Una ventana abierta al universo
?ste es el n¨²mero 1.572. Cumplimos treinta a?os llenos de historias grandes y peque?as. Un tiempo en el que 'El Pa¨ªs semanal' se ha convertido en un escaparate del planeta
La chica que aparece en la primera portada del primer El Pa¨ªs Semanal no es una joven que fuera a abortar a Londres, sino una compa?era de trabajo que pos¨® como modelo, con sus gafas oscuras, enormes, para ocultar su rostro; entonces no s¨®lo era delito abortar en Espa?a, sino que era perseguible aquella que lo hubiera hecho en el Reino Unido, donde en determinadas circunstancias era legal la interrupci¨®n del embarazo. Su caracterizaci¨®n era simb¨®lica: hab¨ªa que ir de inc¨®gnito, y hab¨ªa que volver de inc¨®gnito. Detr¨¢s de ella, un autob¨²s t¨ªpico de Londres ofrec¨ªa el contexto adecuado para lo que era un viaje habitual y prohibido.
Para salir a la calle, el suplemento que inauguraba el peri¨®dico, a poco menos de un a?o del nacimiento de EL PA?S, eligi¨® uno de los asuntos tab¨²es que a¨²n no se hab¨ªa dispuesto a abordar la naciente democracia espa?ola. EL PA?S hab¨ªa nacido reclamando para Espa?a la homologaci¨®n de las libertades civiles, y ¨¦sa, la de que las mujeres pudieran decidir sobre su propio cuerpo, era una met¨¢fora de otras muchas libertades que reclamaba la mujer y a las que aspiraba gran parte de la sociedad. Ese mismo n¨²mero conten¨ªa otros asuntos que eran muy caros a EL PA?S de blanco y negro, el peri¨®dico de todos los d¨ªas. Los sumarios valen por una declaraci¨®n de aquellos principios, que ligaban lo que suced¨ªa a lo que hoy ya llamamos memoria hist¨®rica: Los ¨²ltimos d¨ªas del exilio (sobre Luisa Isabel, la duquesa roja, que dec¨ªa: "Se van a ver muchas cosas sucias en la pol¨ªtica"); La noche de los cuchillos largos contada por sus protagonistas (sobre la primera rebeli¨®n estudiantil en el franquismo)?
Como hubiera dicho Juan Cueto, El Pa¨ªs Semanal fue, desde el principio, la mirada distra¨ªda de EL PA?S; el lugar en el que habitaban, m¨¢s all¨¢ de la preocupaci¨®n por una realidad cotidiana convulsa, peligrosa y variable, las pasiones para descubrir otras facetas del mundo, y de nuestro mundo. Sorprend¨ªa en la portada de la revista (el color¨ªn la llam¨¢bamos internamente, porque era lo ¨²nico en color entonces en EL PA?S) ver a Camilo Jos¨¦ Cela (n¨²mero 511, 25 de enero de 1987) posando vestido de yudoca; no era un disfraz, era una de las personalidades de Cela, que entonces a¨²n no vislumbraba que fuera a ser (dos a?os y pico m¨¢s tarde) premio Nobel de Literatura. Su car¨¢cter siempre fue juguet¨®n y atrevido, y muchas veces solemne, y ese disfraz que El Pa¨ªs Semanal situ¨® en primera era como un resumen de su otra personalidad. El reportaje se llamaba Locas pasiones, e iniciaba una serie escrita por Javier Figuero. "Nada menos que un mat¨®n inicia esta serie semanal", se dec¨ªa en el frontispicio.
Una de las normas de conducta de El Pa¨ªs Semanal ha sido el atrevimiento del testimonio fotogr¨¢fico. Esa gran fotograf¨ªa de Sebasti?o Salgado, publicada a sangre como portada del suplemento (n¨²mero 853, 15 de octubre de 1989), es un emblema que hoy se exhibe, adem¨¢s, como la entrada en el mundo de las publicaciones espa?olas del gran artista brasile?o, que al cabo de los a?os recibir¨ªa el Premio Pr¨ªncipe de Asturias y seguir¨ªa uniendo su trabajo al relato de lo que les sucede a los despose¨ªdos de la tierra.
