El dictador justific¨® sus actos en entrevistas in¨¦ditas

El dictador chileno Augusto Pinochet justific¨® sus actos en una entrevista que mantuvo con una historiadora y tres directivos de la Universidad Finis Terrae mientras estaba detenido en Londres y que public¨® ayer el diario chileno La Tercera. Por su parte, El Mercurio publica otra, realizada en septiembre de 1998, antes de que viajara a Londres, en la que afirmaba dormir tranquilo. En ella, Pinochet dice que jam¨¢s hab¨ªa dado "una orden mala" y que dispuso "que no se apremiara a los detenidos". "Si me fallaron, ?qu¨¦ culpa tengo yo? Cuando sab¨ªa que hab¨ªa apremio a alg¨²n fulano, hac¨ªa un sumario, lo mandaba a la Justicia. Tampoco los pod¨ªa fusilar [a los agentes]".

El dictador asegur¨® que el general Gustavo Leigh, el 11 de septiembre de 1973, se mostraba reacio a bombardear La Moneda. "?Qu¨¦ pasa que no llegan los aviones? Parece que no quer¨ªa... Alcanc¨¦ a mover los tanques, los ca?ones... Los iban a hacer a?icos". En julio de 1978, cuando Leigh fue destituido tras demandar una transici¨®n de cinco a?os para entregar el poder, Pinochet reconoci¨®: "Cre¨ª que se me iba a sublevar la aviaci¨®n".

Sobre el cardenal Silva Henr¨ªquez, que defendi¨® los derechos humanos, dijo: "Era un prepotente y [para relacionarse con la Iglesia cat¨®lica] puse a un general, despu¨¦s a otro y a otro. No daban resultado porque todos son medio pecho?os [muy cat¨®licos]. Agachaban la cabeza. Yo no les agachaba la cabeza [a los obispos] porque los conozco".

Pinochet admiti¨® que recibi¨® recomendaciones de otros colaboradores para no entregar el poder a Patricio Aylwin, bajo cuyo Gobierno (1990-1994) el Ej¨¦rcito se moviliz¨® dos veces por orden suya para impedir la investigaci¨®n de un pago irregular a su hijo Augusto.