La 'dama de hierro' llega a los juzgados
Montserrat Tura Camafreita (Mollet del Vall¨¨s, 1954) le hab¨ªa cogido cari?o a su trabajo como consejera de Interior. En sus ¨²ltimas apariciones p¨²blicas, una vez que supo que no repetir¨ªa en el cargo, Tura se mostr¨® emocionada -tuvo que contener las l¨¢grimas- y satisfecha despu¨¦s de tres a?os al mando de los Mossos d'Esquadra. Hasta el punto de que, durante 24 horas, dej¨® que le colocaran en la solapa la insignia de la polic¨ªa auton¨®mica.
La lucha contra la violencia sexista, la erradicaci¨®n de la prostituci¨®n callejera y la reducci¨®n del n¨²mero de muertos en carretera fueron algunas de las obsesiones de Tura como responsable de Interior. Defendi¨®, por ejemplo, la "tolerancia cero" con los conductores temerarios. Esta y otras propuestas le hicieron ganar fama de pol¨ªtica exigente, dura y firme. Una suerte de dama de hierro a la catalana. Algunos sectores la postulaban incluso como candidata del PSC a presidir la Generalitat. En lugar de eso, sustituir¨¢ a Josep Maria Vall¨¨s como consejera de Justicia.
Nacida en el seno de una familia de tradici¨®n catalanista y licenciada en Medicina por la UB, Tura arrastra una larga carrera pol¨ªtica. En 1979 se afili¨® al PSC y a la UGT, y en pocos a?os pas¨® a formar parte de la direcci¨®n del partido. Alcaldesa de su localidad natal durante 16 a?os, tiene dos hijas y es aficionada al baloncesto. Pese a que su experiencia en el campo de los tribunales es casi nula, Tura deber¨¢ afrontar dos retos de relieve: adaptar la Administraci¨®n de justicia a las nuevas competencias del Estatuto y poner en marcha la Ciudad Judicial.
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