Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n luchan por el control pol¨ªtico de Irak
Riad teme que una retirada militar de EE UU desate la persecuci¨®n de la minor¨ªa sun¨ª
La situaci¨®n en Irak est¨¢ envenenando las relaciones regionales y enfrentando a Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª. El reciente informe Baker-Hamilton s¨®lo ha levantado la tapadera. Su recomendaci¨®n de que EE UU hable con Ir¨¢n y su menci¨®n sobre la ayuda saud¨ª a los insurgentes iraqu¨ªes han puesto el dedo en la llaga. Bajo el lenguaje diplom¨¢tico de relaciones cordiales y amistosas, Arabia Saud¨ª y la Rep¨²blica Isl¨¢mica siguen rivalizando ideol¨®gicamente en el mundo isl¨¢mico y pol¨ªticamente en el golfo P¨¦rsico.
"Algunos pa¨ªses env¨ªan signos inoportunos para impedir que Estados Unidos tome la decisi¨®n correcta [de la retirada de Irak]. Hay incluso amenazas de intervenci¨®n militar", declar¨® el viernes Ali Lariyan¨ª, un alto funcionario de Ir¨¢n, sin mencionar a Arabia Saud¨ª.
M¨¢s all¨¢ de su cargo de secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y, como tal, de responsable de las negociaciones nucleares, Lariyan¨ª es uno de los hombres m¨¢s influyentes de Ir¨¢n. Sus palabras, perdidas en medio de las noticias electorales, subrayan la honda preocupaci¨®n que existe en la Rep¨²blica Isl¨¢mica por las recientes revelaciones de que Riad considerar¨ªa intervenir en Irak en caso de que una repentina retirada norteamericana desatara una guerra entre sun¨ªes y chi¨ªes.
Seg¨²n una informaci¨®n publicada el mi¨¦rcoles por The New York Times, durante la visita del vicepresidente, Dick Cheney, a Arabia Saud¨ª hace dos semanas, el rey Abdal¨¢ le transmiti¨® que su pa¨ªs ayudar¨ªa a los sun¨ªes iraqu¨ªes en un eventual enfrentamiento con los chi¨ªes.
A finales de noviembre, un destacado asesor saud¨ª que a menudo ha actuado como portavoz oficioso de su embajada en Washington, Nawaf Obaid, public¨® un art¨ªculo en The Washington Post en el mismo sentido. Obaid advert¨ªa de que una de las primeras consecuencias de una retirada unilateral estadounidense de Irak "ser¨¢ una decisiva intervenci¨®n saud¨ª para impedir que las milicias chi¨ªes respaldadas por Ir¨¢n masacren a los sun¨ªes iraqu¨ªes". El texto apuntaba la posibilidad de armar a los sun¨ªes y de hacer caer el precio del petr¨®leo para da?ar a la econom¨ªa iran¨ª.
En seguida, Riad se distanci¨® de las opiniones de Obaid e incluso el representante saud¨ª en Washington, el pr¨ªncipe Turki al Faisal, anunci¨® que la embajada le hab¨ªa restringido su contrato de asesor¨ªa. Pero la repentina retirada de Turki el lunes s¨®lo alimenta las especulaciones. El pr¨ªncipe, que apenas llevaba 15 meses en el cargo, adujo razones personales. La revista brit¨¢nica The Economist sugiere que va a sustituir al frente del Ministerio de Exteriores a su hermano Saud, cuya salud est¨¢ delicada, pero otras fuentes atribuyen su dimisi¨®n a diferencias sobre Irak en el seno de la familia real. Y la publicaci¨®n del art¨ªculo de Obeid podr¨ªa haberle salpicado.
Riad no es la ¨²nica capital de la zona que afronta ese problema. La mayor¨ªa de los gobernantes ¨¢rabes que en Occidente se califica de moderados (es decir aliados), muestran una creciente preocupaci¨®n con el aumento de la influencia de Ir¨¢n a resultas de la crisis iraqu¨ª.
Los hechos sobre el terreno abonan la preocupaci¨®n. Las afinidades e incluso relaciones familiares de los saud¨ªes con los sun¨ªes iraqu¨ªes han alentado una ayuda extra oficial que, a diferencia de la que Ir¨¢n presta a los chi¨ªes, s¨®lo recientemente se ha puesto de relieve. "La financiaci¨®n a los insurgentes sun¨ªes procede de personas privadas de Arabia Saud¨ª y los Estados del Golfo, a pesar de que esos Gobiernos facilitan las operaciones militares de EE UU en Irak", seg¨²n el Grupo de Estudios.
Para los iraqu¨ªes era un secreto a voces. Una informaci¨®n difundida la semana pasada por la agencia Associated Press aseguraba que "ciudadanos privados saud¨ªes est¨¢n enviado millones de d¨®lares a los insurgentes iraqu¨ªes, la mayor¨ªa destinados a comprar armas, porque temen la influencia iran¨ª en un Irak gobernado por los chi¨ªes". Algunos pol¨ªticos iraqu¨ªes est¨¢n convencidos de que miembros de la familia real est¨¢n implicados o al menos hacen la vista gorda, algo que los portavoces saud¨ªes desmienten.
"No tenemos pruebas de esa implicaci¨®n, pero hemos pedido a todos los pa¨ªses vecinos que ayuden al Gobierno iraqu¨ª, que no den refugio a terroristas y ex baazistas y que dejen de financiarles", asegura el embajador iraqu¨ª en Teher¨¢n, Mohamed Majid al Sheij.
Desde la perspectiva del informe Baker, eso tiene graves implicaciones. El Grupo de Estudio considera que lograr que Arabia Saud¨ª se mantenga al margen de Irak es "esencial para obtener una contenci¨®n similar por parte de otros vecinos, en especial Ir¨¢n". De momento, los iran¨ªes han actuado con prudencia. A pesar de su ret¨®rica pidiendo la retirada de las tropas estadounidenses, no hay constancia de que hayan presionado a sus aliados iraqu¨ªes para que la exijan.
"Los intereses de Irak difieren de los de Ir¨¢n en ese punto", admite Al Sheij, que es miembro de la Asamblea Suprema de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Irak, el primer partido del pa¨ªs. "Hemos explicado la situaci¨®n a nuestros amigos iran¨ªes y lo han entendido. Tambi¨¦n a ellos les preocupa una retirada inmediata de las fuerzas multinacionales". No est¨¢ claro si esa actitud iran¨ª es un reconocimiento impl¨ªcito de la amenaza existencial que corre el Gobierno iraqu¨ª sin el respaldo militar norteamericano, o una baza ante una eventual negociaci¨®n con EE UU. En cualquier caso, hablar con Ir¨¢n no ser¨¢ la panacea si se olvida al gran vecino meridional de Irak.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.