El Sevilla se exhibe de nuevo

Est¨¢ muy dicho en los ¨²ltimos meses lo de que el Sevilla juega que da gusto verlo. Pero es que escribir otra cosa ser¨ªa pecar de original y de injusto con uno de los pocos conjuntos que hacen que este juego sea un espect¨¢culo bello y por el merezca la pena pagar por ver.

Por buscarle un defectillo, se puede decir que ya no entra en los partidos como esa estampida milimetrada que sol¨ªa ser. El s¨¢bado pasado contra el Valencia y ayer contra el Sporting de Braga, los primeros 20 minutos fueron del contrario. De hecho, ayer hasta tuvieron que encajar un gol. Una jugada, en el minuto 5, al saque de un c¨®rner con pase atr¨¢s y remate seco seg¨²n ven¨ªa de Cesinha acab¨® con el bal¨®n en la red. Pero el ¨¢rbitro sustituy¨® el saque de centro del campo por el de una falta que casi nadie vio a un defensa sevillista. El conjunto portugu¨¦s se limit¨® a eso y a una fenomenal internada por la derecha de Maciel que centr¨® sobre la marcha a Cesinha que no lleg¨® a rematar por poqu¨ªsimo (y por un sutil empuj¨®n de Dani Alves).

Pero lo que parec¨ªa una empanada sevillista era en realidad el tiempo que el toro pasa rascando el suelo con las patas antes de llev¨¢rselo todo por delante. En lo que va de los 20 minutos a la media hora, el Sevilla pudo marcar hasta cuatro goles. Primero Alves se col¨® con su peculiar estilo pero remat¨® fatal. Casi de inmediato, fue Adriano el que cimbre¨® hasta la frontal del ¨¢rea dejando defensas como el que silba y su buen disparo lo desvi¨® con un parad¨®n -el por otro lado siempre tembl¨®n- Paulo Santos. Despu¨¦s fue Luis Fabiano el que -bastante chup¨®n- intent¨® un globo desde la esquina derecha del ¨¢rea del conjunto portugu¨¦s. En fin, un festival.

Y es que si un d¨ªa est¨¢ bajo Renato, es Poulsen el que est¨¢ enorme; si Puerta no se va, Adriano les hace un ocho desde la otra banda. Un jugador se sale de esa norma. Y de casi todas. Daniel Alves es un lateral, por llamarle algo, que cada d¨ªa defiende algo mejor y que se est¨¢ convirtiendo en un pasador desde banda de gran categor¨ªa.

El primer gol lo meti¨® Luis Fabiano, pero casi todo el m¨¦rito fue de Adriano que se plant¨® en el ¨¢rea, dej¨® sentado al defensa que le tocaba esta vez y centr¨® hacia atr¨¢s para que el ariete brasile?o fusilara a placer.

La segunda mitad fue bastante m¨¢s aburrida. El Sevilla se dedic¨® a conservar sus fuerzas y a los portugueses no les llegaba el f¨²tbol para meter miedo. Pero en el Sevilla todo parece desarrollarse como en una pel¨ªcula de las de Estrenos TV -de las de superaci¨®n y final feliz- y Juande Ramos decidi¨® sacar a Chevant¨®n al campo. El uruguayo se llev¨® la primera ovaci¨®n y marc¨® su primer gol. No pod¨ªa ser de otra manera.