La recuperaci¨®n de la Casa Batll¨®
La historia de la Casa Batll¨® es en realidad la historia de una constante transformaci¨®n, la radical que emprendi¨® Gaud¨ª por encargo de Josep Batll¨® en 1904, cuando ¨¦ste adquiri¨® el edificio ya construido, y las posteriores restauraciones abordadas por sus sucesivos due?os, que no siempre fueron respetuosos con el Gaud¨ª pr¨ªstino, aunque cada vez m¨¢s se buscara la huella del arquitecto, tanto en el uso de los materiales empleados originariamente como en la consideraci¨®n hacia su proyecto.
Hasta 1954 la casa perteneci¨® a la familia Marimon-Batll¨®, descendientes del propietario que dio nombre a la finca, que la vendi¨® a Iberia de Seguros, empresa que ocup¨® la totalidad del edificio y que en diferentes fases se hizo cargo de los costes de su restauraci¨®n. Pero fue en 1989 cuando se acometi¨® la intervenci¨®n m¨¢s seria que ha vivido el inmueble. Los trabajos que se llevaron a cabo entre ese a?o y 1992 siempre promovidos por la familia Bernat, e impulsados por Nina Bernat, con la voluntad de devolver al edificio su expresi¨®n primigenia permitieron la recuperaci¨®n de la planta noble, de la fachada posterior y la consolidaci¨®n de los elementos verticales de carga para asegurar su estructura interior. Los a?os siguientes continuaron las obras en aspectos menos visibles, entre 1998 y 1999 se incidi¨® en la planta primera, en 2000 se empez¨® la rehabilitaci¨®n de la fachada exterior y del patio de luces, a las que siguieron entre 2003 y 2004, la limpieza en profundidad del patio de luces y la recuperaci¨®n de la azotea y del desv¨¢n (una vez que ¨¦ste qued¨® libre de inquilinos), espacios que se integraron a la visita p¨²blica del edificio que se hab¨ªa iniciado en el 2002, en ocasi¨®n del A?o Internacional Gaud¨ª, complementando el servicio que se ofrec¨ªa desde 1995, cuando se abrieron distintos salones para la celebraci¨®n de eventos.
Pese a la complejidad que supone restaurar un edificio catalogado, la familia Bernat ha sido muy cuidadosa, ha trabajado consultando planos, fotograf¨ªas y documentos de la ¨¦poca con el ¨¢nimo de hacer una actuaci¨®n fiel al proyecto de Gaud¨ª y ha colaborado con profesionales conscientes de la importancia de esta pieza de nuestro patrimonio. Por eso, que unos particulares, sin ning¨²n tipo de ayuda oficial, hayan realizando con rigor una tarea de gran magnitud y elevado coste para recuperar la dignidad original de esta pieza de madurez de Gaud¨ª hoy visitada por m¨¢s de 300.000 personas al a?o, merece todo tipo de elogios, no s¨®lo por su aportaci¨®n, que ha sido reconocida con el galard¨®n m¨¢s importante de los premios Europa Nostra 2004, sino tambi¨¦n por ser un ejemplo de mecenazgo que sabe compatibilizar inversi¨®n, rentabilidad y preservaci¨®n del patrimonio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.