedad de CBS y Warner Bros.) se han negado a aceptar el anuncio por su contenido de cr¨ªtica pol¨ªtica, seg¨²n Weinstein. La NBC asegura que es "por falta de espacios publicitarios". La ABC y la Fox han optado por intentar apartarse de la pol¨¦mica y no han respondido a la productora cuando ha intentado comprar espacios publicitarios.
Algo similar ha ocurrido con los anuncios de la pel¨ªcula Muerte de un presidente, que narra el asesinato ficticio del presidente Bush y los efectos que tendr¨ªa en la escena internacional. El tr¨¢iler de este documental ha sido vetado en varias cadenas de radio y televisi¨®n del mismo modo que la pel¨ªcula ha recibido el boicot de varias distribuidoras por ser "irrespetuosa con el presidente". Varios peri¨®dicos se han negado a publicar el anuncio de promoci¨®n y otros, como el New York Times, han recortado la imagen del cartel para que el rostro del presidente asesinado no se identifique con el de Bush.
La mayor empresa propietaria de salas de cine en Estados Unidos, Regal Entertainment Group, ha prometido no proyectar la pel¨ªcula en ninguna de sus 6.300 pantallas "porque no creemos que sea apropiado narrar el asesinato futuro de un presidente", dice Dick Westerling, vicepresidente de la compa?¨ªa. El veto se suma al de las otras dos grandes distribuidoras del pa¨ªs, AMC y Cinemark, lo que supone un boicot efectivo en 16.300 cines de Estados Unidos. La radio p¨²blica NPR y la CNN tambi¨¦n se han negado a emitir los anuncios del documental por "la naturaleza extrema del tema tratado en la pel¨ªcula", dice un portavoz de la cadena informativa. Prueba de la sensibilidad que despierta el argumento es el comentario de la senadora dem¨®crata Hillary Clinton: "Creo que es despreciable, es escandaloso. Me pone enferma que alguien pueda intentar hacer dinero gracias a una hip¨®tesis tan horrible".
La senadora reconoci¨® despu¨¦s que no ha visto la pel¨ªcula, premio de la cr¨ªtica en el Festival de Cine de Toronto.
Babelia
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