La Marina Real marroqu¨ª mata de un disparo a un narcotraficante en una redada

Las autoridades marroqu¨ªes efectuaron ayer, por segunda vez en una semana, una redada contra los traficantes de droga en Nador y sus alrededores, en el noreste del pa¨ªs, de donde zarpa en planeadoras la mayor¨ªa del hach¨ªs que Marruecos exporta a Europa.

A diferencia de lo que ocurri¨® el pasado d¨ªa 21, algunos traficantes, que acababan de cargar 800 kilogramos a bordo de una lancha r¨¢pida en Ras Asrau (provincia de Nador) y estaban a punto de zarpar rumbo a Espa?a, opusieron resistencia, seg¨²n fuentes locales.

La Marina Real, que junto con la Gendarmer¨ªa y las Fuerzas Auxiliares llev¨® a cabo la redada, dispar¨® sobre la planeadora. Un traficante muri¨® por herida de bala y otro est¨¢ en coma en el hospital de Alhucemas, seg¨²n la agencia de prensa marroqu¨ª MAP. Un incidente de estas caracter¨ªsticas, con empleo de armas de fuego, es excepcional en Marruecos.

En total, siete traficantes fueron detenidos en la laguna de agua salada de Mar Chica, que ba?a la ciudad de Nador, y siete planeadoras incautadas. Cada una de estas embarcaciones semir¨ªgidas equipadas con potentes motores cuesta unos 300.000 euros.

A principios de la semana pasada fueron capturados otros cuatro traficantes, incautadas 24 lanchas, 10 toneladas de hach¨ªs, varias embarcaciones y miles de litros de gasolina.

Tras la detenci¨®n, a finales del verano, de Mohamed el Harraz, un importante bar¨®n de la droga, las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes iniciaron una limpia del noroeste de Marruecos. Una veintena de jefes de la polic¨ªa, de la Gendarmer¨ªa y del Ej¨¦rcito, incluido el responsable de la seguridad de los palacios reales, han sido procesados como encubridores y c¨®mplices.

Dos meses m¨¢s tarde, la ofensiva se centra en el ¨¢rea de Nador, situada a tan solo 14 kil¨®metros de Melilla, pero a diferencia de lo sucedido en el noroeste ning¨²n alto cargo uniformado ha sido hasta ahora destituido. Para salir de la laguna y entrar en el Mediterr¨¢neo, las lanchas repletas de droga pasan, sin embargo, por una boca de 120 metros de ancho controlada por las fuerzas de seguridad.