Un ortodoxo de la econom¨ªa en La Moncloa
David Taguas, el nuevo director de la Oficina Econ¨®mica del Presidente del Gobierno, es un agrio polemista, enamorado del Real Madrid y sin carn¨¦ de partido
La tarde del 14 de marzo de 2004, David Taguas la pas¨® con Miguel Sebasti¨¢n a la espera de los resultados electorales. Despu¨¦s, en medio de todo el jolgorio nocturno por la victoria del PSOE, los dos se mov¨ªan aparentemente tranquilos en la sede del partido en la madrile?a calle de Ferraz junto a varios de los integrantes del equipo Economistas 2004 que hab¨ªa elaborado el programa econ¨®mico. En ese momento, todos apuntaban a Sebasti¨¢n como ministro de Econom¨ªa y a Taguas como uno de sus hombres fuertes en el ministerio. Result¨® que Sebasti¨¢n no fue ministro y pas¨® a ocupar la Oficina Econ¨®mica del Presidente, creada exclusivamente para ¨¦l, y que Taguas, por razones personales, continu¨® en el Servicio de Estudios del BBVA como subdirector.
Es uno de los padres del 'tipo ¨²nico', y tambi¨¦n denunci¨® el 'apag¨®n estad¨ªstico' del PP
Se apasiona tanto en los temas que conoce a fondo como en los que no domina
Entonces no tocaba moverse. Ahora s¨ª toca y, por recomendaci¨®n del propio Sebasti¨¢n, David Taguas Coejo (Madrid, 1954) ser¨¢ el nuevo inquilino de la Oficina Econ¨®mica tras aceptar aqu¨¦l ser candidato a la alcald¨ªa de Madrid por el PSOE. No se sabr¨¢ nunca d¨®nde habr¨ªa acabado Taguas si Sebasti¨¢n hubiera llegado a ocupar el palacio de Alcal¨¢ 9 como titular de Econom¨ªa. Tampoco se sabr¨¢, aunque se sospeche, si la estrecha relaci¨®n con Sebasti¨¢n le impidi¨® ser su sustituto como director del Servicio de Estudios del banco cuando ¨¦ste lo abandon¨® por desavenencias con el presidente, Francisco Gonz¨¢lez. Taguas seguramente qued¨® descolocado, pero nunca ocult¨® la afinidad con Sebasti¨¢n y las tesis socialistas, ni antes ni despu¨¦s, y en el banco se valora la fidelidad con la casa. Fuentes de la entidad le definen como "tan bueno como Sebasti¨¢n, pero muy distinto, nos quiere m¨¢s. Esperamos que para el banco la relaci¨®n con La Moncloa sea mejor". Declaraci¨®n de principios.
Para Zapatero, no es ning¨²n desconocido. Taguas form¨® parte del autodenominado Grupo Haza?a, constituido en casa de Sebasti¨¢n el d¨ªa de las elecciones generales de 2000 con el objetivo de reconstituir la izquierda del pa¨ªs por un grupo de desencantados tras el fracaso de aquel d¨ªa en el que el PP de Aznar consigui¨® la mayor¨ªa absoluta. En ese grupo estaban, adem¨¢s, David Vegara, Germ¨¢ Bel, Soledad N¨²?ez, Maurici Lucena, Jimena Garc¨ªa Pardo y Pedro S¨¢nchez, entre otros, y ten¨ªan como interlocutor a Jordi Sevilla, responsable de econom¨ªa del partido. Luego fue el n¨²cleo que colabor¨® con el PSOE en la elaboraci¨®n de sus propuestas econ¨®micas dando lugar a Economistas 2004. Adem¨¢s, Taguas es el autor del programa sobre el uso eficiente del agua que ZP sac¨® de la chistera en la reciente cumbre de Montevideo para desarrollar en el ¨¢rea latinoamericana.
Como Miguel Sebasti¨¢n, no tiene carn¨¦, y la relaci¨®n con la pol¨ªtica le ha venido siempre como espectador cr¨ªtico y muy implicado con la situaci¨®n del pa¨ªs. No se le conocen veleidades juveniles ni universitarias con ning¨²n grupo, aunque siempre se ha movido entre la izquierda. Su vida profesional comenz¨® en 1980 y se hizo adulta con la Administraci¨®n socialista, en esa especie de edad de oro en la que se juntaron algunas buenas cabezas de este pa¨ªs en el oficio de economistas que hoy est¨¢n repartidas por ah¨ª: Juan Jos¨¦ Dolado, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez-P¨¢ramo, C¨¦sar Molinas, Jaume Andr¨¦s, Rafael Dom¨¦nech, ?lvaro Escribano y el propio Miguel Sebasti¨¢n, quien fue el que tir¨® de ¨¦l en 1997, cuando ya el PP hab¨ªa desplazado a los socialistas, para llev¨¢rselo al BBV, antes por tanto de que se fusionase con Argentaria.
