La Scala recibe a una opulenta 'Aida'
"Verdi es el gran se?or de esta casa", dice St¨¦phane Lissner, director art¨ªstico del teatro milan¨¦s que, abre la temporada con la obra recreada por Franco Zeffirelli
Retratos pict¨®ricos y fotogr¨¢ficos de Giuseppe Verdi, Arturo Toscanini, Maria Callas y Renata Tebaldi decoran el despacho de St¨¦phane Lissner, sobreintendente y director art¨ªstico del teatro de ¨®pera m¨¢s emblem¨¢tico del mundo: La Scala de Mil¨¢n. La tradici¨®n se impone. En un rinconcito, y con dimensiones moderadas, Lissner ha colocado un cartellone de Idomeneo, de Mozart, la ¨®pera con la que comenz¨® su mandato en Mil¨¢n, hoy hace justamente un a?o. Esta tarde la inauguraci¨®n de temporada tiene una responsabilidad superior: Verdi sube a escena. Y ello, en Mil¨¢n, crea siempre un apasionamiento especial. "Lo s¨¦", dice Lissner. "Basta ver el volumen de los dossiers de prensa cada d¨ªa. Es una locura. Pero, por otra parte, es una oportunidad de oro para reivindicar las se?as de identidad del teatro, el orgullo de sus trabajadores. Verdi es el gran se?or de esta casa. Sus ¨®peras son el prototipo del teatro popular, el punto de uni¨®n entre la emoci¨®n y el espect¨¢culo. Suponen una oportunidad de conexi¨®n con la tradici¨®n, con las ra¨ªces. En ese sentido, Franco Zeffirelli (director de escena de Aida) es un icono. Y Chailly garantiza una lectura musical anal¨ªtica y moderna, sin perder de vista el rigor y las exigencias extremas. Me tengo que sentir feliz, ?no? Hasta la canciller de Alemania, Angela Merkel, asiste esta tarde al estreno. ?Qu¨¦ otro teatro en el mundo genera esta expectaci¨®n?".
Lissner tiene contrato como m¨¢ximo responsable de La Scala hasta la temporada 2012-2013. Cuenta como principal colaborador musical con Daniel Barenboim a partir de diciembre de 2007. "Daniel har¨¢ un par de ¨®peras o tres al a?o, adem¨¢s de conciertos sinf¨®nicos o recitales de piano. Inaugura la pr¨®xima temporada con Trist¨¢n e Isolda, con Patrice Ch¨¦reau como director de escena. Cubrir¨¢, en cierto modo, el repertorio wagneriano, y en ese sentido comenzar¨¢ a partir de 2010 El anillo del Nibelungo, pero tambi¨¦n tiene previsto dirigir aqu¨ª Tosca, Simon Bocanegra y Otello. Algunas producciones ser¨¢n en exclusiva para La Scala y en otras habr¨¢ una correspondencia entre Berl¨ªn y Mil¨¢n, como en El jugador, de Prok¨®fiev. De todas formas, hay una colaboraci¨®n estable con otros directores del ¨¢rea italiana, como Chailly o Gatti, que inaugurar¨¢ la temporada 2008-2009 con Don Carlo.
Tiene previsto La Scala aumentar esta temporada el n¨²mero de espectadores de 340.000 a 400.000, en un total de 260 representaciones. "De ellos, un 25% son j¨®venes: estudiantes, universitarios. Lo de las entradas gratuitas para menores de 18 a?os no es ning¨²n m¨¦rito m¨ªo. Es la ley. La Scala hace un trabajo en este sentido desde hace bastantes a?os".
El futuro de la ¨®pera no parece preocupar en exceso a Lissner. "En el plan econ¨®mico y social, los teatros peque?os lo tienen cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Los costes de producci¨®n de la ¨®pera son muy caros y los Gobiernos tienen tendencia a disminuir las subvenciones. Los grandes teatros -Mil¨¢n, Nueva York, Par¨ªs, Londres, Berl¨ªn- lo tienen m¨¢s f¨¢cil, porque su potencial econ¨®mico es m¨¢s fuerte. La Scala, por ejemplo, es un punto de referencia en la vida pol¨ªtica, econ¨®mica y cultural de Mil¨¢n. Se necesita una Scala fuerte, que d¨¦ una imagen de triunfo. Como se necesita un Salzburgo poderoso para el desarrollo econ¨®mico de la ciudad". ?Y la creaci¨®n? "Va hacia adelante, aunque los compositores de hoy tienen una relaci¨®n con la ¨®pera m¨¢s dif¨ªcil que en otros periodos hist¨®ricos. Algunos de los grandes indiscutibles de nuestro tiempo, como Kurtag o Boulez, no escriben para el teatro l¨ªrico. He intentado que Boulez haga algo para la ¨®pera, pero como m¨¢ximo regalo me ha ofrecido dirigir el concierto de Navidad aqu¨ª en Mil¨¢n, con obras de Stravinski, incluso con una orquesta como la de La Scala, que no ha dirigido nunca. Habr¨ªa que preguntar a los compositores actuales las razones de esta falta de sinton¨ªa con el teatro l¨ªrico".
?Y Par¨ªs? El nombre de Lissner ha estado en todas las quinielas para suceder a Mortier al frente de la ?pera Nacional, pero al final ha sido Nicolas Joel el elegido. "?Qu¨¦ quiere que le diga? Mientras las cosas vayan como est¨¢n yendo no cambio Mil¨¢n por nada del mundo".
LA VELADA INAUGURAL
El teatro de la Scala inaugura siempre su temporada anual el 7 de diciembre, d¨ªa de San Ambrosio.
Las localidades se cotizan a precios desorbitantes: 2.000 euros para una butaca, frente a los 170 de los d¨ªas "normales".
La cena de gala en el palacio Real despu¨¦s de la representaci¨®n congrega a 40 cocineros.
Es la primera vez que Riccardo Chailly inaugura una temporada en La Scala.
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