A la busca de un forense de guardia

El caso del anarquista catal¨¢n Salvador Puig Antich, el ¨²ltimo ajusticiado a garrote por el franquismo, el 2 de marzo de 1974, se encuentra paralizado a la espera de que pueda ser localizado, si vive, un forense que se encontraba de guardia cuando lleg¨® al hospital el cuerpo del fallecido subinspector de polic¨ªa Francisco Anguas, de cuya muerte en el curso de un tiroteo se responsabiliz¨® a Puig Antich.

El testimonio del forense fue admitido por la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo con car¨¢cter previo a la decisi¨®n sobre la autorizaci¨®n para interponer el recurso de revisi¨®n, promovido por las hermanas de Salvador Puig Antich. Sin embargo, el proceso lleva paralizado desde hace m¨¢s de un mes, mientras se trata de localizar al testigo.

Seg¨²n fuentes de la Sala de lo Militar, en esa fase previa declar¨® el doctor Ram¨®n Barjau, que tambi¨¦n estaba de guardia y fue quien firm¨® el parte de defunci¨®n del polic¨ªa y que manifest¨® que cuando ¨¦l vio el cuerpo de Anguas, apreci¨® que ten¨ªa m¨¢s de tres disparos. Este testimonio parece contradecir la sentencia del consejo de guerra que conden¨® a muerte a Puig Antich, que declar¨® que el subinspector Anguas falleci¨® de tres disparos.

Las cuatro hermanas de Puig Antich, promotoras del recurso, atribuyen numerosas irregularidades procesales al consejo de guerra y consideran que Salvador no fue el autor de los disparos que acabaron con la vida del subinspector Anguas.

La fiscal¨ªa se opone a autorizar la interposici¨®n del recurso porque no se dan los supuestos previstos en la ley para la admisi¨®n, porque a su entender no existen nuevas pruebas respecto a las que dispuso el consejo de guerra.