Carod anunci¨® ayer a Mas que declinaba su oferta de coalici¨®n

La incertidumbre ha durado poco. Despu¨¦s de que el PSC rechazara el viernes la formaci¨®n de un Gobierno con CiU, le tocaba a Esquerra Republicana (ERC) decidir entre una alianza con CiU (69 esca?os) o con los otros dos partidos de izquierdas (70 esca?os). El presidente de ERC, Josep Llu¨ªs Carod, anunci¨® anoche, a las diez y media, que su partido ha optado "por un acuerdo de gobierno con el PSC y con Iniciativa Verds".

Antes de anunciar la decisi¨®n, en una conferencia de prensa en la sede de ERC transmitida en directo por la radiotelevisi¨®n auton¨®mica, Carod la comunic¨® por tel¨¦fono al l¨ªder de CiU, Artur Mas. La opci¨®n tomada por ERC aparta inapelablemente a Mas de la carrera hacia la presidencia de la Generalitat y relega a CiU a la oposici¨®n.

Los republicanos se han inclinado por forjar de nuevo una mayor¨ªa de izquierdas, seg¨²n explic¨® Carod, al ver que "la primera prioridad" de CiU era un Gobierno con el PSC. Y que la preferencia del PSOE, e incluso la del PP, era tambi¨¦n "un Gobierno de CiU con el PSC y sin ERC".

Carod record¨® que Esquerra hab¨ªa anunciado durante la campa?a electoral que su partido s¨®lo apoyar¨ªa un Gobierno "que se decidiera en Catalu?a". Y que esa condici¨®n s¨®lo se da respecto a un Gobierno de su partido con PSC e Iniciativa Verds. Destac¨® tambi¨¦n que la opci¨®n tomada es la ¨²nica que permite continuar las pol¨ªticas sociales y de bienestar "comenzadas a aplicar por el anterior Gobierno catal¨¢n".

Carod dirigi¨® tambi¨¦n un mensaje claro a los sectores de su electorado que pudieran preferir el frente nacionalista con CiU. Las reuniones de estos d¨ªas con Artur Mas, con el socialista Jos¨¦ Montilla y con el presidente de ICV, Joan Saura, le han convencido, dijo, de que ninguno de los tres tiene "un planteamiento nacional que vaya m¨¢s all¨¢ del mero desarrollo del Estatuto de Autonom¨ªa". Es decir, que para un independentista no hay diferencias entre CiU y PSC o ICV.

Una de las lecciones que los tres partidos de izquierda han aprendido desde 2003 es que no es bueno tener al electorado pendiente durante semanas y semanas de cuestiones como la formaci¨®n de mayor¨ªas parlamentarias, la composici¨®n de los Gobiernos o el sentido de su voto en los grandes asuntos, como el refer¨¦ndum del Estatuto, por ejemplo. Esquerra est¨¢ muy interesada en dejar claro ante el electorado que quiere corregir errores del pasado reciente y de momento ya ha evitado caer en uno de los que marcaron el inicio de legislatura de 2003. Nada de estar semanas y semanas deshojando la margarita entre un Gobierno con CiU o con los otros dos partidos de la izquierda catalana. Carod lo subray¨® ayer. La decisi¨®n se ha tomado tan pronto como era materialmente posible, es decir, inmediatamente despu¨¦s de conocer de primera mano las pretensiones de los dos candidatos a la presidencia de la Generalitat y a formar Gobierno, Jos¨¦ Montilla y Artur Mas.

Los republicanos consideran positivo para ellos que Artur Mas planteara la campa?a electoral como un plebiscito entre CiU y las izquierdas. Los tres partidos de izquierda acudieron divididos a las elecciones, pero el planteamiento de CiU les empujaba a unirse de nuevo. Lo primero que dijo Carod en la noche del 1-N, cuando los avances sobre los resultados ya dejaban claro que CiU no alcanzaba los 50 esca?os, fue esto: "Quien plante¨® las elecciones como un plebiscito contra el tripartito, ha perdido". Los n¨²meros finales lo sentenciaron: 70 esca?os para los tres partidos de izquierda, 48 para CiU.

El descarte de CiU

Entre los dirigentes de ERC se consideraba que su partido debiera haber considerado seriamente la eventualidad de formar un Gobierno con CiU en el caso de que Artur Mas hubiera obtenido m¨¢s de 50 esca?os y el PSC menos de 40. El replanteamiento de las alianzas hubiera sido tambi¨¦n inevitable si la propia ERC no hubiera alcanzado los 20 esca?os.

Pero conserv¨® 21 de los 23 que ten¨ªa. La combinaci¨®n de los guarismos ha permitido a los republicanos una f¨¢cil digesti¨®n de su retroceso. Artur Mas no se revel¨® como un l¨ªder capaz de promover un gran salto para CiU. La p¨¦rdida de dos esca?os por ERC fue interpretado m¨¢s como un aviso que como un castigo. La p¨¦rdida de cinco esca?os por el PSC se compensaba en gran parte por los tres que ha ganado ICV-Esquerra Unida.