Proporcionalidad
Un juez de Almer¨ªa ha desestimado el cierre de un centro comercial de Roquetas de Mar a pesar de que una sentencia del TSJA declar¨® nula la licencia de apertura que le dio el Ayuntamiento. El juez, para rechazar la medida, ha aplicado lo que en derecho se denomina principio de proporcionalidad. Dice el auto que atender esta petici¨®n de cierre supondr¨ªa un "sacrificio in¨²til e innecesario de riqueza, con un inconmensurable coste social". El magistrado considera que no hay proporci¨®n l¨®gica en la reclamaci¨®n de cierre por parte de la Junta, ya que quitando el cartel de "abierto" del centro comercial aparecer¨ªa el c¨¢rtel de "cerrado" en 135 negocios con 4.000 trabajadores.
Lo m¨¢s llamativo de la sentencia es que el magistrado, Jes¨²s Rivera, dice que fue ¨¦l mismo qui¨¦n anul¨® la licencia de este centro comercial en el a?o 2002, cuando era a¨²n un proyecto inacabado. En cambio, cuando el pasado mes de octubre -cuatro a?os despu¨¦s- el TSJA ha ratificado su decisi¨®n, esta gran superficie comercial no es que hubiera sido ya levantada, es que se encontraba a pleno rendimiento. Por el principio de proporcionalidad se dice que las magnitudes est¨¢n relacionadas de tal manera que si el valor de la una se multiplica por un n¨²mero, el de la otra queda multiplicada por el mismo n¨²mero. Aplicando la proporcionalidad, por cada mes que tard¨® el TSJA en ratificar la sentencia se levant¨® una pared del centro comercial.
El problema actual del urbanismo es que no hay principio de proporcionalidad. Las magnitudes que deber¨ªan estar relacionadas, las licencias ilegales y las sentencias que paralizan las obras, no se multiplican por el mismo n¨²mero. Hay muchos m¨¢s ladrillos que sentencias. Y adem¨¢s aparece otro condicionante: la magnitud temporal, cuya rapidez es inversamente proporcional en los jueces que en los constructores. Esto provoca que el cemento frag¨¹e siempre m¨¢s r¨¢pido que las decisiones judiciales. A las viviendas irregulares de Marbella les ocurre proporcionalmente tres cuartos de lo mismo. Mientras los magistrados dictaban sentencias contradictorias y sin ponerse de acuerdo en que el ¨²nico PGOU vigente en la localidad era el del a?o 1986, los ladrillos segu¨ªan su camino ascendente, las notarias se iban llenando de escrituras antes que de jurisprudencia y las arcas p¨²blicas de ingresos por impuestos. No hubo manera de lograr el principio de proporcionalidad. Las magnitudes no estaban relacionadas: por cada a?o que se tardaba en declarar ilegal una licencia eran siete las plantas que se levantaban de un edificio.
Si la justicia se decanta por proseguir en Marbella con el dichoso principio de proporcionalidad, el debate sobre si tiene o no que haber demoliciones amenaza con durar menos que un suelo por clasificar en primera l¨ªnea de playa. Y con ello, las 30.000 viviendas ilegales estar¨¢n m¨¢s a?os en pie que las pir¨¢mides de Egipto. De momento ya se ha buscado una f¨®rmula para reducir la proporci¨®n de la proporcionalidad. El PGOU que la Junta prepara para Marbella blanquea el 85% de los pisos negros levantadas ilegalmente en este municipio. La administraci¨®n andaluza ya ha anunciado que hay 25.000 casas que est¨¢n bien donde est¨¢n, y que s¨®lo est¨¢n afectadas por la magnitud temporal. Los gobiernos del GIL, adem¨¢s de integrados por un pu?ado de delincuentes cada d¨ªas menos presuntos y m¨¢s delincuentes, lo formaron un grupo de visionarios, y levantaron las viviendas en unos terrenos 12 a?os antes de que la Junta dijera que se pod¨ªa construir all¨ª. Con el nuevo PGOU se va a lograr reducir la proporci¨®n del problema que quedar¨¢ afectado por el principio de proporcionalidad. Ser¨¢n s¨®lo las 5.000 viviendas levantadas en zonas verdes, en terrenos destinados a equipamientos o incluso un edificio levantado en mitad de una calle.
Quedamos expectantes, ya que los ciudadanos tambi¨¦n tenemos derecho a pensar que la credibilidad de las administraciones y de la Justicia ser¨¢ proporcional al n¨²mero de viviendas demolidas. Y de momento, no parece que haya mucha proporci¨®n entre los desmanes urban¨ªsticos cometidos y el hecho de que la ¨²nica casa derribada en M¨¢laga haya sido un inmueble de 35 metros cuadrados en C¨¢rtama.
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