Vuelve Pau
Un a?o como 2006, el mejor de la historia del baloncesto espa?ol, no pod¨ªa terminar con su protagonista alejado de un terreno de juego. Pau Gasol volvi¨® a la cancha el pasado viernes y una mezcla de expectaci¨®n y alivio acompa?¨® su reaparici¨®n.
Siempre que se lesiona un deportista se produce una sensaci¨®n de vac¨ªo de tama?o proporcional a la importancia del personaje. Dado que estamos hablando de uno de los grandes, su silenciosa ausencia era de las que hacen mucho ruido. Todos los d¨ªas desayun¨¢bamos con las andanzas de Calder¨®n, Garbajosa y Sergio Rodr¨ªguez, que son muchas y en general positivas, pero la sombra de Gasol es alargada.
Cualquier mirada hacia la NBA terminaba por posarse en Memphis, donde Pau cumpl¨ªa plazos y, a la vez, era motivo de muchos rumores sobre el futuro de su carrera. Llegaban fotos de gimnasio, entrenamientos solitarios y partidos como espectador privilegiado del estropicio que ha causado a los Grizzlies su baja.
La buena marcha de su recuperaci¨®n nunca hizo tambalear el optimismo, pero la mosca no se va de detr¨¢s de la oreja hasta que lo ves vestido de gala y disputando un partido. Todav¨ªa fuera de ritmo, han bastado dos encuentros para ahuyentar cualquier atisbo de duda e inscribirle otra vez en lo que ha sido siempre: un motivo de atenci¨®n, una referencia casi diaria de nuestro inter¨¦s.
Con la superaci¨®n de su grave contratiempo, una de las tres dudas alrededor de nuestro deportista m¨¢s internacional (junto a Fernando Alonso y Rafa Nadal) ha quedado desvelada. Restan dos. El futuro a corto plazo y su participaci¨®n en el Europeo del a?o que viene.
La buena recuperaci¨®n y los m¨¢s de ocho meses que faltan hace que se desvanezcan cualquier duda respecto a su presencia en Espa?a el verano pr¨®ximo. Dado su convencimiento, determinaci¨®n y compromiso inquebrantable con la selecci¨®n, s¨®lo motivos f¨ªsicos podr¨ªan apartarle de una cita que tiene marcada en el calendario toda la ?BA. Una vez superada, Gasol estar¨¢ en Sevilla el 3 de septiembre de 2007, con todo lo que significa, que es tanto que necesitar¨ªa otro art¨ªculo.
En cuanto a la otra cuesti¨®n, la m¨¢s cercana en el tiempo, todo apunta a que la etapa en Memphis no da m¨¢s de s¨ª. Sin duda, fue un destino acertado hace cinco a?os, pues ha permitido a Pau crecer y desarrollarse contando con minutos y consideraci¨®n. Pero, llegado el un¨¢nime reconocimiento hacia su categor¨ªa plasmado en su elecci¨®n para jugar el All Star, ahora llega el momento de buscar objetivos de equipo. Tener el techo en una primera ronda de los playoffs, en los que han sido incapaces de ganar un solo partido, no est¨¢ a la altura de la ambici¨®n y categor¨ªa de Gasol. Para dar el siguiente paso, el equipo de la ciudad de Elvis Presley no cumple con los requisitos, ni econ¨®micos ni sociales, para poder convertirse en lo que quiere Pau: un equipo que le permita luchar por el t¨ªtulo.
El no lo dir¨¢ p¨²blicamente, pero es casi seguro que no haga ascos a un cambio de aires. El problema es que, metido en esa tesitura y habida cuenta de c¨®mo son los mecanismos de la NBA, puede dar con sus huesos en un equipo todav¨ªa peor. Hasta el 22 de febrero de 2007, cuando expire la posibilidad de los traspasos, hay tiempo para que este tema haga correr bastante tinta. Sobre todo, si los Grizzlies no recobran la senda ganadora de aqu¨ª a esas fechas.
No parece f¨¢cil, pero si algo ha ense?ado Pau Gasol a lo largo de su carrera es que no debemos poner ning¨²n tope a sus capacidades. No vaya a ser que luego nos vuelva a dejar mal.
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