El gran secreto
"Todo explot¨® cuando yo ten¨ªa 34 a?os y dije que hab¨ªa sufrido abusos sexuales entre los 9 y los 17 a?os. Fue una bomba, claro". A los 52 a?os, esta barcelonesa nacida en Capellades, que ha dedicado el resto de su vida a ocuparse de casos como el suyo, a¨²n evita hablar de aquella ¨¦poca y de todo lo que rodea esa experiencia. Se excusa: "Hice un pacto de discreci¨®n, que respeto aunque las circunstancias hayan cambiado". Tras dos horas de conversaci¨®n, aparece una pista del trauma que perdura: "Pens¨¦ durante mucho tiempo que hab¨ªa tenido abusos porque me los merec¨ªa. Cre¨ªa que ten¨ªa la negra". La culpa. El porqu¨¦. Y al fin, mucho despu¨¦s, en plena madurez, con 34 a?os, la rebeli¨®n: poner las cartas sobre la mesa hablando del gran secreto oculto en el pasado. Y comprobar, a partir de ese momento, que su caso no es ¨²nico, ni mucho menos.
Hoy, desde la asociaci¨®n Fada (www.fada.voluntariat.org), que funciona desde 1997, ofrece una peque?a estad¨ªstica: en 2006, 497 personas -305 s¨®lo en Barcelona- buscaron apoyo psicol¨®gico y jur¨ªdico por abuso sexual de menores. En 2005, fueron 396 -108 menores y 274 adultos- quienes pidieron ayuda al equipo -diez personas a media jornada, psic¨®logos y abogados incluidos- que dirige desde la calle de Fontanella. En cinco a?os han atendido a unas 3.000 personas, muchas m¨¢s mujeres que hombres, de todas las edades, con especial relevancia entre quienes tienen entre 25 y 35 a?os. "Los ¨²nicos estudios serios disponibles estiman que entre un 23% y un 25 % de las ni?as, y de un 10% a un 15% de los ni?os, en Espa?a y pa¨ªses de nuestro entorno, sufren abusos sexuales antes de los 17 a?os. Los abusadores suelen estar entre gentes pr¨®ximas al ni?o: es lo que vemos todos los d¨ªas", se?ala. En 10 a?os, Vicky se ha convertido en una autoridad en la materia, ha creado un modelo que, desde Catalu?a, comienza a implantarse en otros lugares de Espa?a (a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Vicky Bernadet) y ha sido seleccionado por la organizaci¨®n internacional Ashoka como uno de los cinco proyectos espa?oles modelo para emprendedores sociales.
"Tuve una infancia feliz hasta los nueve a?os. Pas¨¦ mi adolescencia en Barcelona. Hice el bachillerato. Mi familia viv¨ªa del transporte. Me emple¨¦ en cosas diversas, como administrativa. En 1977 gan¨¦ unas oposiciones para un puesto en La Caixa: ¨¦ramos 7.500 aspirantes para 300 plazas, al final entraron m¨¢s y fue la primera vez que lo hicieron mujeres", as¨ª resume esa primera parte de vida. "Tuve una pareja 24 a?os mayor que yo. Lo mejor que me dej¨® fue mi hija, que hoy tiene 26 a?os y trabaja en la asociaci¨®n. En lo dem¨¢s, me equivoqu¨¦ de compa?ero: fue duro. Intent¨¦ una huida hacia delante y ca¨ª en una trampa. No soy una especialista, pero si t¨² no est¨¢s bien, no eres capaz de crear un entorno positivo", se?ala. Y no estaba bien, ni ps¨ªquica ni f¨ªsicamente: le diagnostican una extra?a enfermedad gen¨¦tica cr¨®nica -"una especie de fibromialga, con fiebre y dolor constante"- sin cura. La enfermedad persiste, a¨²n tiene incapacidad laboral plena.
"Yo escrib¨ªa. Escribo. No era un diario, eran notas, pensamientos. Una sobrina m¨ªa encontr¨® esos escritos: as¨ª se destap¨® todo". Ese todo era el gran secreto de su trauma. "Cuando pasa una cosa as¨ª, la gente reacciona de muchas formas. Muchos no me cre¨ªan, otros s¨ª, cada cual se coloca en el lugar que le corresponde. Busqu¨¦ ayuda psicol¨®gica, pero estaba sola y frustrada: no pod¨ªa hablar con nadie, ni tomar las riendas de mi vida. Lo dije todo para encontrar comprensi¨®n. Me di cuenta de que hab¨ªa una muralla de silencio, que el tema era un tab¨² hasta el punto de que mucha gente intenta borrarlo de su mente, pero no puedes porque es una experiencia de imposici¨®n: el abuso es que te imponen una visi¨®n de la sexualidad, de algo que deber¨ªas descubrir por ti mismo". El abuso es un acto directo de poder sobre la intimidad.
El tiempo no cura estas heridas infantiles: ¨¦sa es su experiencia. Hay que actuar: "Hablar, normalizar lo que te ha ocurrido, romper el aislamiento, a m¨ª me ha ayudado. Mi terapia tambi¨¦n ha sido trabajar para que a otros no les suceda esto, que la gente no lo calle, y que los ni?os no se sientan c¨®mplices de los abusadores, lo cual s¨®lo se logra con informaci¨®n". Est¨¢ en contra de los reality shows que transforman las v¨ªctimas en espect¨¢culo: "Me han llamado y no he ido, no es la forma de plantear este problema. El abuso tiene un sentido que hay que entender porque condiciona toda tu vida". ?No hay falsas v¨ªctimas? "Aqu¨ª no llega gente que hace comedia: traen su problema. Hay quien puede pensar que lo ha so?ado, pero s¨®lo puedes pasar p¨¢gina si lo asumes". As¨ª se mitiga el da?o. Ella lo ha hecho transformando lo negativo en positivo, su asociaci¨®n es casi una autoterapia. Un punto de encuentro entre el realismo y la utop¨ªa.
m.riviere17@yahoo.es
PERFIL
Barcelonesa, de 52 a?os, dirige desde 1997 la Asociaci¨®n Fada y la Fundaci¨®n Vicky Bernadet para el asesoramiento y la prevenci¨®n de abusos sexuales contra menores. V¨ªctima de abusos entre los 9 y los 17 a?os, hizo crisis a los 34 a?os y lo explic¨®. "No pod¨ªa vivir con aquello: ten¨ªa que contarlo para curarme". Hoy ayuda a quienes han pasado por situaciones similares y trabaja para impedir que haya m¨¢s v¨ªctimas.
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