El venezolano Alberto Barrera logra el Premio Herralde con 'La enfermedad'
Teresa Dovalpage, finalista con 'Muerte de un murciano en La Habana'
Una exploraci¨®n del mundo del dolor en una sociedad en la que estar enfermo tiene hoy algo de vergonzoso. As¨ª define el autor venezolano y cirujano de telenovelas Alberto Barrera (Caracas, 1960) el tema latente de su novela La enfermedad, con la que ayer obtuvo en Barcelona el 24? Premio Herralde de novela.
La historia de un obsesivo enfermo imaginario y el contraste con el ¨²nico m¨¦dico que puede, seg¨²n ¨¦l, salvarle -que vive el drama del c¨¢ncer de su padre- permiti¨® a Barrera convertirse en el cuarto autor hispanoamericano consecutivo que obtiene el galard¨®n, dotado con 18.000 euros. Un dominio de la narrativa de ultramar que reforz¨® la finalista, la cubana Teresa Dovalpage (La Habana, 1966) con Muerte de un murciano en La Habana. La obra, que por lenguaje y tem¨¢tica -
La novela ganadora reflexiona sobre el miedo al dolor en la sociedad actual
la historia de un t¨ªpico tri¨¢ngulo amoroso extranjero-cubana-amante cubano- evoca el mundo de Pedro Almod¨®var, actu¨® de contrapunto a la del ganador.
"La enfermedad ha sustituido hoy como obsesi¨®n a la muerte; no soportamos nada el dolor, nos da miedo; los avances t¨¦cnicos nos hacen muy seguros en lo f¨ªsico y, en cambio, cada vez m¨¢s personas sienten p¨¢nico, la gente no para de sufrir festivales de fobia generalizada", describ¨ªa ayer Barrera desde Caracas. Una situaci¨®n a la que antepone "la palabra como experiencia de la salud; una situaci¨®n se puede curar o no, pero hay una forma de negociaci¨®n: la de la palabra".
Barrera cultiva todas las formas posibles de la palabra: como poeta (Coyote de ventanas, Tal vez el fr¨ªo), cuentista (Edici¨®n de lujo), narrador (Tambi¨¦n el coraz¨®n es un descuido) y guionista -reputado- de telenovelas, pr¨¢ctica que quiere aislar de su escritura novel¨ªstica, que ayer el editor de Anagrama, Jorge Herralde, calific¨® de "profunda y veloz". "La velocidad est¨¢ vinculada en mi caso con la literatura norteamericana, que no se regodea en el mensaje", afirma. Su labor televisiva la entiende como "ejercicios de g¨¦nero verbal: los personajes s¨®lo hablan, el resto es trabajo de c¨¢mara". En su opini¨®n, "la telenovela venezolana siempre es lo mismo: cursiler¨ªa, el gran producto de exportaci¨®n nacional". Eso pese a que goza de gran reputaci¨®n en el sector, donde es apodado el Doctor muerte: "Me llaman para hacer de script doctor para salvar series con baja audiencia. Y s¨®lo hay una manera: usando el gui¨®n como rifle de gran calibre y reorientando la obra, carg¨¢ndose personajes. En una mat¨¦ a 17 en un episodio. Debe venir de ah¨ª".
Barrera s¨®lo ha editado un libro en Espa?a, la equidistante biograf¨ªa Hugo Ch¨¢vez sin uniforme (Debate), personaje "muy polarizado que, seg¨²n para qui¨¦n, es la reencarnaci¨®n de Bol¨ªvar o la de Hitler". En su opini¨®n, es "sagaz y trabajador como pocos pero con delicados tics de una dura formaci¨®n militar".
Dovalpage se felicit¨® de publicar en la misma editorial que Barrera y que su compatriota Pedro Juan Guti¨¦rrez, sobre el que prepara su tesis doctoral. "Es... guau!!!", exclam¨® con su naturalidad hilarante, heredada de una madre que se queja de las "cochiner¨ªas" que hacen y dicen los personajes de su hija y que ella misma promete ser materia literaria. Con todo ello, Dovalpage sorprendi¨® hasta a Herralde, que atribuy¨® al "azar de las cosechas" el dominio actual de autores hispanoamericanos en los premios: "Hay buenos nombres en Espa?a a los que les falta poco para estallar, pero ese baj¨®n ya se dio a finales de los setenta", record¨®, historia viva de la edici¨®n.
Babelia
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