Plagiar o no plagiar

Las aguas literarias internacionales est¨¢n revueltas. El famoso escritor Ian McEwan es acusado de haber copiado partes del contenido de la autobiograf¨ªa de Lucilla Andrews (No time for romance) para su reciente novela (Atonement). El autor se defiende diciendo que se ha inspirado en algunos cap¨ªtulos, que ha copiado t¨¦cnicas m¨¦dicas en desuso y que por ello ha expresado p¨²blicamente su agradecimiento y que, por tanto, no ha cometido plagio. Muchos autores de reconocida fama se han puesto de su lado invocando que ellos mismos hicieron algo parecido en algunas de sus novelas.

Ser¨ªa tal vez m¨¢s f¨¢cil que los escritores de novelas, al igual que hacemos los cient¨ªficos, incorporasen en el texto referencias bibliogr¨¢ficas de aquella informaci¨®n que toman de otros autores, indicando a pie de p¨¢gina o al final del texto el nombre del autor, el t¨ªtulo de la obra que les ha servido de inspiraci¨®n, la editorial, el a?o y las p¨¢ginas. De esta sencilla forma se han evitado en la literatura cient¨ªfica numerosas acusaciones de plagio. Tal vez los creadores literarios se inspiren por una vez en los aburridos cient¨ªficos para adoptar esta pragm¨¢tica soluci¨®n.