Prisciliano no s¨®lo fue un hereje sino el l¨ªder de un movimiento social
Concluye en Santiago el primer congreso sobre la figura del m¨¢rtir de Iria Flavia
A medio camino entre la herej¨ªa, el martirio y la rebeli¨®n colectiva, las aproximaciones a Prisciliano de una decena de expertos en el I Simposio sobre esta figura hist¨®rica resit¨²an al obispo de ?vila en el centro de un movimimento m¨¢s social que her¨¦tico. Seg¨²n el profesor Eduardo L¨®pez Pereira, "tiene que haber algo m¨¢s que un m¨¢rtir religioso para que 1.600 a?os despu¨¦s sigamos discutiendo sobre Prisciliano".
Perseguido por la jerarqu¨ªa cat¨®lica de la ¨¦poca y tras una larga huida, Prisciliano fue arrestado y decapitado en Tr¨¦veris (Alemania) en el a?o 385. Los antecesores de la Inquisici¨®n acusaron al m¨¢rtir nacido en Iria Flavia de herej¨ªa pero finalmente lo condenaron por "magia negra". "En el debate teologal era imbatible", indica Mill¨¢n Picouto, autor de un poema dram¨¢tico sobre el personaje, "elocuente y erudito". Quiz¨¢s el oficialismo cat¨®lico del siglo IV s¨®lo busc¨® una excusa para quitar de en medio a un l¨ªder rebelde y popular.
El escritor Xos¨¦ Lu¨ªs M¨¦ndez Ferr¨ªn, que pese a no haber participado en el I Simposio Prisciliano de Santiago de Compostela se ha ocupado del creador del priscilianismo, opinaba en un reciente libro de entrevistas que "algo ten¨ªa Prisciliano que ofend¨ªa a la colusi¨®n del Estado romano con la Iglesia cat¨®lica, algo molestaba". M¨¢s all¨¢ de que Prisciliano y sus seguidores, numerosos en la Gallaecia y extendidos por Hispania y la Galia, negasen la existencia de la Sant¨ªsima Trinidad, el historiador Francisco Carballo explica sus diferencias con el centro de la Iglesia cat¨®lica. "Prisciliano se opon¨ªa a la alianza del catolicismo con el Imperio", asegura, "y su influencia en los principales n¨²cleos de la cristiandad de la Gallaecia resultaba innegable".
En un momento hist¨®rico en el que se avistaba la fusi¨®n del poder pol¨ªtico y del poder religioso, el priscilianismo se enfrent¨® a las estructuras cat¨®licas y al estado romano. El cristianismo de Prisciliano arraig¨® en comunidades no urbanas y se vincul¨® a formas colectivas de organizaci¨®n social. La Historia de Galicia, del profesor y reciente acad¨¦mico Ram¨®n Villares, traza la relaci¨®n entre las pr¨¢cticas priscilianistas, el h¨¢bitat castrexo y las tradiciones religiosas ind¨ªgenas". Para el directivo de la asociaci¨®n cultural O Galo, organizadora del congreso, Manuel V¨¢zquez, "en la valoraci¨®n de la figura del heresiarca cambi¨® el modo en que ahora se considera su vertiente sociopol¨ªtica".
Leyenda negra
Despu¨¦s de su muerte en Tr¨¦veris, sus contrincantes difundieron la leyenda negra sobre su vida depravada e inmoral. "Forma parte de los ataques de sus enemigos", apunta M¨¦ndez Ferr¨ªn. Acusado de mujeriego y licencioso, seg¨²n el te¨®logo Victorino P¨¦rez Prieto Prisciliano en realidad trataba de recuperar el papel de las mujeres dentro de las comunidades cristianas.
Otra variaci¨®n sobre el tema priscilianista la ofrece ?scar Refoxo, presidente de O Galo. Aunque el territorio de la Gallaecia rebasaba los l¨ªmites de la actual Galicia, Refoxo considera que en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica de Prisciliano se encuentran los or¨ªgenes de "la naci¨®n gallega". La adaptaci¨®n del cristianismo a una realidad f¨ªsica diferenciada o el apego a la naturaleza argumentan la tesis. "Desde luego", concluye Manuel V¨¢zquez, "es una pieza de nuestra configuraci¨®n como pa¨ªs que hay que tener en cuenta".
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