Saramago y Castilla del Pino hablan sobre la historia de Andaluc¨ªa
El escritor portugu¨¦s y el psiquiatra dialogan en la Feria del Libro de Guadalajara
Dos escritores de larga trayectoria vital y con una voluntad de acero para buscar las claves m¨¢s profundas de la realidad se reunieron ayer en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (M¨¦xico). El Premio Nobel Jos¨¦ Saramago y el psiquiatra y autor de dos memorables libros de memorias Carlos Castilla del Pino hablaron sobre Andaluc¨ªa en uno de los recintos de la feria.
La consejera de Cultura, Rosa Torres, present¨® a los dos escritores, que intentaron huir de las ret¨®ricas vagas para adentrarse en la realidad andaluza. "Soy un andaluz por adopci¨®n porque la provincia de Granada me nombr¨® hijo adoptivo. Hasta el final de mi vida no tengo m¨¢s remedio que ser hijo adoptivo de la provincia de Granada", dijo Saramago en un espa?ol marcado por la cadencia portuguesa y la iron¨ªa ben¨¦vola con la que gusta de salpicar sus palabras.
Saramago hizo alusi¨®n a La balsa de piedra, una de sus novelas m¨¢s c¨¦lebres, para reiterar su iberismo. "En primer lugar, soy portugu¨¦s; luego, soy ib¨¦rico; y, finalmente, europeo. Por circunstancias de mi vida, de mi trabajo y de orden sentimental, me he hecho m¨¢s ib¨¦rico de lo que yo cre¨ªa que alguna vez llegara a ser", explic¨® el Premio Nobel, cuya mujer es andaluza.
Saramago emprendi¨® un recorrido por una Andaluc¨ªa alejada del t¨®pico y la postal, una Andaluc¨ªa que corre por r¨ªos profundos. "Andaluc¨ªa quiz¨¢ tenga demasiado brillo. Porque, a veces, el brillo quiz¨¢s oculte lo que hay m¨¢s profundo. Y esto es a lo que hay que llegar en Andaluc¨ªa", indic¨®. "Por encima de la Alhambra y la Giralda encontr¨¦ en Andaluc¨ªa algo m¨¢s profundo. Es una tierra por la que han pasado generaciones. Vivimos sobre el polvo de siglos anteriores a nosotros", se?al¨®.
Carlos Castilla del Pino cont¨® que ten¨ªa la misma edad que Saramago: 84 a?os. Una vida tan larga, con el ojo avizor de la curiosidad, ha dado para conocer unos enormes cambios sociales. "He conocido muchas Andaluc¨ªas. La Andaluc¨ªa de mi infancia era muy pobre. Junto a la pobreza, se cultivaba el folclor andaluz, que se identific¨® con la pobreza. Hab¨ªa una tasa de analfabetismo terrible. En 1932 fui el ¨²nico ni?o de mi pueblo que pudo pasar de los estudios elementales al Bachillerato", evoc¨® Castilla del Pino.
El psiquiatra aludi¨® a la llegada de la II Rep¨²blica en 1931. "Recuerdo la enorme revoluci¨®n en el orden de la escuela. La II Rep¨²blica no era revolucionaria, sino que hac¨ªa lo que hab¨ªa que hacer, lo que se hab¨ªa hecho en otras naciones sin unos cambios sociales tan profundos. Contra aquello surgi¨® la brutal reacci¨®n de 1936. He sido testigo presencial de acontecimientos enormemente tr¨¢gicos, que no voy a describir porque est¨¢n en la historia", a?adi¨® Castilla del Pino.
El psiquiatra se?al¨® que tras 40 a?os de franquismo continuaba una tasa significativa de analfabetismo y que la tierra era de unos pocos. "No sabemos si, por desgracia o por fortuna, Franco muri¨® en la cama. La democracia fue algo innovador. Empez¨® una renovaci¨®n en Andaluc¨ªa", resumi¨®. "En los ¨²ltimos 20 o 25 a?os, se ha llegado a una Andaluc¨ªa moderna en literatura, investigaci¨®n cient¨ªfica y profesorado universitario", concluy¨® Castilla del Pino.
Una familia andaluza
El escritor portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago record¨® ayer el cambio que ha supuesto para su vida unir su destino sentimental al de una mujer andaluza. "Llega Pilar en 1986 con su gran familia andaluza. Tiene 14 hermanos. Yo s¨®lo he tenido un hermano y muri¨® cuando yo era ni?o. La de Pilar es una familia andaluza, que no es poca cosa. Una familia andaluza es un terremoto", coment¨®. Saramago hizo un recorrido por idiomas peninsulares como el gallego o el vasco. Y a?adi¨® uno m¨¢s: el granadino. "Es un idioma que es ininteligible o no seg¨²n la voluntad del que lo habla. Su inteligibilidad depende de esa cosa que llaman en Granada la mala foll¨¢", coment¨®. Saramago mostr¨® su situaci¨®n con sus familiares pol¨ªticos en reuniones. "Me veo rodeado de 14 cu?ados con sus esposas y sus novias. Quiero dormir y no me dejan. Dan una imagen del andaluz que en ninguna circunstancia hubiera podido alcanzar. Tuve el privilegio de que una familia andaluza me adoptara", afirm¨® con una sonrisa.
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