El proyecto genoma Neandertal arranca con un mill¨®n de 'letras' de ADN de un f¨®sil
Los cient¨ªficos anuncian una descripci¨®n completa para 2008 de la especie extinta
Muchos expertos lo consideraban imposible, pero el proyecto genoma Neandertal est¨¢ en marcha, y hoy presenta en Nature y Science una espectacular haza?a t¨¦cnica: la secuencia de su primera megabase, o lectura de un mill¨®n de letras del ADN f¨®sil de esa especie hermana, desaparecida hace 30 milenios. Los datos ya han permitido calcular que los neandertales se separaron de nuestra especie hace 500.000 a?os. Cuando el genoma est¨¦ completo, en 2008, sabremos si hablaban, cu¨¢les eran sus talentos y, sobre todo, cu¨¢les son las claves gen¨¦ticas de los nuestros. Las mutaciones esenciales para la evoluci¨®n humana han ocurrido durante la divergencia entre las dos especies, y la comparaci¨®n entre los dos genomas es un diamante biol¨®gico.
Los neandertales se separaron de nuestra especie hace unos 500.000 a?os
Todav¨ªa no se ha encontrado en los neandertales la mutaci¨®n del habla
El proyecto Neandertal es una colaboraci¨®n de una veintena de cient¨ªficos alemanes, norteamericanos y croatas. Su alma es Svante P??bo, director del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva, en Leipzig, y su principal objetivo no es entender a los neandertales, ni mucho menos reconstruir a uno al estilo de Parque Jur¨¢sico, sino averiguar las claves de la evoluci¨®n de nuestra especie, el Homo sapiens.
P??bo ya estuvo detr¨¢s del proyecto genoma del chimpanc¨¦, cuyo objetivo era el mismo: compararlo con el humano para localizar las diferencias gen¨¦ticas que explican nuestras capacidades cognitivas y enfermedades espec¨ªficas.
Pero esas comparaciones han revelado 35 millones de cambios de letra (snips) y otras muchas inserciones o deleciones de segmentos, acumulados durante cinco o seis millones de a?os de separaci¨®n. Y la mayor¨ªa de las mutaciones cruciales para la evoluci¨®n humana son recientes, lo que en este contexto quiere decir que han ocurrido en los ¨²ltimos 500.000 a?os.
Y tambi¨¦n quiere decir que comparar el genoma humano con el del chimpanc¨¦ no es tan ¨²til como hacerlo con el del hom¨ªnido m¨¢s pr¨®ximo a nuestra especie, aunque ¨¦ste se extinguiera hace 30.000 a?os. ?sta es la raz¨®n que ha movido a P??bo a interesarse por el genoma del hombre de Neandertal, pese a que la mayor parte de sus colegas lo consideraban imposible t¨¦cnicamente.
Hace casi exactamente 150 a?os que los Neandertales fueron reconocidos como una especie peculiar de hom¨ªnidos -los primeros f¨®siles se hab¨ªan descubierto unos a?os antes en el valle de Neander, junto a D¨¹sseldorf-, y los paleont¨®logos han documentado desde entonces que camparon por Europa y Asia occidental desde hace unos 400.000 a?os.
Nuestra especie sali¨® de ?frica hace 50.000 a?os y, cuando lleg¨® a Europa, hace 40.000, los Neandertales a¨²n estaban all¨ª. Ambos coexistieron durante 10 milenios, y no est¨¢ claro en qu¨¦ circunstancias. Hay evidencias de que algunos Neandertales adoptaron ornamentos corporales de los sapiens y, la semana pasada, Bruce Lahn, de la Universidad de Chicago, present¨® pruebas de que los Neandertales nos pasaron un gen esencial para el desarrollo del cerebro. Ello implicar¨ªa, naturalmente, que las dos especies se cruzaron, aunque s¨®lo infrecuentemente.
La lectura del primer mill¨®n de bases arroja algo de luz sobre estas cuestiones. La comparaci¨®n entre sapiens y neandertales permite calcular que las dos especies se separaron hace 500.000 a?os. Pero el porcentaje de cambios de letra en que los Neandertales llevan la versi¨®n moderna es tan inesperadamente alto (30%) que, seg¨²n los cient¨ªficos, "es incompatible con un modelo de separaci¨®n simple entra las dos especies", y "sugiere un flujo gen¨¦tico entre los humanos modernos y los Neandertales". Concretamente, ese flujo ser¨ªa probablemente "desde los hombres modernos" hacia las mujeres Neandertales, aunque los investigadores admiten que se necesitan m¨¢s datos para afianzar este punto.
Varios estudios recientes apuntan a un flujo gen¨¦tico limitado entre las dos especies, que habr¨ªa dejado una huella no superior al 5% en el genoma de la humanidad actual. Los estudios de ADN antiguo no hab¨ªan detectado ese flujo hasta ahora porque se hab¨ªan hecho con ADN mitocondrial. Las mitocondrias son unos peque?os ¨®rganos (org¨¢nulos) del interior de las c¨¦lulas que funcionan como factor¨ªas energ¨¦ticas. En la fecundaci¨®n, s¨®lo son aportadas por el ¨®vulo. Si los escasos cruces entre las dos especies fueron de hombres sapiens con mujeres neandertales, el ADN mitocondrial no ser¨ªa un buen criterio para detectar la hibridaci¨®n.
Otro dato inesperado es el tama?o de la poblaci¨®n fundadora de los Neandertales, el grupo a partir del cual se origin¨® toda la especie. Como el f¨®sil del que se obtuvo el ADN tiene dos juegos de cromosomas -como todo mam¨ªfero-, las diferencias entre un juego y otro dan una idea de la cantidad de variaci¨®n gen¨¦tica existente en la especie. Y a partir de esa variaci¨®n se puede inferir cu¨¢l era la variaci¨®n de partida, es decir, cu¨¢ntos individuos formaban la poblaci¨®n fundadora. Y el resultado es que eran muy pocos: no m¨¢s de 3.000. Es un n¨²mero muy similar al calculado hace a?os para nuestra especie, que fue una sorpresa en su momento (por lo peque?o).
"Nuestra conjetura", escriben los cient¨ªficos, "es que ese peque?o tama?o, tal vez asociado con numerosas expansiones a partir de cuellos de botella, ha sido t¨ªpico no s¨®lo del Homo sapiens, sino de muchos grupos del g¨¦nero Homo. De hecho, el origen del Homo erectus [el primer representante del g¨¦nero al que pertenecemos] pudo estar asociado con adaptaciones culturales o gen¨¦ticas que resultaron en dr¨¢sticas expansiones de poblaci¨®n, como indica su aparici¨®n fuera de ?frica hace dos millones de a?os".
Tarde o temprano aparecer¨¢ el gen FOXP2 de los neandertales: el gen del lenguaje. Un solo cambio de letra en ese gen se asocia a la capacidad humana del lenguaje. En este caso, una letra valdr¨¢ por mil im¨¢genes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.