Sin ardiente paciencia
Sin Rimbaud ("al amanecer, armados de una ardiente impaciencia entraremos en las ciudades"), ni Sk¨¢rmeta (que titul¨® su novela Ardiente paciencia que un filme famoso bautiz¨® como El cartero y Pablo Neruda). Aqu¨ª no hay ni paciencia ni ardor. Lo que hay es secretismo confuso en la pol¨ªtica oficial y aburrimiento fatigado en la sociedad civil. Ya s¨¦ que la frase de Orson Welles-Harry Lime en la noria vienesa sobre la mediocridad de la democracia ha hecho fortuna y que un liberal riguroso como Dahrendorf parece resignado a la "frigidez" democr¨¢tica. Un amigo me escribe desde Los ?ngeles aconsej¨¢ndome que aprecie el aburrimiento de nuestra pol¨ªtica que, adem¨¢s de inevitable, es lo que conviene a nuestra edad. Confieso mis dudas sobre la bondad del aburrimiento, o si lo prefieren del "consenso pasivo" gramsciano. A pesar de la edad, la ardiente paciencia, o la impaciencia sin m¨¢s, del joven Rimbaud resulta m¨¢s atractiva.
El reparto de competencias y de cargos en funci¨®n de intereses particulares no es estimulante ni tranquilizadora
Pero aun aceptando que la realidad real es lo que es y que no podemos esperar de los l¨ªderes pol¨ªticos ni ¨¦pica ni l¨ªrica, ni humor ni audacia, y casi resignados a una Generalitat con imagen de gestor¨ªa, aunque no guste ni al ex presidente Jordi Pujol, ni supongo que al presidente en funciones, Pasqual Maragall (ni a m¨ª por cierto), hay incoherencias irritantes que no parecen justificadas. Me voy a referir a tres solamente: la marginaci¨®n de las mujeres, la confusi¨®n del organigrama anunciado del Gobierno catal¨¢n y la imagen negativa resultante.
La comisi¨®n negociadora de los tres partidos de la Entesa estaba formada solamente por hombres a pesar de que por su n¨²mero, una docena, parece dif¨ªcil que fueran cuales fueran los criterios de selecci¨®n, no entrara ninguna mujer. Los nombres del Gobierno que parecen confirmados son ¨²nicamente hombres, lo mismo que los de la mesa del Parlament, excepto una secretar¨ªa. Por cierto, la presencia de mujeres en el Parlament (el 35%) es inferior a la del Pa¨ªs Vasco, Castilla-La Mancha, Pa¨ªs Valenciano, Andaluc¨ªa, Madrid, La Rioja, Extremadura y Cantabria. A partir de esta constataci¨®n parece iluso esperar una renovaci¨®n de la pol¨ªtica y un mayor acercamiento a los ciudadanos.
El organigrama del nuevo Gobierno ofrece sorpresas muy discutibles y mantiene algunas confusiones del pasado. El Departamento de Presidencia, con escasas competencias, parece apropiado para que el l¨ªder de Esquerra Republicana (ERC) sienta estimuladas las iniciativas y declaraciones que corresponden a su naturaleza. Es poco comprensible unir el Departamento de Relaciones Institucionales, que se atribuye a un presidente de partido y que puede asumir funciones transversales, con Interior, un departamento que implica una dedicaci¨®n absorbente, muy especial y desgastadora. A¨²n m¨¢s extra?o es que haya sido aceptada por el presidente de Iniciativa Verds (ICV), con el riesgo que supone que ante cualquier incidente propio de Interior se le pida la dimisi¨®n desde sectores de la opini¨®n p¨²blica o desde los otros partidos, incluidos sus aliados. Y es sorprendente y nos parece absurda la consiguiente defenestraci¨®n de una consejera, una mujer, que ha sido ampliamente reconocida como uno de los mejores miembros del anterior Gobierno. Uno sospecha que el futuro presidente ha querido matar dos p¨¢jaros de un tiro, limitar y quiz¨¢ quemar al l¨ªder de ICV y castigar a una militante de su partido que no debe de gustarle.
Las incoherencias no se acaban aqu¨ª. Se mantiene la uni¨®n contra natura entre Medio Ambiente y Vivienda. Ni la primera deber¨ªa corresponder a un partido minoritario que tiene posiciones propias y distintas de las del resto y que dif¨ªcilmente podr¨¢ imponer, ni Vivienda se puede entender sin urbanismo y pol¨ªtica de suelo. No se entiende bien que ICV, que es el ¨²nico partido que ha aumentado en votos y en electos, no haya sabido o podido acceder a un departamento m¨¢s potente como Bienestar Social o Pol¨ªtica Territorial con Vivienda incluido. Tampoco se entiende que no proponga al que fue su brillante consejero; parece ser que el buen desempe?o se castiga tambi¨¦n en este caso.
Por cierto, Bienestar Social, que corresponder¨¢ a ERC, parece que va a perder su principal instrumento de gesti¨®n, el Instituto Catal¨¢n de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS), que se transfiere a Trabajo y en cambio se le atribuyen competencias transversales -mujer, juventud, inmigraci¨®n- que por su naturaleza requieren una autoridad sobre los otros departamentos que s¨®lo puede tener el presidente. A ERC le corresponden dos departamentos que parecen un caj¨®n de sastre. El de Gobernaci¨®n incluye la Sociedad de la Informaci¨®n y el de Industria, Universidad. No es f¨¢cil de explicar esta incoherencia si no es por apetencias de partido o personales.
Con esta reflexi¨®n llegamos a la tercera consideraci¨®n respecto al proceso de constituci¨®n del nuevo Gobierno. La imagen que se ofrece no es la mejor posible. La voluntad de mantener la negociaci¨®n al margen de la opini¨®n p¨²blica parece sensata pues corresponde al presidente proponer un Gobierno, y es l¨®gico evitar los espect¨¢culos de un l¨ªder de partido presentando los nombres de sus consejeros de motu proprio y en algunos casos llegando a la provocaci¨®n absurda (caso Vendrell). Pero la imagen de asistir a un reparto de competencias y de cargos en funci¨®n de intereses particulares, al margen de acuerdos de fondo y de idoneidad de departamentos y personas, no es precisamente ni estimulante ni tranquilizadora. La opci¨®n, o la incapacidad, del candidato a presidente de proponer un proyecto atractivo para el pa¨ªs no genera ni entusiasmo ni confianza, y sus reiteradas manifestaciones cr¨ªticas respecto al Gobierno anterior sin propuestas nuevas ni viejas contribuye a dar una imagen de que lo que se discute son posiciones de poder y poco m¨¢s. Esperemos que una vez constituido el Gobierno, su composici¨®n final ser¨¢ mejor de lo que ahora se puede esperar y que su pr¨¢ctica no confirmar¨¢ el escepticismo y el desinter¨¦s que las encuestas y los votos en blanco expresan. Pero, por favor, no pierdan el tiempo. Lo que no se hace o no se pone en marcha en los primeros meses queda aplazado indefinidamente. Los cambios, las innovaciones, las leyes y los programas ambiciosos corresponden al primer a?o. Pueden empezar aprobando leyes, como las relativas al bienestar social o a la vivienda, que quedaron preparadas en la legislatura anterior.
A pesar de todo, les deseo sinceramente suerte. Por el bien de todos.
Jordi Borja es ge¨®grafo-urbanista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.