La rabia de Nalbandi¨¢n

David Nalbandi¨¢n, el campe¨®n vigente, se clasific¨® ayer para las semifinales, pero no disfrut¨®. Su mente estaba en otra parte. El argentino super¨® al estadounidense Andy Roddick por 6-2 y 7-6 (7-4) y tuvo que esperar a que el suizo Roger Federer concretara su victoria sobre el croata Ivan Ljubicic por 7-6 (7-2) y 6-4 para verse en la pen¨²ltima ronda -por su mejor cociente entre los sets ganados y los perdidos en total-. Pero su pensamiento estaba con su sobrino y ahijado, Lautaro, de nueve a?os, que falleci¨® atrapado por la puerta de un ascensor en la v¨ªspera.

"Es terrible", se lament¨® Nalbandi¨¢n; "pero la vida es as¨ª. No puedo hacer nada para cambiarla. Contra Roddick, lo ¨²nico que hice fue pegar tan fuerte como pude a la bola". Tal vez su rabia le ayud¨® a salvar los momentos dif¨ªciles por los que atraves¨®. Tras ganar c¨®modamente la primera manga, el argentino mantuvo bajo control la segunda y lleg¨® a sacar para ganar el partido con 5-4 a su favor: "Entonces me puse muy nervioso, comet¨ª dos dobles faltas y cerr¨¦ con una volea que se me escap¨®".

El duelo lleg¨® al desempate. Roddick lo dominaba por 3-1. Pero Nalbandi¨¢n se recompuso y, mucho m¨¢s tranquilo, venci¨® sin excesivos problemas. "No; la situaci¨®n de Nalbandi¨¢n no me afect¨®", dijo Roddick; "desde el primer momento me pareci¨® que no iba a retirarse". Nalbandi¨¢n, en cambio, pidi¨® al ¨¢rbitro de silla que quitasen del estadio una pancarta que dec¨ªa "David, lucha por el peque?o Lautaro". "No es que me molestara, pero se me ven¨ªa a la cabeza mi sobrino".

A su vez, Federer prosigui¨® su paso imperturbable. Es el ¨²nico que ha ganado todos sus partidos en la liguilla tras salvar tres bolas decisivas contra Roddick. S¨®lo el norteamericano James Blake podr¨ªa igualarle si hoy supera a Tommy Robredo. Ljubicic dispuso de seis ocasiones para romperle el saque, pero s¨®lo lo logr¨® en una. En cambio, el suizo se lo arrebat¨® en dos de las cuatro que tuvo. Da la impresi¨®n de que Federer no est¨¢ en su mejor forma. Pero en los momentos clave siempre es capaz de sacar lo mejor de s¨ª mismo.