R¨¦plica

Leo a menudo con mucho inter¨¦s su columna de an¨¢lisis pol¨ªtico, y respeto y valoro su experiencia y criterio personal respecto a los temas tratados. No obstante, me gustar¨ªa comentar su puntualizaci¨®n que "es discutible que Chipre, como parvenu con su pol¨ªtica unilateralista y antiturca, tenga cr¨¦dito como miembro de la UE para condicionar la pol¨ªtica de Bruselas sobre... Turqu¨ªa".

Sr. Tertsch, la UE est¨¢ fundada en el respeto y la promoci¨®n de los valores de democracia, solidaridad y no discriminaci¨®n. Cuestionar el derecho de un Estado miembro a opinar sobre un tema comunitario no hace m¨¢s que dinamitar los propios cimientos de la familia a la que pertenecemos y en la que compartimos derechos iguales, usted, yo y otros 460 millones de ciudadanos.

En cuanto a lo de "pol¨ªtica unilateralista y antiturca", primero recordarle que Chipre no fue el ¨²nico pa¨ªs que manifestaba reticencias, ni su cuesti¨®n fue el ¨²nico tema de discordia sobre la evaluaci¨®n del progreso de las negociaciones de adhesi¨®n de Turqu¨ªa. Es m¨¢s, a pesar de la inflexible negativa turca de reconocer a un Estado miembro y de extenderle la aplicaci¨®n de sus acuerdos convenidos con la UE, el Gobierno de la Rep¨²blica de Chipre ha demostrado su compromiso con los objetivos de la UE y felicit¨® y apoy¨® la perspectiva europea de Turqu¨ªa en dos momentos muy cruciales, en el Consejo Europeo del 17/12/04 y en la Cumbre del 3 de octubre de 2005 donde se decidi¨® la apertura oficial de sus negociaciones de adhesi¨®n.

Por tanto, ni unilateralista ni antiturca, solamente, y como han hecho muchos socios europeos en distintos momentos y ocasiones, el Gobierno de Chipre ha defendido sus derechos soberanos como pa¨ªs y los que le corresponden como Estado miembro de la UE. Derechos que deber¨ªan ser indiscutibles y universales, y no sometidos al criterio de peso y poder global de cada pa¨ªs o persona.