Con Sebasti¨¢n form¨® un perfecto t¨¢ndem en el banco, donde establecieron un servicio de estudios de gran prestigio. "Motivaban mucho a la gente para que los an¨¢lisis que se hac¨ªan estuvieran concienzudamente contrastados", recuerda un miembro del equipo. Sus subordinados destacan la capacidad de Taguas en la gesti¨®n de las relaciones humanas, "lo que le da madera de l¨ªder, aunque no le guste ser protagonista". Aprecian el cari?o hacia los dem¨¢s y la autoexigencia, aunque le califican como muy apasionado con lo que hace o dice. Una pasi¨®n que, tal vez, alcanza tonos mayores por su contundente vozarr¨®n, que "puede llegar a intimidar", revelan. "Se apasiona tanto que el resto de la humanidad, en ese momento, no existe para ¨¦l". Es cuando dicen sus amigos que hay que conocerle y no hacerle caso, y otros llegan a tachar de "un tanto grosera" su forma de decir las cosas. "Polemista agrio, le gusta provocar", tercian otros, "pero es una excelente persona".
Licenciado en Econom¨ªa y Empresariales por la Universidad Aut¨®noma de Madrid, es doctor por la de Navarra. La primera impresi¨®n de este hombre espigado, de pelo blanco y mirada penetrante es la de ser muy reservado y observador. Pero todos reconocen que no le cuesta ser extravertido y que posee un agudo sentido del humor que esperan que haga gala en las reuniones de amigos "porque siempre tiene algo que decir". Eminentemente intelectual y gran conversador, desgrana todo lo que aborda. Si se siente a gusto, habla sin parar, sobre todo cuando le tocan sus temas preferidos en el terreno profesional (la econometr¨ªa, la estad¨ªstica y la pol¨ªtica fiscal) o personal (la historia, los viajes, el cine y el f¨²tbol, m¨¢s bien el Madrid).
En materia econ¨®mica es un ortodoxo y de disposici¨®n pesimista, cuestiones en las que contrasta con Sebasti¨¢n. "Es capaz de los m¨¢s sofisticados an¨¢lisis cuantitativos, pero tiene el problema de que se apasiona igual en temas en los que su dominio no es tan evidente, lo que le lleva a veces a equivocaciones notables al considerar menores algunas cuestiones que son sustantivas, o al rev¨¦s", incide un interlocutor. Aunque "es un enorme generador de ideas, un torrente", a?ade.
?l es uno de los padres de la propuesta de tipo ¨²nico en el impuesto de la renta que pol¨ªticamente defendieron Jordi Sevilla, primero, y Miguel Sebasti¨¢n, despu¨¦s. Tambi¨¦n fue de los primeros en denunciar el apag¨®n estad¨ªstico, en el que el Gobierno del PP manejaba a su antojo los datos econ¨®micos, lo que no le gener¨® precisamente palmaditas en la espalda de los responsables del banco en que trabajaba. Otra de sus obsesiones es la aplicaci¨®n de la regla de Taylor, seg¨²n la que los tipos de inter¨¦s deben estar en relaci¨®n con la inflaci¨®n y el PIB de un pa¨ªs. Si esa regla se aplicara en Espa?a, el precio del dinero estar¨ªa por encima de lo que est¨¢ en la zona euro, ya que la tasa de inflaci¨®n espa?ola tambi¨¦n lo est¨¢.
Le encanta viajar y el buen cine. Le gustan especialmente Scorsese y Coppola y el cine espa?ol que refleja la realidad pol¨ªtico-social como el de Camus o Vicente Aranda, pero no le atrae nada Almod¨®var.
Trabajador incansable, fumador incesante (lo intenta dejar habitualmente) y bebedor empedernido de caf¨¦, es de los que meten horas hasta que haga falta. Pero que no se ponga por delante un partido del Real Madrid. Todos remarcan que "es madridista a muerte", de los de bufanda y bander¨ªn. Tanto que puso a su segundo hijo el nombre de Hugo, en homenaje al ex delantero centro mexicano Hugo S¨¢nchez, que reinaba en la delantera blanca cuando naci¨®. Habitual en el Bernab¨¦u, acudi¨® a las tres finales de la Copa de Europa (a la que jug¨® en Amsterdam, en coche) que el Madrid gan¨® en estos a?os pasados, para mofa y escarnio a su amigo Sebasti¨¢n, colchonero confeso y antimadridista. Despu¨¦s de tres a?os sin t¨ªtulos no lo debe de estar pasando precisamente bien. Pero, como aficionado a la historia, sabe que siempre hay esperanzas. Seguir¨¢ el pique futbol¨ªstico, seguro, con Sebasti¨¢n, mientras en La Moncloa se avecinan vitales discusiones con el cul¨¦ Zapatero.
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