Un veneno de fabricaci¨®n compleja
S¨®lo un laboratorio sofisticado pudo producir la cantidad de polonio 210 que mat¨® al ex esp¨ªa
Hasta el envenenamiento del ex esp¨ªa ruso Alexander Litvinenko, pocas noticias se publicaban protagonizadas por el polonio 210, un elemento altamente t¨®xico y radiactivo, aunque presente en cantidades ¨ªnfimas en la naturaleza y en objetos cotidianos como los cigarrillos. Para obtener la cantidad y concentraci¨®n necesarias para causar la muerte de Litvinenko, ha sido necesario producirlo artificialmente en un laboratorio muy sofisticado, seg¨²n la mayor¨ªa de los expertos, y siguiendo estrictos protocolos de seguridad en su manipulaci¨®n.
El polonio 210 -cuyo nombre viene de la tierra natal de su descubridora, Marie Curie- se obtiene, en su forma natural, de la desintegraci¨®n del uranio 238, muy com¨²n, por ejemplo, en los suelos gran¨ªticos, explica Luis Oro, catedr¨¢tico de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica de la Universidad de Zaragoza. Est¨¢ presente as¨ª en los fertilizantes fosfatados, pues tienen una cantidad importante de uranio, por lo que el polonio 210 es absorbido por las plantas, entre ellas el tabaco.
Pero para causar los da?os en el organismo que sufri¨® Litvinenko, son necesarias cantidades mucho mayores, que en el caso de este is¨®topo, son tan s¨®lo miligramos. Basta una comparaci¨®n gr¨¢fica: una persona tendr¨ªa que fumar cientos de millones de paquetes de cigarrillos en pocos meses para sufrir da?os como los del ex agente ruso, calcula Oro. Y eso que el polonio 210 es, seg¨²n varios experimentos con animales, el elemento del tabaco m¨¢s responsable del c¨¢ncer de pulm¨®n de los fumadores.
Para obtener estas cantidades de forma artificial -10 gramos de uranio contienen, como m¨¢ximo, una milmillon¨¦sima parte de gramo de polonio-, se requerir¨ªa un laboratorio en el que se irradie bismuto con neutrones. "No est¨¢ al alcance de cualquiera", opina Oro, que tambi¨¦n es investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Arag¨®n, del CSIC. "Hace falta un acelerador y una fuente de neutrones", a?ade. "No es la clase de arma que pueda construir un aficionado", coincide Andrea Sella, profesor de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica de la Universidad de Londres citado por Reuters, para quien se necesitar¨ªa un reactor nuclear.
"Depende de la cantidad y la concentraci¨®n", opina Jos¨¦ Luis Mart¨ªn, qu¨ªmico e investigador de la direcci¨®n t¨¦cnica de protecci¨®n radiol¨®gica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), para quien "no es dif¨ªcil de obtener".
Aparte de su toxicidad -por peso, es 250 millones de veces m¨¢s t¨®xico que el cianuro-, el peligro del polonio 210 es su radiactividad. Un miligramo de polonio 210 emite part¨ªculas alfa equivalentes a cinco gramos de radio. Estas part¨ªculas alfa son da?inas s¨®lo cuando penetran en el cuerpo, al contrario de las gamma (las de los rayos X), que lo son desde fuera. Por tanto, lo m¨¢s probable es que Litvinenko lo ingiriera o inhalara, aunque tambi¨¦n se puede introducir por una inyecci¨®n o una herida. "Pudo haberse metido en un puro, un inhalador, en la comida o en la bebida", explica Mart¨ªn, que a?ade que "es 10 veces m¨¢s efectivo inhalado que ingerido".
El polonio 210 puede estar en forma s¨®lida o disolverse, por lo que se pudo haber transportado f¨¢cilmente en un vial o una c¨¢psula. Adem¨¢s, los arcos de detecci¨®n de radiaci¨®n no detectan la radiaci¨®n alfa. Pero no se puede almacenar indefinidamente, pues cada 138 d¨ªas se desintegra la mitad.
Este is¨®topo se utiliza como fuente de calor en los sat¨¦lites, o para limpiar pel¨ªculas fotogr¨¢ficas. En combinaci¨®n con el berilio, es una fuente de neutrones, necesarios en algunas armas nucleares. Ir¨¢n ha producido polonio 210, seg¨²n el Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA). Para manejarlo, se aplican los protocolos de los elementos radiactivos (minimizar la exposici¨®n, utilizar equipos protectores...), y otros espec¨ªficos, como usar un medidor.
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