Barcelona se quedar¨¢ sin corridas de toros a partir de la temporada de 2008

La empresa Bala?¨¢, propietaria de la plaza de toros Monumental de Barcelona, tiene contratada la temporada taurina de 2007 pero, salvo que ocurra un imprevisto, ¨¦sa ser¨¢ la ¨²ltima en la que se celebren corridas de toros en Barcelona. 2008 ser¨¢ ya un a?o sin festejos taurinos. La decisi¨®n no guarda relaci¨®n con la decisi¨®n del Ayuntamiento de declarar la ciudad como "antitaurina", sino con las p¨¦rdidas que genera cada festejo. M¨¢s de 24.000 euros por corrida. La noticia llen¨® de satisfacci¨®n al segundo teniente de alcalde, el republicano Jordi Portabella, que ha empezado ya a planificar usos para la plaza, de modo que la suspensi¨®n de los toros sea definitiva. Su proyecto es instalar en ella a los comerciantes de los Encantes (equivalente en cierto sentido al Rastro de Madrid), hoy situados en la vecina plaza de les Gl¨°ries Catalanes.

La decisi¨®n de Portabella es conocida por la alcald¨ªa y por algunos dirigentes locales socialistas que la ven con cierta reticencia. La pol¨ªtica del PSC en materia taurina es la no intervenci¨®n. Si la empresa quiere cerrar la plaza, all¨¢ ella. Se trata de una decisi¨®n de un empresario privado en la que el municipio no interviene ni para acelerar el fin de las corridas ni para mantener su celebraci¨®n de modo artificial. La empresa, consultada por este diario, declin¨® hacer declaraciones al respecto. Un portavoz de Portabella se?al¨® que las conversaciones "est¨¢n muy abiertas", de modo que es "prematuro" adelantar valoraci¨®n alguna sobre el futuro de la plaza.

Ninguno de los dirigentes del PSC quiso opinar sobre la cuesti¨®n. Declinaron hacerlo de forma espec¨ªfica el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, y la concejal de Urbanismo, Assumta Escarp. El alcalde, Jordi Hereu, no estaba disponible. En lo que s¨ª insistieron diversas fuentes municipales es en que la propuesta de Portabella se produce una vez conoce la intenci¨®n de la empresa de poner fin a las corridas y no como est¨ªmulo para que se acaben los toros en Barcelona.

La postura oficial del equipo de gobierno municipal es conocida. Jordi Portabella es un decidido antitaurino y arrastra en ello a su partido, Esquerra Republicana. Este mismo partido es ac¨¦rrimo defensor de las tradiciones taurinas de las comarcas del sur de Catalu?a donde se celebran regularmente festejos, incluyendo toros con fuego en los cuernos. Otros remedos de corridas celebrados en las poblaciones costeras consisten en citar a novillos para lograr que caigan al mar, de donde son luego pescados.

Iniciativa per Catalunya es tambi¨¦n una formaci¨®n contraria a las corridas de toros y sum¨® sus votos a los de los republicanos cuando, en abril de 2004, ¨¦stos presentaron en el pleno municipal una moci¨®n para rechazar que se celebraran corridas de toros en Barcelona. Tambi¨¦n votaron a favor los nacionalistas de CiU. El Partido Popular vot¨® en contra. Los socialistas, en cambio, dieron a sus concejales libertad de voto. El entonces portavoz, Ferran Mascarell, formul¨® con claridad la postura que hoy podr¨ªa suscribir el alcalde Hereu: los toros son una tradici¨®n anacr¨®nica y caduca que morir¨¢ sin necesidad de que intervengan los poderes p¨²blicos.

Barcelona celebra corridas de forma regular en la temporada taurina. M¨¢s o menos, de abril a septiembre. El p¨²blico que acude a los festejos es variopinto. Hay una afici¨®n local, que no es mayoritaria en la ciudad pero s¨ª muy entusiasta, y que coincide en la plaza con grupos de turistas que se renuevan domingo a domingo. Hay tambi¨¦n diversas pe?as toreristas y tertulias en las que se glosa la corrida de los domingos.

Los nacionalistas y tambi¨¦n ICV basan su rechazo a la tauromaquia en dos motivos: lo que pueda tener la fiesta de humillaci¨®n y dolor para el animal y, de forma impl¨ªcita, el supuesto car¨¢cter "espa?olista" de la fiesta. Una opini¨®n que se contradice con la presencia de plazas desde hace d¨¦cadas en lugares con una poblaci¨®n de origen aut¨®ctono como Olot (Girona) y con la evidencia de que Barcelona ha tenido hasta tres plazas de toros, aunque ahora ya s¨®lo quede activa la Monumental.

La de las Arenas, que fue inaugurada en el a?o 1900, se halla situada en el otro extremo de la ciudad aunque en la misma avenida: la Gran Via. Est¨¢ siendo reformada para convertirse en centro comercial, de modo que hoy s¨®lo puede verse su caparaz¨®n elevado con gatos hidr¨¢ulicos, ya que el interior ha sido vaciado. La plaza de la Barceloneta desapareci¨® hace mucho tiempo. Fue precisamente una mala corrida en esta plaza, denominada El Tor¨ªn, la que provoc¨®, en 1835, una revuelta popular que acab¨® en una quema de conventos.