Los payasos ya no salen en la tele
Los payasos ya no salen en la tele, al menos, los de verdad. El colectivo, que se ha reunido estos d¨ªas en Cornell¨¤ con motivo de la celebraci¨®n del Festival Internacional de Payasos, se queja de que entre tanta tertulia rosa y telenovela no ha quedado espacio para los profesionales del humor infantil, aquellos tan asiduos en la antigua programaci¨®n de las tardes, cuando s¨®lo hab¨ªa dos canales que sintonizar. Por eso reivindica un espacio en los medios de comunicaci¨®n, porque su profesi¨®n es tan digna como la de cualquier actor de teatro, cine o cantante.
"?Por qu¨¦ ellos llegan a ser tan populares y nosotros tan poco?". La pregunta sale de la boca de uno de ellos durante un desayuno en un hotel de Cornell¨¤ al que asisten una representaci¨®n de los mejores payasos del momento con el fin de intercambiar impresiones con la prensa. Hay de diversas nacionalidades: catalanes, franceses, ingleses y hasta un ruso. Todos los presentes coinciden en afirmar que el evento est¨¢ considerado como uno de los m¨¢s prestigiosos internacionalmente por los entendidos en el tema, si bien no es tan conocido entre la poblaci¨®n en general. Ser¨¢ cuesti¨®n de comprobarlo. Efectivamente, preguntando a personas que caminan por el centro de Cornell¨¤, hay quien dice no saber de qu¨¦ va el festival. Incluso una mujer que se encuentra a pocos metros de la gran carpa multicolor que se ha alzado en la plaza de Catalunya. Pero el festival s¨ª le resulta familiar a Estefan¨ªa de M¨®naco. O al menos as¨ª lo aseguran Los Gotys, compa?¨ªa afincada en Barcelona, que explica que cuando comunic¨® a la popular princesa, seguidora del mundo del circo y asidua al Festival de Montecarlo, que participar¨ªan en el Festival Internacional de Payasos, comenta que ¨¦sta le respondi¨®: "?El de Cornell¨¤?".
Su celebraci¨®n tambi¨¦n interesa mucho a Teresa Escobar, una abuela de Cornell¨¤ que camina por la acera con V¨ªctor, su nieto de seis a?os, subido en una peque?a bici con ruedas auxiliares. Dice que lo llevar¨¢ a ver el espect¨¢culo. Sabe que le gustar¨¢ porque ya ha asistido otros a?os. "Ojal¨¢ salieran otra vez por la tele. Los payasos y El barco de Chanquete", comenta con nostalgia. Pero todo tiene soluci¨®n: de nuevo la tecnolog¨ªa se ha encargado de recuperar documentos del pasado y, la industria, de hacer negocio tambi¨¦n con lo m¨¢s insospechado. Los incondicionales de Gaby, Fof¨®, Miliki y Fofito pueden adquirir todos los cap¨ªtulos en DVD. En el estuche que agrupa los discos aparece una foto de los populares personajes y la frase "?C¨®mo est¨¢n ustedes?".
Las estrellas presentes en Cornell¨¤ se han esmerado en hacer entender que sus espect¨¢culos se dirigen a todos los p¨²blicos. "Un ni?o no puede apreciar la dificultad de un triple salto mortal", comenta uno de los artistas. Aunque los problemas de reconocimiento art¨ªstico empiezan dentro del propio c¨ªrculo. "Hay quien se niega a autodenominarse payaso y dice ser un c¨®mico", explican Los Gotys. En realidad, opinan, "el payaso es todo aquel que se dedica a hacer re¨ªr". En seguida pienso en los c¨®micos de Pol¨°nia. Son muy populares, y s¨ª que salen por la tele, cada jueves por la noche. "No, esos imitan. El verdadero payaso es el que representa a su propio personaje", nos aclaran Los Gotys. Su gran modelo es Charles Chaplin: "Era amante del circo. ?l mismo dec¨ªa que era un payaso que hab¨ªa acabado por hacer cine". Quiz¨¢ olvidan por un momento que Chaplin tambi¨¦n fue mucho m¨¢s all¨¢ y, entre otras cosas, parodi¨® a Hitler en El Gran Dictador, pero eso no quita m¨¦rito a las dificultades que, como explican, han tenido que sortear. Un ejemplo claro lo encontramos en la historia de Antonio Papadopaulo, que ha adoptado el nombre art¨ªstico de Tony Tonito. Debut¨® a los seis a?os en el Circo Nacional de M¨¦xico y a los 11 aprendi¨® a ejecutar el triple salto mortal. Espa?a reconoci¨® su carrera art¨ªstica con el Premio Nacional de Circo 2005, pero cuenta con tristeza que no lo invitaron a ning¨²n programa de televisi¨®n "como har¨ªan con cualquier otro artista galardonado".
Durante el desayuno, pincha con un tenedor un trozo de donut que tiene en el plato, e introduce el cubierto dentro del caf¨¦. Despu¨¦s de darle un par de chapuzones, se lo lleva a la boca. Luego sorbe la bebida y repite la operaci¨®n asiendo de nuevo el tenedor con otra pieza de pasta, que encamina hacia la taza. El gesto parece divertido, pero Tonito lo hace con tanta naturalidad que denota cotidianeidad.
?Qu¨¦ es lo que hace a una persona decidirse por convertirse en payaso y vivir en una casa sobre ruedas? En el caso de Tonito, es fruto de la continuaci¨®n de una larga tradici¨®n familiar, puesto que su abuelo ya era artista de circo. Pero a menudo, explica, es porque un buen d¨ªa una carpa se instala en un pueblo y a un muchacho se le iluminan los ojos observando el espect¨¢culo. Y ¨¦l querr¨¢ hacer lo mismo. Otras veces, contin¨²a, es por amor. ?Amor? "S¨ª, viajamos por todas partes y conocemos a muchas personas. Algunas se enamoran y se suman al espect¨¢culo. Aunque tambi¨¦n ocurre que los actores lo abandonan porque se quedan all¨ª donde han encontrado a su media naranja". Vaya, ?igual que en las pel¨ªculas! Las que pon¨ªan antes, porque ahora los payasos ya no salen en la tele.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.