"Yo no veo populismo en Am¨¦rica Latina"

2006 ha sido un a?o de intensa actividad para la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA): se han celebrado 12 elecciones presidenciales en Am¨¦rica Latina, de las que la OEA ha supervisado nueve como observadora. El secretario general de la OEA, Jos¨¦ Miguel Insulza (nacido en Chile hace 63 a?os), se muestra convencido de que la organizaci¨®n ha cambiado, que no es el brazo de Estados Unidos en la zona como consideraron durante d¨¦cadas sus adversarios. Opina que "felizmente, Am¨¦rica Latina ya no es una prioridad en EE UU, donde a menudo prioridad significa crisis".

Pregunta. ?Se est¨¢ produciendo un giro hacia la izquierda en Am¨¦rica Latina?

Respuesta. Hace un mes no lo hubiera compartido, porque en la mayor parte los Gobiernos elegidos siguen en la gesti¨®n, salvo en el caso de Bolivia. Ahora se ha producido la elecci¨®n de Daniel Ortega [en Nicaragua] y la de Rafael Correa [en Ecuador]. Yo creo sin embargo que para hablar de vuelco o giro hay que esperar. Bolivia, Nicaragua y Ecuador se cuentan entre los cinco pa¨ªses m¨¢s pobres de la regi¨®n. Hay que ver cu¨¢les son las soluciones que se aplican. En general las recetas que se est¨¢n dando son m¨¢s bien pr¨¢cticas que ideol¨®gicas.

"En una democracia que se mueve demasiado, el capital tiende a retraerse"

"Correa tiene que crear las condiciones de un Gobierno de base amplia"

P. Sin embargo muchos observadores hablan de populismo.

R. Yo no veo populismo, no veo a nadie que est¨¦ haciendo promesas que no pueda cumplir ni que est¨¦ llevando a cabo pol¨ªticas populistas que signifiquen "pan para hoy y hambre para ma?ana". Eso no est¨¢ ocurriendo en Bolivia. En Venezuela la situaci¨®n es algo distinta porque est¨¢ la bonanza petrolera, por tanto, existen condiciones para repartir. Si usted mira la candidatura de [el opositor venezolano] Manuel Rosales, ¨¦l dice que se est¨¢ repartiendo poco y mal, no critica que se est¨¦ repartiendo.

P. ?Se dan las condiciones para que se celebren unas elecciones sin presiones en Venezuela?

R. Yo espero que s¨ª. Hay que mirar los actos que ha realizado el candidato de la oposici¨®n. Se dice que hay mucho temor, que la gente est¨¢ atemorizada... Un mill¨®n de personas atemorizadas no salen a la calle. En las elecciones, la libertad de prensa es absoluta, la oposici¨®n se comunica y se sabe lo que piensa.

P. Usted participa en la reuni¨®n de donantes para Hait¨ª [que se celebra hoy en Madrid]. ?Cu¨¢les son los objetivos?

R. Es una reuni¨®n muy importante. Hoy existe un Gobierno democr¨¢ticamente electo, los poderes funcionan, pero eso no significa que debamos dejar de tratar Hait¨ª como una emergencia. Es un pa¨ªs que conoce una crisis de Estado. Significa una dificultad del Estado para gestionar la macroeconom¨ªa, los proyectos de desarrollo, una dificultad para gestionar la justicia y la seguridad.

P. Ecuador acaba de elegir a Rafael Correa como presidente. ?Es una buena noticia para la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs?

R. Es una buena noticia cuando se gana de una manera tan clara. Ahora no hay que olvidar las condiciones en las que esta victoria se produce. Correa obtiene poco m¨¢s de un 20% en la primera vuelta. ?se es el voto de izquierda que estaba dispuesto a votar por ¨¦l. En la segunda vuelta obtiene cerca del 60%. ?se es el voto de izquierda, centroizquierda, independiente etc¨¦tera que est¨¢ dispuesto a votar por ¨¦l, pero no ya para hacer lo que propon¨ªa cuando ten¨ªa el 22%. Correa tiene que crear las condiciones de un Gobierno de base amplia. Hay una cierta diferencia por ejemplo con el Gobierno de Evo Morales, que gan¨® en la primera vuelta.

P. ?Entiende los temores de los inversores respecto a la inestabilidad pol¨ªtica latinoamericana?

R. El capital siempre prefiere la democracia estable. Luego viene la autocracia estable, y solamente en tercer lugar viene la democracia inestable. Se puede apreciar mucho la democracia, pero frente a una democracia que se mueve demasiado, el capital tiende a retraerse.

P. ?Bolivia es una democracia que se mueve demasiado?

R. Hay que entender que hablamos de un pa¨ªs que ha sufrido las mayores injusticias de todo el continente. Tanto desde el punto de vista del acceso al poder como en el reparto de la riqueza. El 20% m¨¢s pobre de la poblaci¨®n se lleva un 2,2% del PIB. Entonces se puede discutir si las reformas son constitucionales o no, pero estamos hablando de la entrega de la tierra improductiva a los m¨¢s pobres de los pobres.