Salsas romanas bajo el mar
Un gran pecio alberga m¨¢s de 1.200 ¨¢nforas en la costa alicantina
La bah¨ªa de C¨¢diz ya ten¨ªa fama hace 2.000 a?os de producir las mejores salazones y salsas de pescado del mundo. Roma, la capital del imperio, se abastec¨ªa de los peque?os puertos andaluces que concentraban la carga en un gran puerto de donde part¨ªan barcos de gran tonelaje. Sol¨ªan navegar alejados de la costa y s¨®lo enfilaban a tierra por fuerza mayor.
En torno al a?o 40, un gran buque romano naufrag¨® frente a las playas de la poblaci¨®n alicantina de Vila Joiosa. Transportaba al menos 1.200 ¨¢nforas con las salsas de pescado que tanto apreciaban las clases pudientes de la metr¨®poli. Todo esto se sabe gracias a una casualidad. Dos aficionados al submarinismo descubrieron en el a?o 2000 uno de los m¨¢s importantes yacimientos subacu¨¢ticos de la actualidad. Salieron a la mar en una embarcaci¨®n y decidieron fondear. Arrojaron el ancla y ¨¦sta fue arrastrada por la corriente hasta engancharse con algo desconocido. Al sumergirse, hallaron uno de los pecios m¨¢s grandes y en mejor estado del Mediterr¨¢neo. Desde entonces lleva el nombre de ambos, Bou-Ferrer.
El barco data de "la ¨¦poca tumultuosa de Tiberio o Ner¨®n", seg¨²n el codirector de la investigaci¨®n
Seis a?os despu¨¦s se sigue sondeando el yacimiento y catalogando las piezas. Es ahora cuando se est¨¢ valorando y difundiendo internacionalmente la notable importancia del hallazgo. "Es muy dif¨ªcil encontrar un barco as¨ª, tan grande, con 30 metros de eslora y 400 toneladas de porte, con una carga en tan buen estado y a 24 metros de profundidad. Navegaban mar adentro y sus naufragios no son accesibles para los arque¨®logos", explica Carles de Juan, codirector de la intervenci¨®n Bou-Ferrer que desarrolla la direcci¨®n de Patrimonio Cultural de la Generalitat. "Es una joya del mundo antiguo", a?ade, tras dar a conocer la pasada semana el primer estudio sobre el yacimiento en un congreso internacional en Gandia.
La mayor¨ªa de las ¨¢nforas conten¨ªan las salsas de pescado, porque estaban recubiertas en su interior por una sustancia que las impermeabilizaba y posibilitaba el almacenaje de l¨ªquidos. "Las salsas eran muy apreciadas, pero su uso como afrodisiaco no est¨¢ documentado", matiza un divertido y sorprendido De Juan, en alusi¨®n a algunas informaciones.
Los datos preliminares fechan el barco en torno a la mitad del siglo I, y lo relacionan con el comercio del emperador de Roma, en "la ¨¦poca tumultuosa de Tiberio, Claudio o Ner¨®n, cuando se empieza a articular el sistema para que la poblaci¨®n romana tenga asegurado el alimento por parte del Estado romano", indica De Juan. "De lo contrario, una ciudad de un mill¨®n de habitantes daba para muchas revueltas. Por eso se aseguraba al pueblo pan y circo, comida y diversi¨®n", agrega.
"Se conocen otros pecios que hablan del comercio romano de aceite, vino y salazones desde la zona B¨¦tica hacia Roma, pero ¨¦ste es el primer yacimiento sobre un comercio grande, vinculado con el poder imperial, y ah¨ª reside su importancia", subraya el arque¨®logo.
El yacimiento fue expoliado poco despu¨¦s de ser hallado. Desaparecieron unas 50 ¨¢nforas. La Generalitat opt¨® entonces por instalar unas rejas en torno al yacimiento. En el mercado negro, un ¨¢nfora en buen estado puede alcanzar entre 1.500 y 2.000 euros.
Los dos submarinistas que encontraron el pecio de Vila Joiosa ten¨ªan muy buena voluntad. Informaron a las autoridades de su hallazgo. Y por ley, les tocaba el 25% del valor de las piezas hist¨®ricas. Sin embargo, un simple error les dej¨® sin recompensa econ¨®mica por ofrecer al mundo una joya de la antig¨¹edad.
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