"?Cabe un pa¨ªs en los estrechos l¨ªmites de una revista?". Cabe. La pregunta la formulaba El Pa¨ªs Semanal, el 4 de julio de 1993, para presentar un n¨²mero extra que se abr¨ªa con un montaje fotogr¨¢fico que un¨ªa al rey Juan Carlos con una doctora, un cocinero, un abogado y una mam¨¢ reciente. El objetivo era establecer una "radiograf¨ªa de un pa¨ªs a trav¨¦s de cien retratos", en un n¨²mero extra que ten¨ªa el prop¨®sito de mostrar "las inquietudes, los sue?os, los problemas y las necesidades de nuestros compatriotas". Y el n¨²mero constituy¨® "una cruda, sincera y sorprendente mirada hacia nuestro propio interior"?
Ese mismo a?o, El Pa¨ªs Semanal se miraba en la historia de uno de sus contempor¨¢neos, Pedro Almod¨®var, cuya movida y ascenso en el ¨¢mbito de la fama social y cinematogr¨¢fica naci¨® pareja a la propia trayectoria del peri¨®dico. Ah¨ª estaba, con su lazo y con sus ropajes, representando ya la imagen del mito que iba a ser. Era el 17 de octubre de 1993. Tres a?os m¨¢s tarde, el 14 de abril de 1996, El Pa¨ªs Semanal aclaraba su portada, apostaba por los blancos, y aprovechaba que Vicente Aranda estrenaba su pel¨ªcula Anarquistas para dar en cubierta a tres "nuevas espa?olas" que ya ten¨ªan un nombre, pero que la historia sigui¨® consolidando: Ariadna Gil, Ana Bel¨¦n y Victoria Abril. Anarquistas.
El n¨²mero de El Pa¨ªs Semanal que m¨¢s premios obtuvo tiene a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en la portada, se titulaba Miradas e inclu¨ªa una colecci¨®n de fotograf¨ªas de Francis Giacobetti. Era un recorrido por las miradas de grandes de la ciencia o la cultura, y ah¨ª estaba Gabo con su mirada melanc¨®lica, p¨ªcara y fija, y ah¨ª estaban sus manos adornadas con dos relojes, un s¨ªmbolo para quien cree que la literatura se hace contra el tiempo.
'Pe', es decir, Pen¨¦lope, es decir, Pen¨¦lope Cruz, le sirvi¨® a El Pa¨ªs Semanal para adelgazar su nombre; con Pe en portada, en el n¨²mero 1.202, del 10 de octubre de 1999, el color¨ªn alcanz¨® la mayor¨ªa de edad, apocop¨® (o apocop¨¦, si se permite este juego de palabras con Pe) y pas¨® a llamarse EP[S]. Y no s¨®lo de nombre cambi¨®. Una entrevista magistral de Soledad Alameda en el n¨²mero del 14 de diciembre de 2003, con Pablo Pineda, el primer universitario europeo con s¨ªndrome de Down, mostr¨® en portada un rostro inesperado, un retrato ¨ªntimo y conmovedor de alguien que lucha desde la dificultad y alcanza la excelencia.
Sobre la mesa, otros hallazgos de EP[S]: ah¨ª aparece (n¨²mero 1.518, del 30 de octubre de 2005) Katrina Bayonas con la pl¨¦yade de artistas que representa, ?catorce a su cargo!, y entre ellas Pe, que en poco tiempo se hizo con el mundo del cine? y con las portadas del color¨ªn. Las sombras de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s han sido un emblema de este suplemento, y ah¨ª est¨¢ su seguimiento peculiar de Marga, "se?ora prostituta", en la portada del domingo 4 de septiembre de 2005.
Y la ¨²ltima portada. El sue?o del Pr¨ªncipe. Las fotos de Gorka Lejarcegi, el relato de Jes¨²s Rodr¨ªguez. ?Es que alguien no ha o¨ªdo hablar de ese n¨²mero? ?Alguien no lo ha visto? Esos raros que se lo han perdido pueden reclamarlo en las hemerotecas: es un documento hist¨®rico, tiene fecha "domingo 15 de octubre de 2006", es el n¨²mero 1.568, y es en s¨ª mismo una ventana: a una pareja y al futuro.
Como las portadas del color¨ªn. Desde que naci¨®.
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